Los partidos tradicionales y aliados de Petro sellan una alianza disidente a la reforma a la salud
Los conservadores suman el apoyo de los liberales y el Partido de la U en sus reclamos para mantener un sistema de aseguramiento mixto
Los tres partidos tradicionales de la coalición legislativa que apoya al Gobierno han sellado este miércoles una alianza disidente a la reforma a la salud. Los conservadores, los liberales y los dirigentes del Partido de la U se han reunido para armar un articulado alternativo a uno de los proyectos insignia del presidente de la República, Gustavo Petro. Los objetivos principales son mantener un sistema de aseguramiento público-privado y garantiz...
Los tres partidos tradicionales de la coalición legislativa que apoya al Gobierno han sellado este miércoles una alianza disidente a la reforma a la salud. Los conservadores, los liberales y los dirigentes del Partido de la U se han reunido para armar un articulado alternativo a uno de los proyectos insignia del presidente de la República, Gustavo Petro. Los objetivos principales son mantener un sistema de aseguramiento público-privado y garantizar que los pacientes puedan elegir ellos mismos el Centro de Atención Primaria (CAP) en el que se atienden.
La reunión contó con la presencia de los jefes de cada fuerza política: el senador conservador Efraín Cepeda, el expresidente liberal César Gaviria y la exgobernadora del Valle del Cauca y líder del Partido de la U, Dilian Francisca Toro. Los votos de los tres partidos son esenciales para aprobar la reforma a la salud que el Gobierno radicó el pasado 13 de febrero. Sumadas, las bancadas tienen 38 de los 107 senadores y 75 de los 187 representantes a la Cámara. Aunque no son mayorías absolutas, sin sus votos el Gobierno no tiene cómo sacar adelante la reforma.
Cepeda fue el encargado de informar a los medios sobre las conclusiones. Según él, la intención es presentar un proyecto alternativo el próximo lunes y alcanzar un consenso con el Ejecutivo. En caso de que no haya un acuerdo, los partidos radicarán una contrapropuesta en el Congreso.
El senador ha reconocido que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) quedarán muy debilitadas tras la reforma. Estas empresas ya no tendrán la administración de los recursos públicos y el rol de intermediarias entre el Estado y las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS). El dinero se girará directamente a través de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES). “[Las EPS] van a variar mucho. Ya no van a manejar los recursos”, ha declarado Cepeda.
Sin embargo, los partidos tradicionales quieren que se mantenga un régimen semejante al actual, sea con las EPS o con otros aseguradores. El líder del Partido Conservador ha considerado que es necesario construir sobre lo que ya existe: “No podemos reemplazar el sistema de aseguramiento mixto que hay hoy por 8200 instancias”.
Otro aspecto central es el de los CAP. El Gobierno quiere que cada centro cubra de forma permanente a un máximo de 25.000 personas, con una atención más cercana que la actual y enfocada en la prevención de enfermedades. La idea es llevarlos a todo el país para reducir las brechas territoriales que existen en los servicios de salud.
Las fuerzas políticas tradicionales están de acuerdo en respaldar la atención primaria, pero resaltan que la libre elección de los pacientes es “fundamental”. Quieren que las personas puedan seleccionar el centro en el que quieren atenderse. “No podemos amarrar a la gente en el CAP que les toque”, ha comentado Cepeda.
Los conservadores ya habían presentado el martes sus “líneas azules”, en referencia al color tradicional del partido. Un documento había remarcado ese día la necesidad de robustecer la atención primaria y consolidar un sistema de aseguramiento mixto. Para ellos, es prioritario evitar la “estatización y burocratización” del sistema de salud, defender la libre elección del usuario y promover la “dignificación laboral”. Además, piden mayor claridad respecto al impacto fiscal de la reforma.
Los liberales y el Partido de la U hicieron declaraciones similares en la últimas semanas. El expresidente Gaviria presentó un trabajo a principios de febrero en el que pide fortalecer el sistema actual, en vez de arrasarlo. El texto cuestiona el surgimiento de un “aparato burocrático de línea política y no técnica” y critica que el proyecto del Gobierno no permita a los usuarios elegir sus centros de salud. Por su parte, Dilian Francisca Toro ha enfatizado este miércoles la necesidad de sumar a los inversores privados en la administración del sistema: “Yo no estoy de acuerdo que sea completamente pública. Se debe hacer un sistema mixto como el que tenemos. Aseguramiento público y aseguramiento privado”.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.