Viva Air cancela todos sus vuelos y desata el caos en Colombia
La Aeronáutica civil sigue estudiando una solicitud de fusión de Avianca con la ‘low cost’ a la que insta a respetar los derechos de los pasajeros
Viva Air, la aerolínea ‘low cost’ paisa, ha informado que cesa todas sus operaciones tras 11 años de actividad. Se trata de un prolongado “hasta luego” apurado por la frágil situación financiera y al accidentado proceso de fusión empresarial con Avianca, hoy en manos de la Aeronáutica Civil y sus dilemas sobre la pertinencia de una operación que dibujaría un escenario muy cercano al monopolio. Sin embargo el ente regulador ha señalado que el proceso avanza según los tiempos estipulados y “ni los comunicados de prensa, ni las publicaciones en redes sociales” forman parte del expediente. Tampoco...
Viva Air, la aerolínea ‘low cost’ paisa, ha informado que cesa todas sus operaciones tras 11 años de actividad. Se trata de un prolongado “hasta luego” apurado por la frágil situación financiera y al accidentado proceso de fusión empresarial con Avianca, hoy en manos de la Aeronáutica Civil y sus dilemas sobre la pertinencia de una operación que dibujaría un escenario muy cercano al monopolio. Sin embargo el ente regulador ha señalado que el proceso avanza según los tiempos estipulados y “ni los comunicados de prensa, ni las publicaciones en redes sociales” forman parte del expediente. Tampoco la intempestiva decisión de la aerolínea, que dejó a centenares de pasajeros varados en los aeropuertos, incluso con conexiones internacionales, y a clientes con tiqueteras compradas.
El anuncio de la Aerocivil es una declaración de intenciones: el regulador afirma que cumple con su tarea y rechaza la presión de la compañía fundada en 2009 en Medellín. De la misma forma, la entidad estatal remata su comunicado subrayando que “velará especialmente por el respeto de los derechos de los usuarios afectados”. El organismo responsable de velar por la libre competencia en el mercado aéreo mantiene que son “miles” los pasajeros que compraron tiquetes con la expectativa de volar que se quedarían en tierra.
Viva Air, por su parte, anota que 5 mil empleos que “directa e indirectamente” dependen de la empresa podrían perder su empleo por cuenta de los “más de siete meses” que ha tardado el trámite. Por lo pronto no parece que el recurso de haberse amparado a la ley de rescate diseñada por el Gobierno para reestructurar las deudas de los negocios aplastados por la pandemia haya surtido mayor efecto.
A la renuncia la semana pasada del presidente de la empresa, el argentino Félix Antelo, se sumaba la devolución de 7 aeronaves y la decisión de dejar en tierra otras cinco de una flota que llegó a contar con 23 aviones (hoy restan 16). Para el exsuperintendente José Emilio Archila la jugada va en detrimento del derecho de los consumidores: “Es increíble que hayan parado los aviones y sacrificado a los pasajeros como respuesta a que no reconocieron las ofertas de los otros competidores interesados en rescatar a la empresa”.
Se refiere a las chilenas Latam, la más grande de la región, y JetSmart, también de bajo costo, que han manifestado recientemente su interés en hacerse con el 100% de la compañía colombiana y sacarla del abismo. Pero el éxito de cualquier transacción aún debe pasar por el visto bueno de la Super Intendencia de Industria y Comercio, que desde diciembre adelanta por su lado una investigación para esclarecer si, en realidad, la fusión entre Viva y Avianca es un hecho consumado desde abril del año pasado. Un asunto que entorpece aún más el éxito de una pronta resolución, dada cuenta que las empresas interesadas se habrían unido sin pasar por el visto bueno de los organismos de control.
El también exsuperintendente de Industria y Comercio Jorge Enrique Sánchez, que se ha opuesto desde el minuto uno al matrimonio entre Viva y Avianca porque a su juicio crea un claro dominador en el mercado doméstico, señala que se trata del “equivalente a un secuestro: la moneda de cambio son los pasajeros”. Mas moderada se ha mostrado la Superintendencia de Transporte con un llamado a la “calma” para los usuarios, a quienes ha pedido evitar “la agresión hacia los funcionarios” de Viva.
Adicionalmente, el Ministro de Transporte, Guillermo Reyes, declaró a Caracol Radio que ya hay una reunión en curso para analizar una salida a la crisis. Así mismo, en función de darle alternativas a los pasajeros afectados, Reyes dijo que se está buscando acuerdos con otras compañías que cubran las rutas afectadas. La Superintendencia de Transporte, finalizó, deberá estudiar si cabe la apertura de un proceso disciplinario contra Viva por haber seguido con la venta de tiquetes y registro de equipajes sin informar a los usuarios sobre la suspensión de sus operaciones.
Viva, que llegó a contar con 43 rutas domésticas y 13 internacionales, ha sido víctima de los golpes propinados al negocio aeoronáutico por la pandemia. La Aeorocivil, por su parte, ha autorizado a Latam, Avianca y la estatal Satena como alternativas para movilizar a los afectados por el cierre de operaciones de Viva. De la misma forma ha anunciado que el Grupo de Intermediación de Aeropuertos, un órgano de apoyo de la Aerocivil, acompañará a los pasajeros en la “gestión, priorización y orientación en las aerolíneas”.
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