Petro viaja a Ia frontera con Ecuador para atender el desabastecimiento de combustible en Cauca
El presidente anticipó su regreso de Europa para un consejo extraordinario de ministros en Ipiales, Nariño
Gustavo Petro amaneció en Toulouse, Francia, y anochecerá en Ipiales, Nariño. El presidente de Colombia, que anticipó un día su regreso desde Europa, se propone aterrizar este mismo sábado en esa población, fronteriza con Ecuador, para asistir a un consejo de ministros extraordinario. El propósito es atajar la crisis de escasez de combustible en el suroccidente del país, provocado por el cierre de la carretera Panamericana. Las comunidades y organizaciones sociales se la zona, aislada del centro del país, reclamaban la presencia del Gobierno.
El mandatario había llegado este viernes a T...
Gustavo Petro amaneció en Toulouse, Francia, y anochecerá en Ipiales, Nariño. El presidente de Colombia, que anticipó un día su regreso desde Europa, se propone aterrizar este mismo sábado en esa población, fronteriza con Ecuador, para asistir a un consejo de ministros extraordinario. El propósito es atajar la crisis de escasez de combustible en el suroccidente del país, provocado por el cierre de la carretera Panamericana. Las comunidades y organizaciones sociales se la zona, aislada del centro del país, reclamaban la presencia del Gobierno.
El mandatario había llegado este viernes a Tolouse luego de su participación durante la semana en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) de Davos, en Suiza. Allí, en la capital de la industria aeronáutica europea, ya se había reunido con las autoridades locales y tenía previsto atender este sábado reuniones con directivos de Airbus para conversar sobre el desarrollo de una agencia aeroespacial colombiana, cuando decidió a última hora del viernes precipitar su regreso inmediato a Colombia y convocar un consejo extraordinario de ministros en Ipiales, sobre la frontera con Ecuador.
El propósito de esa reunión, ampliada a la Unidad Nacional de Gestion de Riesgo y el alto mando militar, entre otros, es atender la crisis provocada por la escasez de alimentos y productos básicos en el suroccidente del país debido al cierre de la Panamericana. En medio de un panorama complejo, una de las principales preocupaciones es el desabastecimiento de combustible en 11 municipios del Cauca.
La carretera, clave para los departamentos de Cauca y Nariño, ha quedado sepultada bajo tierra en ese tramo debido los deslaves provocados por las lluvias extremas de la peor ola invernal en una década. La región ha quedado desconectada del resto del país. Desde que toneladas de tierra taponaron la carretera y dejaron a más de 700 personas damnificadas en Rosas, Cauca, el presidente ha dado señales de volcarse a atender la tragedia. Cuando las consecuencias del derrumbe se hicieron evidentes, la semana pasada, estaba en Chile y decidió volver a Colombia, a semejanza de su periplo de este fin de semana.
Para llegar hasta Ipiales, el avión de la Fuerza Aérea Colombiana que llevó a Petro hasta Davos, y después a Toulouse, debió hacer dos escalas, en las Islas Canarias y la ciudad brasileña de Belém de Pará, antes de aterrizar en Cali. Desde allí, el mandatario planea viajar en un avión de hélices más pequeño hasta Ipiales, cerca del puente de Rumichaca, el principal cruce fronterizo, donde lo esperan sus ministros desde el final de la tarde.
Entre otras medidas, la frecuencia de vuelos entre Cali y Pasto han aumentado para paliar la situación. El Gobierno, además de atender a los damnificados, ha tratado de facilitar la llegada de productos desde el puerto de Tumaco y a través de la frontera con Ecuador. La coordinación con las autoridades del país vecino se antoja clave. Petro coincidió esta semana en Davos con su homólogo ecuatoriano, Guillermo Lasso, y ambos tienen agendado otro encuentro bilateral a fin de mes en Esmeraldas. Ambos presidentes se han mantenido en contacto para resolver el tema neurálgico del abastecimiento de combustible.
Las lluvias extremas y sus efectos, que Petro enmarca como parte de los efectos de la crisis climática, han irrumpido como una prioridad para el Gobierno. El Ejecutivo ya ha tenido que destinar 2,1 billones de pesos (414 millones de dólares) para mitigar los efectos de la ola invernal.
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