La caída del precio del dólar le da un respiro a la economía colombiana
Después de haber superado máximos históricos y el tope psicológico de 5.000 pesos, el dólar retrocede a menos de 4.700 pesos
El precio del dólar en Colombia retrocedió a niveles en los que no se encontraba desde octubre del año anterior. El viernes cerró una semana a la baja, ubicándose en 4.692 pesos. La moneda norteamericana llegó a máximos históricos en noviembre de 2022, cuando superó temporalmente la barrera de los 5.000 pesos, y tras un pequeño retroceso, volvió a superar la simbólica cifra el 3 de enero. Pero desde entonces el peso colombiano ha recuperado valor, lo que representa un aire para el Gobierno de Gustavo Petro, que estuvo en el centro del debate sobre la posible incidencia sus políticas y declarac...
El precio del dólar en Colombia retrocedió a niveles en los que no se encontraba desde octubre del año anterior. El viernes cerró una semana a la baja, ubicándose en 4.692 pesos. La moneda norteamericana llegó a máximos históricos en noviembre de 2022, cuando superó temporalmente la barrera de los 5.000 pesos, y tras un pequeño retroceso, volvió a superar la simbólica cifra el 3 de enero. Pero desde entonces el peso colombiano ha recuperado valor, lo que representa un aire para el Gobierno de Gustavo Petro, que estuvo en el centro del debate sobre la posible incidencia sus políticas y declaraciones en la depreciación. También para los ciudadanos, que afrontaron su primer golpe de realidad después de las fiestas navideñas al conocer el dato anual de inflación del 13,12%, la más alta de las dos últimas décadas. Colombia se ubicó entre los diez países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) más afectados por la subida de precios.
Para el exministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, la disminución del precio del dólar le reduce presión al alza implacable de los últimos meses. “Parte de la inflación se explica por el efecto de los precios de los productos importados que, al convertirse a pesos, han subido mucho por cuenta de la devaluación del año pasado. En la medida en que este año se dé una revaluación o apreciación del peso, todos esos productos importados van a bajar y eso ayuda mucho al control de la inflación”, explica.
El sector de los alimentos evidencia un claro ejemplo. Los insumos importados — como abonos o fertilizantes — componen el 40% del costo de la producción agrícola, lo que significa que, a mayor costo de los productos extranjeros, mayor es la afectación al bolsillo del consumidor. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas fueron las que más presionaron la variación de precios de los últimos 12 meses con un incremento cercano al 28%. El arroz subió más del 54%, el pan 30% y la carne de res un 20%, por mencionar solo algunos productos de la canasta básica. El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, precisa que el alivio por la reducción del dólar dependerá de qué tanto se mantenga esa tendencia. “Si sigue bajando ayudará en el ajuste de precios”, indica. El comportamiento del dólar también impacta el valor de activos como la finca raíz, las inversiones en nuevas obras y el costo de la deuda.
De acuerdo con Cárdenas, la reducción del valor de la moneda gringa obedece a la expectativa global de la moderación de las tasas de interés en Estados Unidos, alimentada por una menor inflación: cerró el 2022 en el 6,5%, su nivel mínimo en más de un año. “Ya no hay expectativas de grandes aumentos en las tasas de interés y, por lo tanto, los mercados saben que no va a haber hacia adelante muchas presiones al fortalecimiento del dólar, es decir, ya no sigue generando tanto apetito la inversión en dólares. Eso ha generado un respiro para las monedas de las economías emergentes que han tenido mucha presión porque los capitales se estaban moviendo hacia el dólar”, señala el exministro.
Aunque el peso colombiano recupera terreno, se suma tarde a la lista de monedas de América Latina que han sido resistentes. “El año pasado el dólar subió mucho en Europa, en Japón, pero las monedas de Latinoamérica le ganaron a la divisa norteamericana. Colombia claramente no fue parte de ese ímpetu y lo está tomando en el arranque del 2023″, sostiene Felipe Campos, gerente de inversión y estrategia de Alianza Valores y Fiduciaria. “Como consecuencia, el peso colombiano puede estar 20% más devaluado que el peso chileno, 40% más devaluado que el real brasilero o el peso mexicano. Por dos años fuimos el patito feo de la región por el estallido social de 2021 y la incertidumbre política de 2022″, agrega el economista.
Los expertos no descartan que la moderación del Gobierno de Gustavo Petro en sus mensajes haya contribuido a contener la devaluación del peso. “Definitivamente. Hubo varios cambios en el tono del Gobierno y dejaron en el congelador el desarrollo de nuevas exploraciones petroleras. No dijeron si habrá o no nuevos proyectos, pero al anunciar que estudiarían el tema dieron el mensaje de que lo harán por el camino técnico”, opina Campos. Los desafíos económicos, sin embargo, apenas comienzan. En 2023 se mantienen abiertas incógnitas sobre las implicaciones de la reforma tributaria aprobada el año pasado y la discusión que se aproxima del paquete de reformas sociales — salud, laboral y pensiones —en el futuro económico del país.
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