El silencioso asesinato de mujeres transexuales en Colombia

Al menos 56 personas trans han sido asesinadas en un año. La mayoría de crímenes ocurrieron en la calle y en todos, los agresores actuaron con la misma sevicia

Una mujer transexual, durante una protesta por sus derechos, en Bogotá, en 2020.Red Comunitaria Trans

Tiffany Viloria era migrante y transexual. Había llegado de Venezuela huyendo de la miseria; vivió primero en Medellín, donde la recuerdan por su activismo, y apenas se instalaba en Valledupar cuando fue asesinada. Tenía 25 años y la mataron a puñaladas en la calle. Su asesinato en abril pasado se sumó a los de los siete crímenes contra personas trans en lo que iba del año. La cifra, en noviembre, alcanza las 56 víctimas, según el Observa...

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Tiffany Viloria era migrante y transexual. Había llegado de Venezuela huyendo de la miseria; vivió primero en Medellín, donde la recuerdan por su activismo, y apenas se instalaba en Valledupar cuando fue asesinada. Tenía 25 años y la mataron a puñaladas en la calle. Su asesinato en abril pasado se sumó a los de los siete crímenes contra personas trans en lo que iba del año. La cifra, en noviembre, alcanza las 56 víctimas, según el Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo.

La mayoría de las mujeres asesinadas, según la organización, eran trabajadoras sexuales y migrantes. “Hay un ensañamiento de violencias hacia las mujeres trans migrantes”, han denunciado los medios locales. Desde hace dos años, en la capital del Cesar, las mujeres transexuales y migrantes han sufrido agresiones físicas ―cuando no es la muerte― y han vivido bajo las órdenes de bandas armadas que controlan el espacio público.

Tiffany Viloria, transexual, migrante y activista, asesinada en abril pasado en Valledupar.

Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, dice que aunque ha habido un esfuerzo estatal por atender la violencia contra las personas trans, los homicidios continúan y las cifras han aumentado. “El año pasado, Colombia solo fue superado por Brasil y México, las cifras de asesinatos a personas trans se asemejaron a países como Honduras”, explica el investigador. Las mujeres trans tienen un 93% más de nivel de riesgo que los hombres trans. Según la organización, el ejercicio del trabajo sexual al que muchas se dedican las ubica en un contexto más violento.

“Colombia falla al investigar, en algunos casos, muertes de mujeres trans como homicidios, olvida que el feminicidio también aplica para las mujeres trans”. Caribe Afirmativo dice que hay un subregistro en los casos y denuncia que el tema no sea una prioridad en la agenda nacional. “Hemos documentado casos donde están claramente identificadas las zonas donde ocurren estos asesinatos. La 38 de Valledupar, el Centro Histórico de Cartagena, un sector entre Barranquilla y Soledad, donde las mujeres trans trabajan y conviven con actores armados que, ante la falta de presencia estatal, ejercen el control sobre la población”.

Las mujeres trans son asesinadas en la vía pública. La mayoría de crímenes ocurren en la calle, “es como si el espacio público fuera un espacio prohibido para las personas trans en Colombia”, apunta Castañeda, que llama la atención sobre la sevicia que se repite en cada uno de estos crímenes. “No solo las asesinan, las torturan, las cortan, las agreden sexualmente”, dice. Recuerda casos en los que el agresor ha apuñalado hasta 40 veces a su víctima. “Buscan enviar el mensaje de que personas así no deben vivir. Cada asesinato va con un mensaje, es una amenaza a toda una comunidad”.

Caribe Afirmativo pone la atención sobre la “complicidad social” en los crímenes contra las personas trans. “La moralidad colombiana ha impuesto una forma de pensamiento en el que la vida de las personas trans no importan. Ante una muerte, los primeros comentarios siempre buscan descalificar a la víctima y vincularla con alguna actividad delictiva”.

El investigador Wilson Castañeda celebra, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Memoria Trans, un protocolo aprobado la semana pasada por la Fiscalía para investigar la violencia contra la población trans y espera que la justicia ayude a disminuir los homicidios y la persecución que sufren los transexuales en Colombia. El fiscal Francisco Barbosa firmó hace unos días la primera guía de buenas prácticas para la investigación y judicialización de los casos de violencia contra la población LGBTIQ+ en el país. “La Fiscalía está de cabeza en este tema, para mí no es la firma de un documento cualquiera, en eso cuenten conmigo, como ciudadano, como colombiano, que cree que la mejor alternativa para resolver un país y la única manera para construir la paz es a través del reconocimiento del otro y de la inclusión, la paz no es un discurso”, afirmó el fiscal Barbosa al presentar la iniciativa.

El documento pone por primera vez a la identidad de género y la orientación sexual de las víctimas como factores que tienen que incorporarse en todas las investigaciones. De los 111 homicidios y feminicidios ocurridos contra personas que han sido caracterizadas como población LGBTIQ+, entre el 1 de enero y el 20 de octubre de este año, la Fiscalía asegura que ha avanzado en el esclarecimiento de 51.31% de los casos.

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