Las mujeres prometen hacer historia en el Congreso de Colombia

El nuevo Congreso de Colombia es histórico por varias razones. Una de esas es que, por primera vez, las mujeres ocupan más del 30% de las curules. Senadoras y representantes a la Cámara de diferentes partidos políticos representan una fuerza importante, con un peso que será determinante para los debates que pasarán por el Capitolio en los próximos cuatro años. Para completar el récord, ahora esperan que el Gobierno entrante cumpla con su palabra y sea paritario. Solo así, coinciden algunas, los problemas de las mujeres por fin empezarán a ser un tema central en la agenda del país. Aunque algun...

El nuevo Congreso de Colombia es histórico por varias razones. Una de esas es que, por primera vez, las mujeres ocupan más del 30% de las curules. Senadoras y representantes a la Cámara de diferentes partidos políticos representan una fuerza importante, con un peso que será determinante para los debates que pasarán por el Capitolio en los próximos cuatro años. Para completar el récord, ahora esperan que el Gobierno entrante cumpla con su palabra y sea paritario. Solo así, coinciden algunas, los problemas de las mujeres por fin empezarán a ser un tema central en la agenda del país. Aunque algunas creen que falta más. La senadora del Centro Democrático Paloma Valencia es una de ellas. Dice que Colombia demostrará su disposición de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres hasta que Colombia tenga a una mujer como presidenta. Desde ahora dice que aspira a ocupar ese lugar y ser la primera en las elecciones de 2026.

Pero es muy pronto para hablar de las próximas presidenciales y antes de que llegue la fecha en la que la senadora espera llegar a la Casa de Nariño, pasarán muchas cosas. El Gobierno de Gustavo Petro contará un Congreso con la presencia de mujeres como nunca antes se había visto y aunque no todas, como el caso de Paloma Valencia, estarán de su lado, es histórico. La participación de mujeres en Senado y Cámara ahora será de un 28,8%, un 9,1% más que en la anterior legislatura. De un total de 295 escaños, 85 serán ocupados por mujeres, lo que quiere decir que habrá 30 congresistas más.

El Congreso se llenará de voces nuevas que llegan pisando fuerte. Una de ellas es la de María Fernanda Carrascal, representante a la Cámara por el Pacto Histórico. El 20 de julio, el día de la instalación del Congreso, levantó un cartel que decía: “Oye Iván, el derecho al aborto sí existe”. Lo hizo en alusión a las declaraciones que hizo el presidente, Iván Duque, en las que niega el derecho al aborto en Colombia. La interrupción del embarazo será un tema clave en esta legislatura después de que la Corte Constitucional lo despenalizara, en febrero pasado, hasta la semana 24. Tras la sentencia, le corresponde al Congreso tomar las decisiones legislativas para regular el acceso al aborto seguro, como lo recomendó la Corte.

Algunas congresistas como Carrascal y María José Pizarro aseguran que este tema no solo está en su agenda de género. Es un asunto de salud pública, que merece atención prioritaria. “Vamos a avanzar y sacar adelante la reglamentación del aborto. El Congreso no puede seguir evadiendo las disposiciones de la Corte, están en la agenda pública y es un tema central. Debe ser discutido”, dice Pizarro.

La voz de las mujeres en el Congreso no es homogénea, ni siquiera lo es entre políticas de un mismo partido. María del Mar Pizarro (hermana de María José Pizarro) acaba de llegar a la Cámara de Representantes, también con el Pacto Histórico, pero confiesa que no es partidaria de acatar la decisión de la Corte con respecto a la interrupción del embarazo. Comparte la opinión con representantes de la oposición, de la que forma parte El Centro Democrático. Como miembro de este partido, la senadora Valencia se muestra también contraria al aborto y afirma que no se considera feminista “en el sentido izquierdista de la palabra”.

Valencia asegura, sin embargo, que cuenta con una agenda de género muy amplia y que ha logrado llegar a acuerdos con sus compañeras de otros partidos en la anterior legislatura en temas de gran importancia para las mujeres como la Ley de feminicidio, que busca erradicar la violencia por razones de género.

Ley de cuotas en el Congreso

La cantidad de mujeres que van a estar presentes en el Congreso era una cuenta pendiente, pues en Colombia existe una Ley de cuotas que obliga a que el 30% de los altos cargos públicos sean ejercidos por mujeres. Sin embargo, esta se ha incumplido recurrentemente, especialmente en el parlamento, donde siempre han tenido una infrarrepresentación.

Por eso es que cuando se cumple por primera vez con la Ley y se alcanza el umbral del 30% de mujeres en Congreso, Colombia marca un histórico, que ha sido destacado por ONU Mujeres y por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. ”Es el mayor porcentaje de mujeres congresistas de la historia, lo que significa que se incorpora en mayor medida el talento, las miradas y las capacidades de la mitad de la población. Significa que la política se parecerá un poco más a la realidad, aunque aún queda mucho para llegar a la necesaria paridad”, afirmó la representante de ONU Mujeres Colombia, Bibiana Aído. La Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer destacó por su parte que hace cuatro años por cada mujer congresista había cuatro hombres, mientras que para este periodo habrá una mujer por cada dos hombres.

Esta vez, las mujeres sumaron 4.604.713 de votos, mientras que en 2018 la cifra fue de casi la mitad, 2.521.497.

La agenda de género de las congresistas

A la senadora Maria José Pizarro ver el Congreso con más voces femeninas le hace feliz. “Esto es un reto gigante”, dice en una llamada telefónica. Pero no hay tiempo que perder. En las próximas semanas, Pizarro va a presentar la Ley de paridad y un paquete de cuidado integral de la salud para las mujeres que van a ser madres. La ley, conocida como Ley de los 1.000 días, pretende garantizar el cuidado de las mujeres durante el embarazo y los primeros meses de vida de sus hijos. Además, dentro de su agenda de género pretende presentar también una ley de partería indígena como la que existe de la comunidad afro y una ley de política y sanción contra la violencia digital que sufren las mujeres en redes sociales.

La congresista reconoce que la representación de las mujeres que tienen una agenda de género dentro de sus programas no es suficiente. “Con este nuevo Congreso espero que podamos librar mayores batallas. Mi objetivo es que todas las propuestas de ley tengan un componente de género”, afirma Pizarro, que buscará además ayudar a las mujeres a emprender y dar beneficios a las empresas que contraten a más trabajadoras.

La oposición, liderada por Paloma Valencia, tiene dentro de su agenda de género la Ley de cabezas de hogar, que busca dar cuidado y empleo a las mujeres, y la Ley del Estado contigo, que sacó adelante en la anterior legislatura para ayudar a las colombianas con sus tareas del día a día a través de diversos programas que ofrece el Gobierno.

Por su lado, María Fernanda Carrascal se concentrará en luchar desde el Congreso por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las mujeres trans y buscará también impulsar una ley sobre paridad. Maria del Mar Pizarro busca hacer proyectos de ley para ayudar a las mujeres a emprender, como lo hizo ella con su empresa.

Con este avance histórico en cuanto al número de mujeres dentro del Congreso, el país queda por encima del promedio mundial, que sitúa el número de mujeres en el 25,5% en todos los parlamentos del mundo. En Latinoamérica este porcentaje está en 32,4%, por lo que todas las congresistas coinciden en señalar que todavía hay mucho que hacer.

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