Carlsen y Ju triunfan, y Ding no se rinde a cinco meses del Mundial
El ‘número uno’ logra el primer premio en Stavanger por sexta vez mientras el campeón confía en salir de su tremenda crisis
“Mi pasión por el ajedrez sigue siendo muy grande”, sostiene el ídolo nacional y número uno indiscutible Magnus Carlsen, quien este viernes ganó por sexta vez el Norway Chess en Stavanger (Noruega). El contraste con el campeón del mundo, el chino Liren Ding, no puede ser mayor: “Mi pasión ha bajado mucho, pero quiero recuperarla”. Su compatriota y también campeona, Wenjun Ju, triunfó con claridad en el torneo femenino.
Con tres victorias en las partidas lentas, cinco en el desempate rápido (muerte súbita o Armagedón, con 10 minutos para las blancas, obligadas a ganar, y 7 ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
“Mi pasión por el ajedrez sigue siendo muy grande”, sostiene el ídolo nacional y número uno indiscutible Magnus Carlsen, quien este viernes ganó por sexta vez el Norway Chess en Stavanger (Noruega). El contraste con el campeón del mundo, el chino Liren Ding, no puede ser mayor: “Mi pasión ha bajado mucho, pero quiero recuperarla”. Su compatriota y también campeona, Wenjun Ju, triunfó con claridad en el torneo femenino.
Con tres victorias en las partidas lentas, cinco en el desempate rápido (muerte súbita o Armagedón, con 10 minutos para las blancas, obligadas a ganar, y 7 para las negras) y una derrota (en partida lenta), ante el prodigio indio Rameshbabu Praggnanandhaa, de 18 años, Carlsen sube 1,8 puntos en la lista mundial.
Aunque el noruego no ha dicho de manera explícita que nunca más jugará un Torneo de Candidatos para recuperar el título, al que renunció en 2022, sus allegados le ven poco interesado en el ajedrez clásico (partidas lentas) salvo que la Federación Internacional (FIDE) se atreva a innovar, transformando el Campeonato del Mundo de esa modalidad en una combinación de ajedrez lento, rápido y relámpago.
Por otro lado, desde que su noviazgo se hizo público, Carlsen se muestra más accesible, simpático e interactivo. Y su afirmación sobre la pasión que sigue sintiendo por su trabajo incita a pensar que no renuncia a igualar o superar la hazaña más asombrosa de Gari Kaspárov: ser el número uno durante veinte años consecutivos; el escandinavo tendría que mantenerse en esa posición otros seis o siete (hay algunos matices técnicos que complican el cálculo). En el Norway Chess, el estadounidense Hikaru Nakamura mantuvo posibilidades de ganar el torneo hasta el final, pero falló en las últimas rondas, aunque sube al número dos del escalafón, sacando ventaja de la baja forma de su compatriota Fabiano Caruana.
Ding, último destacado con unos resultados que incluyen seis derrotas seguidas (cuatro lentas y dos rápidas), es ahora mismo la antítesis de Carlsen. El tremendo esfuerzo psicológico, físico y técnico que debió realizar para ser campeón del mundo hace un año, pocos meses después de romper con su novia, le ha pasado una factura muy cara. “Antes yo no era tan emocional. Pero pasaron algunas cosas en mi vida, y ahora sufro mucho cuando pierdo, me pongo muy triste y enfurecido”, reconoce en una entrevista de hace pocos días en Stavanger con el periódico indio Hindustan Times.
El asiático confirma los graves problemas para dormir que sufrió durante ocho o nueve meses tras derrotar al ruso Ian Niepómniashi en un desempate épico y frenético en Astaná (Kazajistán) el 30 de abril de 2023: “Acudí a un doctor, tomé medicinas y me recuperé físicamente”, subraya. Pero añade: “Mi pasión por el ajedrez bajó muchísimo. Ahora debo resetear y volver al modo ganador. Lo que se ha visto en Stavanger es la peor versión de mí”.
Ding no habla en ningún momento de la posibilidad de renunciar al título, y sí anuncia que va a reanudar sus entrenamientos en cuanto vuelva a China. Le inspira mucho el ejemplo del futbolista italiano Federico Chiesa, del Juventus: “Adoro a Chiesa. A pesar de que sufrió lesiones graves en los últimos años, se ha recuperado. Incluso puede jugar la Eurocopa. Confío en que le vaya bien”.
Wenjun Ju, campeona del mundo y número uno a efectos prácticos -su compatriota Yifán Hou sigue encabezando la lista pero está casi retirada porque prefiere trabajar como catedrática en una universidad china-, ha ganado el Norway Chess femenino (dotado por primera vez con la misma cantidad de dinero en premios que el absoluto, unos 150.000 euros) y también ha confirmado que es la mejor preparada.
La ucrania Anna Muzychuk, residente en Valencia (España), ha salido con mucho brío de su reciente crisis de resultados (al igual que el francés Alireza Firouzja en el torneo absoluto tras anunciar que ahora el ajedrez vuelve a ser su prioridad, por encima de sus estudios de diseño de moda). Y la sueca Pía Cramling, 29ª del mundo a los 61 años, ha confirmado -a pesar de su último puesto, que es un caso excepcional de longevidad deportiva en la élite: ninguna victoria lenta, pero siete tablas, y dos triunfos en el Armagedón contra rivales fortísimas.
Resultados (10ª y última ronda).-
En el Norway Chess, cada partida que termina en tablas es seguida de inmediato (menos de 20 minutos) por una Armagedón, con 10 minutos para las piezas blancas y 7 para las negras; en caso de nuevo empate, gana el jugador de las negras. La victoria en la partida lenta da 3 puntos (cero para el perdedor); en Armagedón, 1,5 (1 para el perdedor).
Torneo absoluto: Carlsen – Caruana, tablas, 1-0; Praggnanandhaa – Nakamura, tablas, 1-0; Ding – Firouzja, tablas, 0-1.
Torneo femenino: Vaishali – Cramling, tablas, tablas; A. Muzychuk – Koneru, tablas, 1-0; Ju – Lei, 1-0.
Clasificaciones finales.-
Torneo absoluto: 1º Carlsen 17,5; 2º Nakamura 14,5; 3º Firouzja 13,5; 4º Praggnanandhaa 13; 5º Caruana 11,5; 6º Ding 7.
Torneo femenino: 1ª Ju 19 puntos; 2ª A. Muzychuk 16; 3ª Lei 14,5; 4ª Vaishali 12,5 puntos; 5ª Koneru 10; 6ª Cramling 8.
Suscríbete al boletín semanal ‘Maravillosa jugada’, de Leontxo García