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La familia Obama / SAUL LOEB (AFP)
Cuando hace tres años llegó a la Casa Blanca Michelle Obama contemplaba dos opciones: ser una primera dama con una agenda política, corriendo el riesgo de ser impopular, como le sucedió a Hillary Clinton, o ser una abnegada esposa y madre en segundo plano, como Laura Bush.
En poco más de ocho meses Kate Middleton se ha ganado el respaldo popular. Los británicos la adoran, la reina Isabel muestra su agrado por la elección de su nieto Guillermo y los medios de comunicación se han rendido a sus encantos al convertirla en uno de los iconos de la moda.
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