DESAYUNO CON... MARÍA KODAMA
"Algunos no me perdonan que yo quisiera a Borges"
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
María Kodama entra en la rotonda del Palace y saluda con un beso al jefe de sala y a media docena de camareras. Unas celebran que esté de vuelta; otras, que siga teniendo ese "pelo maravilloso". La viuda de Borges ha dormido poco. La noche anterior acudió al estreno de una cantata inspirada en textos de José Saramago.