Catástrofe en Haití
Muerte, devastación y caos. Es la manera más escueta y cruel de describir en lo que se ha convertido Puerto Príncipe, la capital de Haití, por efecto del potente terremoto que asoló el país más pobre de América y que ha dejado decenas de miles de muertos. Tras la humareda levantada por los derrumbes, los primeros rayos de sol confirmaron los peores pronósticos.
AGENCIAS / EL PAÍS | Puerto Príncipe / Madrid
El colapso de la red eléctrica y de las telecomunicaciones obstaculiza el rescate - Los pocos hospitales que están en funcionamiento se encuentran desbordados
La luz reconforta, pero también muestra el daño de una catástrofe que se convirtió en tragedia para la ONU, cuyo cuartel general en Haití ha quedado totalmente destruido. Cerca de un centenar de empleados de la organización seguían anoche desparecidos, sepultados bajo los escombros, incluido el jefe civil de la misión en el país, el tunecino Hedi Annabi.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer "apoyo total" a Haití para superar una tragedia "cruel e incomprensible" que ha afectado, de una u otra forma, a tres millones de los cuatro millones de habitantes del área de Puerto Príncipe, según la Cruz Roja.
JUAN JESÚS AZNÁREZ | Madrid
Constantes crisis políticas y sociales azotan Haití desde hace más de 200 años
A las doce de la noche en punto de ayer (5.30 de la madrugada en la España peninsular) se apagaron las luces de una sexta parte de Caracas y estalló el ruido de las cacerolas. "Eso es pa' que sigan votando a Chávez", gritaban algunas amas de casa desde sus balcones en uno de los barrios de San Antonio de los Altos, y hacían sonar sus sartenes.
MAITE RICO | Madrid
La ONU indagará los antecedentes del asesinato del abogado guatemalteco