JESÚS RUIZ MANTILLA | Madrid
Regresa a las calles, a las pantallas, a pie de obra, este personaje controvertido, distante, global, trabajador y dicen que de timidez enfermiza que es Fernando Fernán-Gómez (Lima, Perú, 1921). Siempre define todas sus aristas, la de actor, director, escritor, miembro de la Real Academia Española (RAE), en una frase rotunda: 'Soy cómico'.
Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela, fue elegida ayer presidenta de la fundación que lleva el nombre del escritor, radicada en Iria Flavia (A Coruña). La viuda, única candidata al cargo, fue elegida por unanimidad de todos los miembros del patronato, que a su vez fueron confirmados en sus puestos.
Es una exposición de las que quitan el hipo. Nada menos que 648 obras, en gran parte piezas maestras del arte del pasado siglo, que reflejan no sólo la relación entre París y Barcelona, más bien la influencia que la capital francesa ejerció sobre los artistas catalanes, sino también la evolución del arte de un periodo tan rico en innovaciones como el que abarca entre 1888 y 1937.
Jorge Luis Borges lo llamaba 'nuestro William Blake' y se consideró discípulo suyo. Quizá ese dato sirva para apreciar el valor del argentino Óscar Alejandro Schultz Solari, Xul Solar (1887-1963), que también fue, entre otras cosas, astrólogo, pintor, visionario, cosmopolita, místico feliz, bibliófilo, políglota, inventor de dos lenguas y de numerosas religiones.