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‘ICE List’, la polémica lista con fotos y nombres de un centenar de agentes de migración

El irlandés Dominick Skinner se dedica a rastrear la identidad de funcionarios migratorios. En su proyecto han participado cientos de voluntarios, y solo en los últimos 30 días, su página web ha recibido casi un millón de visitas

ICE List
Patricia Caro

Hasta ahora desconocido, el nombre de Dominick Skinner, un irlandés que vive en Holanda, ha sonado en el Congreso de Estados Unidos. Una senadora se ha referido a él para defender una propuesta de ley que presentó este mes en la Cámara Alta y con la que pretende acabar con el proyecto de Skinner: una lista que recoja los nombres y apellidos de un centenar de agentes de inmigración, responsables de las detenciones de miles de migrantes por todo el país.

La legisladora Marsha Blackburn, de Tennessee, quiere que la identidad de los funcionarios federales que son el brazo ejecutor de la campaña de deportaciones del presidente, Donald Trump, se mantenga en secreto por seguridad. Para ello, presentó la Ley de Protección a las Fuerzas del Orden contra el Doxing, que haría ilegal publicar el nombre de un agente de la ley federal con la intención de obstruir una investigación criminal o una operación de inmigración. Skinner, por su parte, se ha propuesto lo contrario: publicar el mayor número de nombres posibles de los agentes y sus colaboradores.

Para ello ha creado ICE List, (por las siglas en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), una página web en la que aparecen nombres y fotos de los agentes de quienes supuestamente ha descubierto la identidad. En el sitio web aparecen fotos recopiladas con el nombre y los apellidos de los oficiales, además de alguna información como su perfil en LinkedIn o Facebook y el método por el que se les ha identificado. Algunos salen enmascarados. La búsqueda se puede filtrar por Estado y por el puesto que ocupan. En su mayoría son agentes del ICE, pero también aparecen los nombres y las fotos de jueces de inmigración, agentes de la Patrulla Fronteriza, funcionarios de la Oficina de Reubicación de Refugiados y otros actores que participan en la cruzada antiinmigración de Trump.

“Quiero avergonzarlos públicamente para que renuncien, porque no se ponen las mascarillas por seguridad. Se las ponen porque saben que sus vecinos ya no los invitarán a cenar, que sus hijos o los padres de los amigos de sus hijos no los querrán en un partido de béisbol. Se preocupan por su vida personal, pero no por su seguridad”, afirma Skinner en una entrevista telefónica con EL PAÍS desde Holanda, donde reside.

La seguridad de los agentes es, sin embargo, el argumento utilizado por Blackburn para pedir que se prohíba la publicación. “Según el señor Skinner, si el 35% o más de un rostro es visible, su tecnología puede revelar los rostros cubiertos de las personas. Aunque ICE List no publica direcciones, Skinner ha confirmado que el nombre de una persona es suficiente para encontrar información personal sobre ella en línea”, dijo la senadora en una carta dirigida a los legisladores.

Skinner usa inteligencia artificial para descubrir la identidad de los agentes en fotos que le envían colaboradores. Con la IA, obtiene una imagen aproximada a partir de pequeñas partes de la cara que no están cubiertas, y con esa imagen, busca en redes sociales una cuenta cuyo titular se parezca. Finalmente, se asegura de que la persona identificada trabaja para el ICE u otra agencia federal y lo publica en su página web.

Detrás de ICE List hay tres personas que la gestionan, pero cientos de voluntarios han colaborado con unas 400 aportaciones. En su página aseguran que todas las identificaciones han sido verificadas. La lista empezó en junio y ya ha recopilado la identidad de un centenar de agentes. En los últimos 30 días ha recibido casi un millón de visitas.

Mantener oculta o no la identidad de los agentes se ha convertido en una polémica de nivel nacional. Congresistas demócratas proponen una legislación que obligue a los agentes a actuar con la cara destapada y el gobernador de California, Gavin Newsom, ha firmado una ley que les obliga a trabajar mostrando su rostro. La Administración Trump ha ordenado a los agentes federales que no acaten esa ley y que usen las máscaras como una medida de protección. Según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en las siglas en inglés), las agresiones a los agentes del ICE han aumentado un 1.000% desde enero.

Fuera de Estados Unidos

La creación de la ICE List no fue planeada. Skinner publicó en sus redes sociales que quería anotar los nombres de los agentes del ICE que encontrara y su publicación la vieron cientos de miles de personas. “Investigadores privados se pusieron en contacto conmigo y estuvieron dispuestos a ayudarme a crear una lista completa”, explica. El hecho de que no reside en Estados Unidos pesó a su favor. “Kristi Noem (la secretaria de Seguridad Nacional) dijo algo de que si un americano intenta identificar a un agente del ICE, puede ser arrestado. Y pensé que como no estoy en América lo podía hacer”.

Aunque Skinner está en Holanda, los voluntarios provienen en su mayoría de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. El equipo ha recibido unas 500 solicitudes para ser voluntarios y unos 200 han aceptado participar. Su página ha sido eliminada por los proveedores de servicios de internet en tres ocasiones.

Skinner trabaja en colaboración con varias organizaciones que le ayudan a identificar a los agentes, como StopIce.net, que funciona como un sistema de alertas al teléfono cuando se avista alguna actividad del ICE y ya cuenta con casi medio millón de suscriptores. En la comunidad latina, también funcionan grupos de chat en la aplicación WhatsApp para difundir información sobre los lugares donde se están produciendo redadas.

Skinner niega que su lista sirva para acosar a los agentes porque no aporta dirección ni datos personales, aunque a partir del nombre se pueden investigar. “Si quisieran hacer daño a algún agente del ICE, el mío sería probablemente el peor sitio web al que acudir. En Estados Unidos hay páginas amarillas y blancas, y yo mismo las uso para recopilar información sobre las personas. Con el nombre y ocupación se puede obtener todo lo demás. Yo restrinjo esos datos. No comparto direcciones”, explica.

En el futuro, Skinner quiere que la lista sirva para que, en algún momento, estas personas sean juzgadas por sus acciones contra los migrantes. “No solo Trump es culpable, sino también los soldados y las personas que obedecieron sus órdenes, y ese es el precedente del Derecho internacional. Así que, cuando Trump termine, sabremos a quién llevar a juicio”, prevé.

Por su emprendimiento, ha recibido amenazas de muerte que no toma en serio, aunque prefiere ocultar sus datos, como su empleo, para evitar más riesgos. No tiene intención de parar y ya tiene nuevos planes, aunque aún no los desvela. “Soy de Europa. Sabemos lo que es el fascismo. Esto era lo que podía hacer y, para ser sincero, ha añadido algunos obstáculos a mi vida. Pero lo acepto, porque es uno de esos momentos en los que creo que la mayoría de la gente debería estar haciendo algo”, opina.

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Sobre la firma

Patricia Caro
Periodista en Washington, especializada en temas latinos y de inmigración. Forma parte del equipo de la edición de Estados Unidos de EL PAÍS. Fue corresponsal de la Cadena SER en Brasil. Trabajó como redactora de Economía Internacional en el diario Cinco Días.
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