La petrolera Chevron abandona California tras 145 años
La compañía anuncia que mudará sus oficinas centrales a Texas ante las diferencias con la política energética del Estado
La petrolera Chevron, la segunda más grande de Estados Unidos solo por detrás de Exxon Mobil, ha anunciado este viernes que abandona California, donde nació hace 145 años. La empresa ha elegido Houston (Texas) como destino para sus oficinas corporativas en lo que es un duro golpe al Estado del Oeste. Mike Wirth, el consejero delegado, asegura que la empresa busca centralizar sus operaciones en lo que es la capital energética del país. Pero no oculta que el movimiento responde también a las diferencias con las políticas energéticas contra el cambio climático puestas en marcha por el bastión progresista.
“Creemos que California tiene varias leyes que elevan los costos, dañan a los consumidores y desincentivas las inversiones. En resumen, creemos que no son buenas para la economía de California y para los consumidores”, aseguró Wirth en una entrevista con la cadena CNBC. Chevron tiene unos 2.000 empleados en San Ramón, quienes se sumarán a las instalaciones de la petrolera en Houston, donde ya laboran unas 7.000 personas.
En septiembre del año pasado, Gavin Newsom, el gobernador de California, junto al fiscal Rob Bonta, anunciaron una demanda contra cinco petroleras por daños al medio ambiente ocasionados al menos desde 1960 en la entidad. El caso se inició en el Supremo local contra Exxon Mobil, Shell, Chevron, Conoco Phillips y la británica BP. “Estas empresas conocen la verdad desde hace décadas, que los combustibles fósiles provocan el cambio climático, pero nos han mentido para maximizar sus ganancias a expensas del medio ambiente”, aseguró Bonta entonces.
Los ejecutivos respondieron a la demanda asegurando que la lucha contra el cambio climático era una tarea que debía ser atendida con medidas puntuales a nivel nacional y global y no en los tribunales.
Chevron aseguró en enero que el exceso de regulaciones en California le genera costos de 4.000 millones de dólares anuales. A pesar de esto, la empresa ha registrado ganancias históricas en los últimos dos años gracias a la subida en los precios de los combustibles. Este periodo de grandes resultados se ha estabilizado en 2024. La compañía ingresó 5.500 millones de dólares en el primer trimestre. Es un 16% menos comparado con el mismo periodo de 2023, pero aun así superó los pronósticos de ingresos de los analistas.
Además de la demanda, California puso en marcha el año pasado una ley pionera en el país que pretende controlar la manipulación de precios de la gasolina. La norma se estrenó después de los años de la pandemia, donde el galón de combustible se elevó arriba de los seis dólares, empujado por la inflación y las presiones internacionales. Los impuestos locales hacen que la gasolina en California esté al menos un dólar por encima del promedio nacional.
La norma obliga a hacer más transparente el proceso que lleva a las empresas a elevar el precio en tiempo real en las bombas mediante la publicación de informes diarios del mercado, incluidas las producciones de las refinerías, y las importaciones de hidrocarburos.
Tras el anuncio de Chevron, el gobernador Newsom ha respondido en un video publicado en las redes sociales. “¿Recuerdan cuando el precio de la gasolina llegó a un precio récord de 6,42 dólares por galón? Eso fue hace un par de años. Nuestros impuestos y tasas no cambiaron durante ese periodo y los precios del crudo iban, en realidad, a la baja. A pesar de esto, el combustible era 2,60 dólares por arriba del promedio nacional. Lo único que se disparó fueron las ganancias de la industria”, afirmó el mandatario. Este recordó que solo cuatro compañías, entre ellas Chevron, controlan el 90% de las refinerías de California.
La refinería que Chevron opera en El Segundo, en el área metropolitana de los Ángeles, es una de las más contaminantes de Estados Unidos. Un informe de 2023 que analizó 80 plantas de procesamiento de combustibles fósiles encontró que esta era la que más contaminaba el agua con nitrógeno y selenio, dos elementos químicos que son legalmente descargados al Pacífico. A finales del año pasado, la compañía también se vio obligada a pagar 1,2 millones de dólares al condado de Orange, al sur de Los Ángeles, por un derrame de crudo en un canal público.
Los orígenes de Chevron están en la compañía Pacific Coast Oil, fundada en 1879. La empresa se convirtió en un gigante trasnacional gracias a una larga historia de fusiones que inició en 1900, cuando Pacific Coast pasó a manos de Standard Oil & Trust. Esta corporación se separó a inicios del Siglo XX y se convirtió en una entidad propia en California. En 1984, adquirió Gulf en la que entonces fue la operación más grande de la historia (por 13.000 millones de dólares). De esta transacción nació Chevron. Esta aumentó su poder en 2001 adquiriendo Texaco. Cuatro años más tarde, absorbió Unocal.
La mudanza de Chevron llega semanas después de que Elon Musk anunciara que mudará a Texas las oficinas principales de Space X y X, la compañía antes conocida como Twitter. El empresario dijo que abandonaba California porque el Estado aprobó una ley que prohíbe a los distritos escolares notificar a los padres de los niños que cambien su identidad sexual en las escuelas. “Dejé claro al gobernador Newsom que legislaciones de esta naturaleza forzarían a familias y compañías a abandonar California para proteger a sus niños”, escribió el magnate, quien se ha convertido en un gran donante del partido republicano, en las redes sociales.