Jorge Antonio Guerrero, actor: “He recibido comentarios racistas en el set, pero no quiero ver en el otro a un enemigo”
Tras su salto a la fama con ‘Roma’ hace seis años, el mexicano ahora es parte de la nueva película de Angelina Jolie como directora, ‘Without Blood’, un drama con un reparto mayoritariamente latino
El 21 de noviembre de 2018 fue un parteaguas en la vida del actor mexicano Jorge Antonio Guerrero (Ciudad de México, 1987). Ese día fue el estreno de Roma, la película de Alfonso Cuarón que lo lanzó a la fama junto a su compañera Yalitza Aparicio, y que se convirtió en un fenómeno global gracias a la plataforma de Netflix. La carrera fílmica del joven actor no pudo tener un mejor comienzo. “Fue inmenso. Un mes antes del último llamado no me habían confirmado si estaba en la película, y cuando uno no sabe a dónde va, lo único que puede hacer es darlo todo. Roma se volvió un paradigma en el cine”, comenta el actor. Su participación en Luis Miguel, la serie como el cadete Tello, estrenada en abril de ese mismo año, ya lo había puesto en el mapa.
El pulso de su carrera ha continuado estos últimos años con proyectos para la televisión como Narcos: México, Historia de un crimen: Colosio, Sitiados: México y Hernán. También con largometrajes internacionales como Pájaros borrachos (Les Oiseaux ivres), que le valió una nominación del Círculo de Críticos de Cine de Vancouver como mejor actor, y We are living things, un filme que lo hizo acreedor de la mejor actuación masculina de 2022 del Centre Film Festival de Pensilvania. Este 2024, Guerrero se puso a las órdenes de Angelina Jolie en la quinta cinta de la célebre actriz como directora, Without Blood, un drama basado en la novela Sin sangre del escritor italiano Alessandro Baricco sobre las atrocidades de la guerra y sus consecuencias. La trama cuenta la historia de Nina (interpretada por Salma Hayek), una mujer que va tras la pista de un testigo del asesinato de su padre y hermano (encarnado por Demián Bichir) para atar los cabos de un pasado doloroso, sin revelar el tiempo o el lugar de los acontecimientos. Guerrero, que no le teme a los personajes pequeños —es de los que piensa que “cada vida es protagónica”—, interpreta a El Blanco, brazo armado del villano de la película, Salinas, interpretado por el argentino Juan Minujín.
P. ¿Cómo fue trabajar para una directora-actriz como es el caso de Angelina Jolie?
R. Una gran experiencia. Me dio mucha bola, pero no solo a mí. Me sorprendió mucho la libertad con la que trabajamos. Había una confianza total en lo que estábamos haciendo.
P. Without Blood es una película sobre la venganza, la reparación de daños que se busca con el tiempo. ¿Qué le atrajo del guion?
R. Mis abuelos le llaman “ir a buscar a los tiranos”. Es una película sobre la sanación de heridas muy profundas. Hay una clara orfandad en uno de los personajes principales, y aun así esta saca las fuerzas para encarar a su enemigo y amarlo al final de todo. No sé de dónde viene eso, pero es lo mejor que tiene el arte dramático, la posibilidad de contar estas contradicciones humanas.
P. En Roma le dio vida al odiado Fermín, que abandona a la protagonista a su suerte; en Colosio, es el asesino confeso del político, y en Without Blood, uno de los hombres del villano. ¿Tiene predilección por interpretar a los malos de la historia?
R. Represento a una cultura en gestos y color de piel. En Egipto, Siria, o en otra parte del mundo, sería visto de otra manera.
P. A propósito de lo que afirma, Roma avivó la conversación sobre el racismo en México. ¿Ha experimentado alguna forma de racismo en su trabajo como actor?
R. Podría decirte que he sido víctima, sí, y reaccionar también al hecho de que me dan cierto tipo de papeles; pero a mí me interesa la tragedia humana y desde ahí quiero seguir contando cosas. Claro que he recibido comentarios racistas en el set; claro que me pasaron cosas cuando era chico... Pero quiero ver en el otro a mi hermano, aun así sea mi peor enemigo o un antípoda. Hay que reconocer el racismo y empezar una sanación genuina, pero se tiene que dar en cortito, en cosas bien inmediatas como la forma de relacionarnos, la forma cómo hablamos del otro, cómo vemos al otro, cómo nos contamos frente a la cámara... Si no al rato me vuelvo el verdugo. Por ahí no va.
P. La presencia de actores mexicanos en Hollywood es cada vez más notoria, ¿hay más oportunidades para los actores latinos?
R. Esta película es una muestra de eso. Angelina Jolie pudo haber ido a un barrio latino de California a buscar a los actores, y no, los halló en México. Eso dice mucho de la apertura y la valentía que tuvieron para armar el proyecto. Me he dado cuenta de que hay más inclusión, pero no siento un entusiasmo exacerbado por trabajar en Hollywood solo por la plata. Busco que eso no obnubile todo este proceso poético que para mí es la actuación.
P. En 2019, hubo una gran polémica porque le negaron tres veces el visado para asistir a la ceremonia de los premios Oscar. ¿Cómo se sintió en medio del barullo que se generó? ¿Considera que los medios politizaron el tema?
R. Era un momento delicado a nivel de política exterior con todo el tema del muro... No fui el único caso dentro del reparto, pero el mío fue el más notorio. La agencia con la que colaboraba en México desató toda esta campaña mediática, y se empezó a volver un poco incómodo para mí porque estaba realmente en muchos medios.
P. ¿No le molestó que no le dieran la visa?
R. Fíjate que no. Cuando me la negaron por tercera vez, me di cuenta de que había un problema más grave, un asunto de política exterior que estaba por encima de mí, y ya está. Me dio un poco de tristeza porque la razón de mi viaje era compartir un mensaje artístico, pero la polémica ayudó a que la película se viera más. Se volvió una bomba, y al final me buscaron para darme el visado, y esto lo único que te demuestras es lo absurdo a lo que podemos llegar a nivel institucional con acciones anacrónicas y obsoletas como estas.
P. Lleva muchos años practicando artes marciales, ¿pero es cierto que también se dedica a la astrología?
R. La estudio desde hace tiempo. La astrología te permite transformar a través del símbolo cualquier tipo de inercia en la vida. No creo que esto sea una cosa abstracta. La utilizo en mi trabajo como actor. Le llamaban antiguamente el arte interpretativo porque es el arte de las estrellas. Estas manejan las emociones, el ir y el retroceder. Lo hago en mi tiempo libre, cuando no tengo proyectos, y es muy gratificante.