“Votaré por Trump por mis principios como católica y como refugiada cubana”

Criada en Puerto Rico y residente del Estado de Georgia, María de Junco valora la libertad que hay en Estados Unidos e insta al candidato republicano “a seguir luchando por la democracia”

María de Junco, de 68 años, votará por Donald Trump.

María de Junco salió de Cuba con destino a Puerto Rico cuando tenía solo cinco años y a los 24 se mudó a Estados Unidos. Ahora, viuda y con 68 años, vive en una casa situada a las orillas de un lago en Georgia, uno de los siete Estados péndulo, los que no tienen definido su apoyo y determinarán quién gana las elecciones del 5 de noviembre. Como tantos refugiados cubanos, es una republicana convencida y reconoce que su origen y el hecho de ser católica son las razones por las que votará por Donald Trump. Para ella, el candidato republicano es quien defenderá la democracia en el país y culpa a Kamala Harris de los problemas en la frontera. Opina que el crimen ha aumentado con la llegada de inmigrantes y denuncia que hay mucho tráfico de personas.

Pregunta. ¿Ya ha decidido su voto para el 5 de noviembre? ¿Por quién votará?

Respuesta. Sí, volveré a votar por Donald Trump.

P. ¿Qué es lo que más ha influido en su decisión?

R. Yo tomo mis decisiones siguiendo mis principios como católica y como refugiada cubana. También ha influido en mi voto por Donald Trump lo mal que Kamala Harris ha manejado el tema de la inmigración.

P. ¿Qué le diría a Donald Trump?

R. Le diría que siga luchando para salvar la democracia y la república de los Estados Unidos.

P. ¿Y a Kamala Harris?

R. Le diría que no estoy de acuerdo con su pensamiento ni con cómo manejaron el problema de la inmigración, el problema de la frontera. Ahora hay mucho crimen y tráfico humano y eso me decepciona mucho.

P. ¿Qué es ser latino en Estados Unidos para usted?

R. Significa tener oportunidades y tener libertades, como la libertad de expresión. Especialmente porque yo salí de un país como Cuba, a pesar de que yo me fui de allí de chiquita. Los latinos vienen aquí en busca de la libertad y de oportunidades de trabajo que les permita mantener a sus familias.

P. ¿Prefiere el inglés o el español (o el spanglish)?

R. Me da lo mismo, depende de con quién esté en ese momento. Si me encuentro con personas que hablan en español, prefiero usar esa lengua, pero si no, me comunico en inglés. Lo que no me gusta es usar el spanglish, trato de no hablarlo, aunque es difícil. Me encanta reunirme con mis amigas colombianas, porque ellas hablan un buen español. Los latinos de mi generación y los que son mayores que yo conservan mejor su lengua que los más jóvenes.

P. ¿Ha sentido alguna vez prejuicio o racismo?

R. No, sinceramente. A lo mejor es porque me crié en un ambiente protegido en Puerto Rico. Pero tampoco sentí ningún tipo de racismo cuando llegué a Estados Unidos a los 24 años.

P. ¿Qué le gusta de Estados Unidos?

R. La libertad, la oportunidad que hay en este país para la educación y para tener un buen nivel económico para vivir. También me gusta la seguridad que hay, en todos los sentidos.

P. ¿Qué cambiaría de Estados Unidos?

R. Me gustaría que tuvieran la mente más abierta a otras idiosincrasias y otros países. Los Estados Unidos son un poco limitados al aceptar nuevas ideas de otras culturas. Son muy nacionalistas en ese sentido. Nosotros, como latinos, estamos más abiertos, por ejemplo, a aceptar otras lenguas. Aquí dicen que aprenden una segunda lengua, pero es muy difícil, en realidad no lo hacen correctamente. En Europa no es así, allí todo el mundo tiene más de una lengua.

P. ¿Cómo se imagina dentro de 10 años?

R. Si Dios me da salud, me imagino disfrutando de mis nietos, de la familia y viajando.

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