Videoanálisis | Fiscalía: primer piso
Ernestina Godoy deberá admitir que, en materia de justicia, la Transformación apenas van por el primer piso
La Transformación ha cambiado la vida de millones de personas, pero en materia de justicia apenas van por el primer piso.
La gestión de Alejandro Gertz Manero al frente de la Fiscalía General de la República fue tan atroz que superarla será juego de niños.
A Ernestina Godoy —la nueva fiscal general— le bastará con reducir el 93% de impunidad que dejó su antecesor, abstenerse de judicializar agravios personales, impedir la filtración de expedientes y no estancar los casos más sensibles del sexenio para ser mejor.
En un panorama tan aciago, cualquier progreso será avanzada.
Pero Ernestina Godoy está obligada a ir más lejos. La fiscal general de un gobierno que presume altura de miras y promete transformación no puede conformarse.
La abogada de Sheinbaum está llamada —moral e históricamente— a levantar una institución que yace olvidada para comenzar a pagarnos la justicia que la Transformación adeuda.
Nos debe una fiscalía que judicialice más rápido sin renunciar a hacerlo mejor.
Nos adeuda una autoridad investigadora que priorice la seguridad sin perder de vista la procuración de justicia.
Un órgano acusador que —superada la pretendida autonomía— retome los temas de fondo: servicio profesional de carrera, presupuesto, policía de investigación, agentes del ministerio público.
Ernestina Godoy deberá conducirse con los estándares que exigía en sus tiempos de opositora pero, sobre todo, consciente de que los funcionarios de mañana no serán los mismos de ahora: que Sheinbaum no durará siempre, que un día Omar García Harfuch no estará y que ella misma es pasajera.
La fiscal general, fundadora de Morena y convencida del proyecto de Transformación, deberá admitir —sin sesgos ni pretextos— que, en materia de justicia, apenas van por el primer piso.