El conocimiento y la ciencia guían el futuro de México
El país cuenta con un sólido sistema de conocimientos, pero persisten varios retos. Entre ellos, lograr una ciencia más abierta y accesible o promover los avances científicos y tecnológicos, respetando marcos éticos y derechos humanos
Claudia Sheinbaum no sólo será la primera mujer presidenta de México, también es la primera mujer científica en liderar la política de un país en toda América.
La presidenta electa ya ha dado señales de la importancia que tendrá el conocimiento y las ciencias en su proyecto de gobierno. Por un lado, s...
Claudia Sheinbaum no sólo será la primera mujer presidenta de México, también es la primera mujer científica en liderar la política de un país en toda América.
La presidenta electa ya ha dado señales de la importancia que tendrá el conocimiento y las ciencias en su proyecto de gobierno. Por un lado, siete de las 21 personas titulares de secretarias de su gabinete tienen formación en ciencias naturales o exactas. Por otro lado, resalta la creación de una nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación que presidirá Rosaura Ruiz Gutiérrez, y la apertura de una Agencia de Transformación Digital, a cargo de José Antonio Peña Merino.
México cuenta con un sólido sistema de conocimientos, ciencias, tecnología e innovación (CTI), incluidas universidades públicas, privadas, interculturales y comunitarias, centros de investigación, academias de ciencias, saberes tradicionales, emprendimientos tecnológicos, y redes de investigación en diferentes campos.
Sin embargo, persisten varios retos. Entre ellos, lograr una ciencia más abierta y accesible a la gente; promover los avances científicos y tecnológicos respetando marcos éticos y de derechos humanos; fortalecer el vínculo entre las políticas de educación superior y de CTI; y lograr que la investigación científica ayude a informar, de manera relevante y pertinente, las políticas para hacer las transformaciones sociales, económicas y ambientales que necesita el país.
Para ello debe ser prioritario una mayor inversión en investigación y desarrollo. Según el informe regional Estado de la Ciencia 2023, que publica anualmente la RICYT/OEI, con apoyo de la UNESCO, en 2021, México invirtió el 0.28% de su PIB en investigación y desarrollo, mientras que Argentina el 0.52% y Uruguay el 0.44%. Canadá o España invirtieron el 1.70% y 1.43%, respectivamente.
Posicionar la CTI puede ayudar a sacar mayor provecho a oportunidades económicas como el nearshoring. También se pueden promover programas y polos de ciencia y tecnología en campos estratégicos para México, como en salud, ante la experiencia por la covid-19, o en seguridad hídrica, energías renovables, biodiversidad, e inteligencia artificial, entre otros.
Esos avances serán importantes si ponemos a las personas y al planeta en el centro. Ahí, el papel de las ciencias sociales y las humanidades es fundamental. La inteligencia artificial (IA) generativa, por ejemplo, es una oportunidad y puede ayudar a encontrar soluciones a desafíos sociales y ambientales, pero se debe aproximar desde una mirada ética y de derechos, que evite discriminaciones y sesgos, y protejan la privacidad y los datos personales. Una visión integral de la IA es necesaria para el país y requiere de una estrategia nacional, como sugiere el informe de Estadio de preparación de la IA en México, recientemente publicado por UNESCO en colaboración con ANIA y Centro-i.
Especial prioridad debe ser la inclusión de más mujeres en la ciencia. Su participación en ámbitos de ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) sigue siendo muy baja. Solo el 37% de la investigación científica en el mundo es hecha por mujeres, mientras que en México registró el 31.8%, en 2021.
Hace pocos días, las estudiantes zapotecas Shanni Mora y Rosa Mendoza recibieron el Diploma de Excelencia durante el Premio Internacional Juvenil del Agua 2024 que se entrega en Suecia, por el diseño de un sistema de filtración para purificar aguas residuales del teñido textil en Oaxaca. Ellas demuestran el potencial que tiene el país y se puede trabajar para que dejen de ser casos excepcionales, creando un programa integral de mujeres en la ciencia, con énfasis en áreas STEM, que genere incentivos, reconozca logros, y se apoye con medidas de cuidados.
Desde la UNESCO, como agencia de Naciones Unidas promotora del conocimiento y el derecho humano a la ciencia, ofrecemos toda nuestra capacidad técnica y experiencia internacional para acompañar al Gobierno, a nivel federal y local, y a toda la comunidad científica y tecnológica, en desarrollar políticas y acciones que hagan de México un referente de conocimiento al servicio del bienestar y la prosperidad.