Esthela Damián llega a la Consejería Jurídica: del Plan Michoacán al primer círculo de Sheinbaum
La presidenta, Claudia Sheinbaum, opta por la lealtad y eficacia al nombrar como nueva consejera a una figura de su cercanía que demostró estar dispuesta a trabajar desde cualquier trinchera
Más de siete años de lealtad anteceden el nombramiento de la abogada Esthela Damián Peralta como nueva consejera jurídica de la Presidencia de la República, un cargo que la coloca en el gabinete legal de Claudia Sheinbaum y en su primer círculo de colaboradores. La hoy consejera deja acéfala la Subsecretaría de Prevención de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, una pieza clave en la estrategia de seguridad y en la implementación del Plan Michoacán anunciado para enfrentar la crisis en aquel estado.
Damián llega a la Consejería Jurídica para sustituir a la fiscal Ernestina Godoy, otra colaboradora de todas las confianzas de Sheinbaum, quien dejó el cargo desde el 28 de noviembre. Su nombramiento vuelve a dejar relegado al exministro Arturo Zaldívar, quien había sido mencionado como posible relevo tanto en la Fiscalía como en la Consejería, pero que permanecerá en la Oficina de la Presidencia como coordinador de Política y Gobierno.
La Consejería Jurídica es un cargo que la Ley de la Administración Pública Federal reconoce al nivel de una secretaría de Estado y es un poderoso despacho desde el que se supervisa la constitucionalidad de los decretos y acuerdos emitidos por la presidenta, a quien asesora y apoya en temas jurídicos y desde donde incluso se interponen recursos legales contra decisiones de otros Poderes de la Unión.
Antes de este ascenso, Esthela Damián pasó el primer año del gobierno de la presidenta al lado de otro de sus incondicionales, el secretario Omar García Harfuch, con quien echó a andar uno de los cuatro pilares de la estrategia del gobierno federal en contra de la delincuencia: la atención a las causas. Sus publicaciones en redes sociales dan cuenta de su trabajo comunitario en barrios, zonas rurales, colectivos a los que bautizó como “sembradores de paz”, poblaciones en situación de calle, grupos de deportistas y artistas locales. Esa actividad quedaba coronada cada jueves con un pódcast, en el que ella misma entrevistaba a los artífices de esta política pública. En las últimas semanas, su Subsecretaría se volvió una pieza clave en la instrumentalización en terreno del Plan Michoacán.
Damián estaba asignada a un tema prioritario para la presidenta, pero su cercanía viene de más atrás, desde diciembre de 2018, cuando Sheinbaum se convirtió en jefa de gobierno de la Ciudad de México y la integró a su equipo, primero como secretaria particular y luego como directora general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), una oficina que los usos y costumbres del priismo usaron durante décadas para darle un cargo honorario a las esposas de presidentes y gobernadores. No fue el caso de esta funcionaria, que desde el DIF instrumentó políticas de atención a grupos vulnerables encomendadas por la jefa de Gobierno.
Esthela Damián no tiene una relación histórica con Sheinbaum, pero se ganó su confianza en pocos años. No participó en el movimiento estudiantil de los años 80, ni en la fundación del PRD, el hoy extinto partido que en 1989 aglutinó a las izquierdas mexicanas. No fue colaboradora de Andrés Manuel López Obrador ni fundadora de Morena. Militó en el PRD desde 1997, fue diputada federal y local y renunció en 2015 por diferencias con sus dirigentes. “Seguir en el PRD equivalía a estar con un marido golpeador”, dijo al separarse del partido en el que inició su carrera política.
Después del PRD, tuvo un breve paso de dos años en Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado, donde fue candidata a la alcaldía Venustiano Carranza y dirigente del comité en la Ciudad de México. Al partido naranja renunció en 2017, cuando se formó el frente PAN-PRD-MC que compitió en las elecciones de 2018 llevando como candidato a Ricardo Anaya. “No transito con un frente que busca llevar al PAN a la presidencia”, explicó en su renuncia, poco antes de sumarse a la campaña de Claudia Sheinbaum en la capital del país.
Desde entonces, toda ha sido lealtad y trabajo con la hoy presidenta, quien le reconoció su eficacia y profesionalismo al encomendarle la defensa jurídica de su precampaña, en 2023, y su campaña presidencial de 2024. Como coordinadora de defensa del voto, se estrecharon sus lazos con Sheinbaum y sus principales colaboradores. En una campaña donde sobraban generales, los operadores morenistas le reconocen su disposición a trabajar en cualquier trinchera.
En las últimas semanas, Esthela Damián había sido mencionada como posible precandidata de Morena al gobierno de Guerrero, su estado natal y donde estudió la licenciatura en Derecho. Su candidatura hubiera sido una alternativa al poder de la familia Salgado, que aún podría intentar una sucesión familiar entre Evelyn, la actual gobernadora, y el senador Félix Salgado Macedonio. Pero esa campaña no será hasta 2027 y, por lo pronto, la actual consejera se coloca al lado de Sheinbaum en uno de los despachos más poderosos del gobierno mexicano.