El panadero Richard Hart pide disculpas a México tras decir que en el país “no existe la cultura del pan”
El dueño de la panadería Green Rhino difunde un comunicado tras unas declaraciones en las que criticaba que la harina mexicana es de mala calidad y que las tortas están hechas con “pan feo”
El dueño de la panadería Green Rhino, el británico Richard Hart, ha pedido disculpas este lunes a México tras decir que en el país “no existe la cultura del pan”. “He escuchado la conversación en redes y he leído sus mensajes. Quiero ofrecer una disculpa clara y sincera. Me equivoqué, y lo lamento profundamente”, ha expuesto en un comunicado difundido en redes. Las polémicas palabras de Hart salen del pódcast PopFoodie Radio, publicado en abril del año pasado, pero viralizado en los últimos meses. En él, también defendió que la harina mexicana es de mala calidad y que los bolillos están hechos de “pan feo”. Y vertió críticas contra el pan dulce: “Ni es pan; es pastel”.
La panadería Green Rhino es un local relativamente nuevo ubicado en la colonia de la Roma Norte, en el corazón de la Ciudad de México, que vive un proceso de gentrificación. El pandero británico abrió el establecimiento a finales de junio de este año. Hart expone ahora que desde que se mudó al país se enamoró de la gente de la capital. “Sin embargo, mis palabras no reflejaron ese respeto, en este país soy un invitado y olvidé actuar como tal”, ha subrayado en el escrito. Y ha añadido: “No espero que una disculpa borre el agravio causado, pero sí quiero asumir la responsabilidad de aprender y corregir”. La polémica desatada por las declaraciones llevó a que la cuenta de Green Rhino desactivara los comentarios en Instagram.
El nombre de Richard Hart cuenta con respeto en el mundo culinario. Comenzó a ganar cierta notoriedad a comienzos de los 2000, cuando trabajaba en la panadería Tartine Bakery, en San Francisco. Más tarde cofundó junto al danés René Redzepi la panadería Hart Bageri, en Cophenague. Hart reside en Ciudad de México desde 2023, momento en el que comenzó a cocinar su última idea de negocio, el local de Green Rhino. “Estoy muy feliz de que finalmente llegue la apertura de este nuevo proyecto. Ha tardado mucho, pero he cambiado como panadero y mi menú de hace dos años no habría reflejado en absoluto lo que quiero hoy”, confesaba en junio a este diario.
Escogió México por ser el punto intermedio entre la residencia de sus hijos en San Francisco y el continente en el que tiene varias panaderías, Europa. “¡México está en llamas [on fire]! ¿Lo notas? Se siente como cuando me mudé a Copenhague. Entonces todos los chefs estaban llegando ahí. México está justo en ese punto”, explicaba en esa entrevista. Medio año después, y salpicado por sus palabras en un pódcast, cuenta ahora que su compromiso es “demostrar con acciones, no con palabras, el respeto que la cultura mexicana se merece”. “Aprenderé de esta lamentable experiencia y me esforzaré por hacerlo mejor cada día”, concluye el escrito.