Ir al contenido
COP30

México promete acabar con sus emisiones de carbono para 2050 a pesar de su impulso a Pemex y la industria

El país detalla cómo logrará cumplir con sus nuevas metas, que incluyen un eje de pérdidas y daños por cambio climático y otro sobre políticas de implementación

México no emitirá para 2050 más gases de efecto invernadero a la atmósfera. Este es el compromiso más ambicioso en las 157 páginas con las que el país detalla cómo planea cumplir sus nuevas metas de mitigación de contaminación, su tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Presentadas durante la reunión anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

México no emitirá para 2050 más gases de efecto invernadero a la atmósfera. Este es el compromiso más ambicioso en las 157 páginas con las que el país detalla cómo planea cumplir sus nuevas metas de mitigación de contaminación, su tercera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Presentadas durante la reunión anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Conferencia de Partes (COP30), en Belém, Brasil, el objetivo más cercano es reducir las emisiones netas de dióxido de carbono al menos entre un 31% y un 37% en 2035. Todo dentro de un contexto en el que el Gobierno del país fomenta la industria petrolera y presume el Plan México, una estrategia de desarrollo económico que busca inversiones estratégicas en industria e infraestructura, rubros que, justamente, aumentan las emisiones.

La NDC es el compromiso de cada país para lograr los objetivos marcados en el Acuerdo de París de 2015 de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento global por debajo de dos grados Celsius. Actualmente, las emisiones de gases de efecto invernadero de México rondan los 583 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al año y el objetivo mínimo, en caso de no contar con ayuda internacional, es bajarlas a entre 364 y 404 millones de toneladas para el año 2035. En caso de contar con dinero y tecnología del extranjero, la reducción andaría entre 332 y 363 millones de toneladas.

“Esta contribución vuelve a generar esperanzas, ya que justo es un texto que aborda la crisis climática de una manera mucho más integral que el anterior”, explica Anaid Velasco, gerente de Política Pública e Investigación en el Centro Mexicano de Derecho Ambiental. “Se incluye por primera vez un componente de medios de implementación con medidas de financiamiento climático, capacitación, avances tecnológicos… justo para que no se quede todo en buenas intenciones”, alaba Velasco. Este componente identifica las intervenciones necesarias, también en reformas regulatorias, para garantizar las condiciones que permitan cumplir las metas.

Otro eje nuevo es el Componente de Pérdidas y Daños que “reconoce la importancia de prevenir, minimizar y atender los efectos negativos del cambio climático que persisten a pesar de los esfuerzos de mitigación y adaptación”. “Lo que aquí llamamos técnicamente pérdidas y daños son en la vida real, niñas, niños y familias que lo pierden todo en cuestión de minutos, producto de un clima exacerbado por un modelo de desarrollo depredador”, destacó durante su presentación, Alicia Bárcena, la secretaria de Medio Ambiente de México.

El documento también contiene una serie de metas que México se compromete a cumplir para el año 2030, dentro solo de cinco años. En el tema de gases de efecto invernadero, tiene que reducir un 35% respecto a lo esperado para ese año, que sería un máximo de 644 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al año. En 2023, último año con datos publicados, México emitió un total de 759 millones de toneladas.

México debe tener en 25 años cero emisiones netas, es decir, que la cantidad de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera sea igual a la cantidad eliminada. “Es una meta de mucha ambición, más si tenemos en cuenta el Plan México y el Plan de Negocio de Pemex, el fomento al gas natural… Se habla mucho de reducir, pero no se dice cómo”, critica Velasco.

Para el Sector Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura, el país mantiene la meta nunca lograda de tener lo que se llama una tasa cero de deforestación neta: que la cantidad de bosques y selvas que se talen se compensen con un área igual de reforestación o regeneración. Los últimos datos públicos de la Comisión Nacional Forestal hablan de que la tasa de deforestación anual está en 208.000 hectáreas, concentrada principalmente en los Estados del sur. Esto es equivalente a un poco menos que la superficie de la ciudad de Tokio, Japón.

Para la generación de energía eléctrica, el objetivo inmediato es que para 2030 el 38,5% de la misma sea a través de fuentes limpias. Los últimos datos publicados muestran que, en 2024, el sector eléctrico con energías limpias sólo es el 26,5% del total. Para lograrlo, México se compromete a que sobre el 70% de la nueva capacidad instalada entre 2025 y 2030 será de energías limpias, pero de las 35 plantas de generación eléctrica en construcción, 18 son de combustibles fósiles.

Otras metas enlistadas son las que se marcan en el Plan de Sostenibilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex), publicado a principios de 2024. En este, Pemex, una de las empresas más contaminantes del planeta, asegura que hacia 2030 habrá reducido significativamente las emisiones de gases invernadero resultado de la exploración y producción (61%), refinerías (40%) y procesamiento de gas (60%), además de bajar un 30% sus emisiones de metano respecto a 2020. Para esto, el documento habla de una inversión de 4.000 millones de dólares.

“Hay una cosa que me llamó la atención y es que dicen que van a remediar al menos 361 hectáreas de pasivos ambientales”, apunta Velasco. Estos son los sitios contaminados que no fueron remediados y continúan causando daños al medio ambiente y la salud humana. “Primero, es una obligación jurídica, no puede ser una meta”, lamenta, “y segundo, esa superficie es menos de la mitad del bosque de Chapultepec”. En su Plan de Negocios 2021-2025, Pemex identificó un total de 1.376 hectáreas contaminadas por hidrocarburos.

“México, además, prepara con urgencia la Política Nacional de Adaptación, una estrategia que convierta la vulnerabilidad en resiliencia”, apuntó Bárcena, “el cómo es tan importante como el qué, por ello, el eje de medios de implementación no es decorativo, es una exigencia, precisamos de financiamiento climático real, accesible y predecible, no de asistencialismo; cooperación y transferencia tecnológica, no imposiciones; corresponsabilidad, no simulaciones”. Ahora habrá que ver si, pese a Pemex y el fomento a la industria, México logra (esta vez sí) cumplir con lo prometido.

Sobre la firma

Más información

Archivado En