Las materias pendientes de Sheinbaum: las becas no frenan el abandono escolar, no hay dinero para formar docentes y la mitad de las escuelas no tiene internet
Los especialistas coinciden en que sigue el deterioro de la calidad de la formación y las instalaciones de los colegios pese a los esfuerzos de la Administración
El primer curso lectivo de la presidenta, Claudia Sheinbaum, deja buenas notas y reprobaciones en diferentes materias. La Administración ha centrado sus esfuerzos —y casi la totalidad del presupuesto— en dar becas para facilitar la permanencia y el acceso a la educación. Los cheques no han frenado la deserción escolar, mejorado la preparación de los profesores ni han modernizado las instalaciones de los colegios, que siguen careciendo de conexión a internet en la mitad del país. La Nueva Escuela Mexicana ha cambiado el paradigma para los alumnos y docentes, que en la confusión todavía intentan recuperarse del retroceso vivido durante la pandemia. Los especialistas coinciden en que, pese a los esfuerzos de la mandataria por mejorar la educación media y superior, hay problemas estructurales urgentes en las primarias, donde los niños tienen dificultades en la lectura, las matemáticas y la ciencia.
La lista de becas educativas por las que apuesta este Gobierno no deja de crecer. Desde el refuerzo a las Becas Benito Juárez —que otorga 1.900 pesos bimestrales para la educación media—, hasta la creación de la Beca Universal de Educación Básica Rita Cetina y la Beca de educación superior Jóvenes Escribiendo el Futuro, entre otras. La presidenta se ha comprometido a engrosar la lista de beneficiarios para poder aliviar el peso de la pobreza en el acceso a la educación y la permanencia en las aulas. Sin embargo, las ayudas no han aliviado los problemas más urgentes que tiene el sistema educativo en México, según los especialistas. “Cuando todo lo destinas a becas, no entiendes que el problema del abandono tiene que ver con que los jóvenes tiran la toalla sobre seguir estudiando porque sienten que la escuela no es para ellos. Y ¿por qué sienten esto? Porque traen deficiencias serias que traen en su formación desde la primaria secundaria”, apunta Marco Antonio Fernández, investigador de Política Educativa de la Escuela de Gobierno del TEC de Monterrey y México Evalúa.
La organización civil Educación sin Rumbo asegura que en el último ciclo escolar 994.219 alumnos abandonaron los estudios, especialmente en el nivel medio-superior, el que más ha reforzado el Gobierno con becas. Son casi un 20% más de alumnos que han abandonado sus estudios que en el curso anterior. Sylvia Schmekes, investigadora de la Educación del Sistema Nacional de Investigadores, explica que las becas ahora son universales, es decir, “todo el mundo recibe la beca, incluso aquellos que no la necesitan porque están yendo a la escuela o que permanecen en ella”.
Schmekes, quien fue presidenta de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, reconoce que el Gobierno de Morena sí ha disminuido los niveles de pobreza y de desigualdad, pero que eso todavía no ha tenido una repercusión a nivel educativo. “Es muy probable que cuando [en las familias] hay urgencias, pues se gaste en esas cosas, eso probablemente explique por qué [las becas] no están teniendo el efecto esperado en el acceso y en la permanencia”, explica.
La investigadora reconoce que la iniciativa de Sheinbaum de unificar los planes y programas de estudio de los bachilleres, que de 32 subsistemas diferentes pasaron a unificarse en solo dos opciones —general y tecnológico— con un marco curricular común, era una medida pendiente importante para frenar la dispersión y darle más calidad a la formación. Con todo, todos los especialistas coinciden en que no existe un mecanismo de evaluación para saber si la reforma está mejorando la educación, ya que no hay medidores internos en México para valorar ciclo a ciclo cómo están aprendiendo los alumnos y dónde hay que aumentar los esfuerzos. “La única evaluación que hay es la de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), que es cada tres años y que solamente es con niños y niñas de 15 años”, insiste Schmekes, quien recuerda que México estuvo a punto de quedarse fuera en la última edición por no cumplir los requisitos de la OCDE, entre ellos, el pago de la cuota para realizar la prueba. La investigadora considera que este es uno de los mayores ajustes que necesita el plan de Sheinbaum de la Nueva Escuela Mexicana.
Reprobados en lectura y matemáticas
La última prueba PISA reveló los peores resultados de México en lectura y matemáticas desde 2006. En ciencias hubo un descenso más acentuado que en la media del resto de países participantes. Si bien los resultados estuvieron marcados por las afectaciones de la pandemia que mantuvo las escuelas cerradas por dos años, Schmekes asegura que los maestros ven un claro deterioro del aprendizaje de habilidades fundacionales. “Les preocupa muchísimo estar recibiendo niños que no saben leer ni escribir. Eso se prolonga hasta el bachillerato, prácticamente, y va a estar peor después de que empiecen los efectos de la Nueva Escuela Mexicana”, lamenta y añade que la política de no reprobación que implementó Andrés Manuel López Obrador en el sexenio pasado implica que esas deficiencias se convierten en “un problema que es como patear la pelota hacia delante”.
Fernández, quien ha hecho un análisis de cómo se repartirá el presupuesto en educación, asegura que prácticamente no hay fondos para mejorar la preparación de los docentes, quienes tienen el reto mayúsculo de implementar la reforma educativa. “La gran mayoría de chicos no tiene el dominio del idioma inglés porque un número importante de los profesores no tiene el nivel mínimo del B2”, cita como ejemplo. También señala una cruda realidad en las aulas: más del 50% de los planteles públicos de la educación media superior en México no tienen una computadora con acceso al internet. En sus visitas a diferentes escuelas del país, varios alumnos le repetían que, si tienen computadoras, estas tienen más de 12 años, que no hay dinero para licencia de software y que no tienen laboratorios. Esa desigualdad y carencias en las aulas, tanto en instalaciones como en calidad de educación, es una de las principales causas del abandono escolar, según Fernández. “Hoy de 100 niños que entran a la primaria en México, solo 29 van a terminar sus estudios de educación superior y el presupuesto que presenta [Sheinbaum] no resuelve ese problema”, sentencia.
La propuesta pedagógica de la Nueva Escuela Mexicana promete “equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación”, sin embargo, la investigadora en Políticas de Educación del Cinvestav Alma Maldonado asegura que carece de parámetros concretos y que su implementación en todo el país fue un proceso “precipitado” lleno de errores. “Hay personas muy entusiastas con este nuevo modelo que piensan que sí va a ser la solución, que hay que darle tiempo, pero también hay muchos docentes que ya están hartos de todos estos cambios cada siglo”, resalta y señala que los únicos materiales que tienen los maestros —y también muchas familias— siguen siendo “libros llenos de errores”, en referencia al escándalo del contenido editorial de los libros de texto de López Obrador que nunca se corrigió.