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Paraguay expulsa al Comandante H, el exjefe policial de Tabasco acusado en México de dirigir un grupo criminal

Hernán Bermúdez fue detenido la semana pasada en el país sudamericano y su extradición estaba en trámite como líder de La Barredora en paralelo a su función policial

El Gobierno de Paraguay ha entregado a México a Hernán Bermúdez Requena, exjefe de la Policía de Tabasco y presunto líder del grupo criminal La Barredora, vinculado al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El Comandante H, su alias, fue apresado en el país sudamericano el pasado fin de semana, a pedido de la Cancillería mexicana. Las primeras versiones apuntan a que Bermúdez fue “expulsado” de Paraguay, en lo que sería un movimiento legal distinto al burocrático proceso de extradición y que recuerda a la manera como México, a su vez, ha entregado a decenas de narcotraficantes de interés para Estados Unidos en meses recientes.

Es previsible que el Comandante H llegue este miércoles o la madrugada del jueves a México, donde de momento es requerido por la Fiscalía de Tabasco, que le acusa de asociación delictuosa, extorsión y secuestro. No se sabe aún si la Fiscalía General de la República (FGR) ha presentado a su vez denuncias del orden federal contra el exfuncionario, como podría derivarse por sus presuntos nexos con el CJNG, uno de los carteles mexicanos designados organizaciones terroristas transnacionales por Estados Unidos. La llegada de Bermúdez a México supondrá un nuevo capítulo de tensión en la arena política, por su cercanía con el influyente senador de Morena Adán Augusto López López, quien le designó jefe de la Policía estatal en sus años como gobernador de Tabasco.

Hernán Bermúdez es trasladado a México tras su detenciónFoto: SENAD | Vídeo: SSPC

El Secretario de Seguridad de México, Omar García Harfuch, ha confirmado la entrega de Bermúdez bajo la figura de la “expulsión”. El funcionario ha explicado que el Gobierno de Paraguay tomó esa decisión en virtud de que Bermúdez ingresó al país sudamericano de manera irregular. Se ha documentado que exmando policiaco estaba en la nación sudamericana desde marzo, y que se refugió en una amplia casa con alberca y otras comodidades. Estuvo todo este tiempo con su esposa, quien, a diferencia de él, ingresó legalmente al país y por lo tanto no ha sido expulsada. Imágenes difundidas por el Gobierno mexicano muestran que Bermúdez tenía entre sus pertenencias seis teléfonos y varios fajos de dinero en efectivo.

El Comandante H será internado en el penal federal de máxima seguridad de Almoloya, en el Estado de México. La Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay, a cargo del operativo de traslado, ha señalado que Bermúdez era “uno de los principales objetivos criminales de México” por sus “vínculos directos” al CJNG, “una de las organizaciones delictivas más poderosas y violentas del hemisferio”. “Con esta acción, Paraguay reafirma su firme decisión de no otorgar refugio a actores del crimen organizado transnacional, consolidando la cooperación judicial y policial con países aliados en la lucha frontal contra las redes criminales que operan a nivel regional”, ha indicado la dependencia en un comunicado.

La sorpresiva entrega de Bermúdez a México deja espacio a la posibilidad de una negociación de índole política entre los gobiernos de ambas naciones. Tras la captura del exjefe policiaco, en un barrio al norte de Asunción, la capital de Paraguay, las autoridades de ese país habían pedido a México entregar el registro criminal de Bermúdez para concretar su extradición en un plazo de dos meses. La “expulsión” del exfuncionario supone que se dejó de lado el formalismo burocrático. El medio ABC de Paraguay ha explicado que México comunicó por la vía diplomática su desistimiento de la detención con fines de extradición, con lo que el exfuncionario de Tabasco pasó a ser llanamente un ilegal en aquel país. Fue una jugada a dos bandas.

La urgencia en la entrega de Bermúdez a México indica que su enjuiciamiento está entre las prioridades de la Administración de Claudia Sheinbaum, no importando el desgaste político que pueda suponer. Esa voluntad de tumbar cualquier estructura delictiva surgida al amparo de su partido, Morena, o del Gobierno podría explicar otros dos golpes recientes: el desmantelamiento de la red de huachicol incrustada en la Marina y la captura de Alejandro N., alias El Choko, un presunto criminal con vínculos a políticos morenistas. No deja, sin embargo, de haber dudas en torno a la seriedad del caso contra el Comandante H. Por ejemplo, la poco clara remoción del general del Ejército Miguel Ángel López de la zona militar de Tabasco en días recientes. López fue quien dio a conocer las investigaciones contra Bermúdez y su huida de México. Sheinbaum ha asegurado que el relevo del general no es un castigo.

En Tabasco, la situación es compleja desde hace años. Durante el Gobierno de Adán Augusto López, entre 2019 y 2021, los homicidios aumentaron. López, que había sido electo por seis años, dejó el cargo y fue a ocupar la Secretaría de Gobernación federal por petición del presidente, Andrés Manuel López Obrador. La situación se agravó en los tres años siguientes, con Carlos Merino, cercano a Adán Augusto, de gobernador interino. Grupos del crimen organizado disputaron el tráfico de drogas o el huachicol, principalmente el CJNG. La Barredora se convirtió en una suerte de franquicia del cartel jalisciense en Tabasco. Documentos del Ejército asientan que el Gobierno federal sabía de los presuntos enjuagues de Bermúdez desde hace algunos años.

Muchas dudas versan sobre qué tanto sabía Adán Augusto, como se le conoce al hoy senador, de los malos pasos de su jefe policiaco. Un político muy cercano a López Obrador, el exgobernador ha reconocido su relación de amistad de años con Bermúdez, pero ha negado estar al tanto de su récord criminal.

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