El Congreso mexicano arranca con el paquete económico y el combate a la extorsión como prioridades
La mayoría morenista marcará el ritmo de las discusiones en el Senado y la Cámara de Diputados bajo la batuta de Claudia Sheinbaum
El Congreso mexicano arranca este lunes un nuevo periodo de sesiones que avanzará al ritmo de las prioridades de la presidenta, Claudia Sheinbaum, y del partido gobernante, Morena. Las encomiendas que tienen de frente los legisladores oficialistas no son menores. El paquete económico marcará la hoja de ruta del segundo año de Gobierno de la mandataria, indispensable para cumplir con los objetivos de su Administración; así como una serie de reformas constitucionales y legales que darán el pistoletazo a su cruzada para combatir el delito de extorsión, cuyos índices no han podido anunciar a la baja. Los ciudadanos son víctimas de amenazas todos los días: los comercios, los servicios y el transporte se ven obligados a pagar cuotas criminales para trabajar. Combatirlo requiere reformas a la Constitución, en materia de extorsión, en el Código Nacional de Procedimientos Penales y en la ley Contra la Delincuencia Organizada. Junto con otro puñado de cambios legales, entre ellas la reducción gradual de la jornada laboral de 45 a 40 horas, serán las prioridades en los tres meses del nuevo periodo de sesiones.
El Senado y la Cámara de Diputados, se prevé, estarán dirigidos por dos mujeres: Laura Itzel Castillo, de Morena, y Kenia López Rabadán, del PAN, respectivamente. Esta última, aún no ha logrado los consensos necesarios. Es así que la moneda está en el aire sobre quién será el panista que ocupe el cargo que un sector del oficialismo buscaba mantener. “Morena tiene que ser respetuoso de la ley. Le toca al PAN”, dijo el vicecoordinador de los diputados morenistas, Alfonso Ramírez Cuéllar. Las legisladoras serán, a partir de este 1 de septiembre, las nuevas presidentas de las Cámaras. Estas decisiones se han tomado en el seno de sus grupos parlamentarios. Las bancadas de todos los colores políticos se han acuartelado en los últimos días para celebrar, por separado, sus plenarias, citas a puerta cerrada en las que examinan las inminentes batallas legislativas.
La oposición también ha enlistado su agenda, una que no tiene demasiadas oportunidades de prosperar ante la mayoría aplastante de Morena y sus aliados, el PVEM y el PT, estos últimos, condicionados a los dictados del partido guinda. El bloque opositor que forman PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, está destinado —igual que el año pasado— a un papel testimonial, a protestas, posicionamientos en el debate y poco más.
La oposición también ha puesto el foco en el presupuesto, en defender sus prioridades, que no pasarán sin los votos del oficialismo con quien hoy tienen una tirante relación. Recursos para el campo, para salud, educación y seguridad, entre muchos otros. Un compendio de buenos deseos. El paquete económico que el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, entregará el 8 de septiembre a la Cámara de Diputados tiene fondo, esta propuesta, de acuerdo con legisladores de Morena, incluye recortes presupuestales a los programas sociales que se han disfrazado como compactaciones programáticas que se verá a detalle una vez que el proyecto final quede listo. La operación no es menor y la mandataria ha puesto a sus más cercanos a cargo para sacarlo sin tropiezos.
El fortalecimiento de los ingresos, conservando el mensaje de no aumento a los impuestos, ni a las tasas de interés, es prioritario para Sheinbaum. Como consecuencia, los legisladores oficialistas se alistan para sacar a flote una Ley de Ingresos que ponga el acento en la evasión fiscal. “Particularmente, se pondrá mucha fuerza en la facturación falsa y en la erradicación del boquete inmenso que representan los factureros”, detalla Ramírez Cuéllar, uno de los legisladores cercanos a la presidencia. Otras fuentes de recaudación serán el comercio exterior, la continuidad en la regulación fiscal del comercio electrónico y la revisión de un puñado de importaciones, sobre todo de textiles y de calzado. En este último, el Gobierno ha dado el primer paso. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha anunciado este jueves que ya no se podrá traer calzado terminado a México bajo el régimen fiscal de importación temporal. Con lineamientos fiscales y una ley de ingresos consistentes, el Gobierno tiene la meta clara: elevar hasta dos puntos del Producto Interno Bruto, la recaudación y la reducción del déficit para pasar de 4,5% a 3,9%. Temas que la Cámara baja irá diseccionando en los próximos meses.
El arranque de los trabajos legislativos viene cargado de una tirante relación, más allá de lo habitual, entre una parte de la oposición y el oficialismo. El choque ha tenido como hilo una batería de escándalos que acumuló este verano el partido gobernante. Primero por la polémica por los presuntos nexos con el narco de Hernán Bermúdez Requena, el secretario de Seguridad del hoy senador y coordinador de Morena en la Cámara alta, Adán Augusto López, cuando gobernó Tabasco. Después, las muestras de poder adquisitivo de los pesos pesados de Morena, desde los que tuvieron vacaciones de lujo, hasta los que ostentaban sus millonarios bienes y propiedades. La incipiente crisis de Morena se sazonó con la detención y juicio de Ismael El Mayo Zambada, que declaró ante la justicia de Estados Unidos que sobornó durante décadas a funcionarios y políticos de México para que permitieran operar al Cartel de Sinaloa. El punto de ebullición llegó el miércoles de la semana pasada con el encontronazo a golpes entre los senadores Alejandro Alito Moreno y Gerardo Fernández Noroña, este último, presidente del Senado.
La discusión casi inminente de la solicitud de desafuero que la Fiscalía de Campeche presentó contra el senador y líder del PRI por el presunto desvío de 83,5 millones de pesos cuando gobernó el Estado sureño, entre 2015 y 2019, también se perfila para ser otro de los grandes temas que el Congreso, —en el que tiene mano la Cámara de Diputados— tendrá que discutir.