Detenido en Ciudad de México el expresidente del Cruz Azul Guillermo ‘Billy’ Álvarez tras cinco años prófugo

El hombre, de 79 años, tiene una ficha de búsqueda de la Interpol, y está acusado de lavado de dinero, extorsión, administración fraudulenta y delincuencia organizada

Guillermo Álvarez detenido este jueves en Ciudad de México.Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana (EFE)

Han pasado casi cinco años, una fábrica totalmente saqueada, una ciudad entera descompuesta y dividida y miles de trabajadores y sus familias en un limbo que parecía interminable, hasta la tarde de este jueves, que la Fiscalía General de la República (FGR) ha detenido finalmente a Guillermo Héctor Álvarez Cuevas, de 79 años, más conocido como Billy Álvarez, el empresario hidalguense que dirigió durante más de 35 años la Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L., estuvo a cargo del equipo de fútbol del mismo nombre y fue la cara de otros negocios que abarcaron los deportes, hostelería y servicios financieros. El otrora poderoso empresario está acusado de delincuencia organizada, lavado de dinero, administración fraudulenta y defraudación fiscal.

Elementos de seguridad del Gobierno en coordinación con la FGR cumplieron con la orden de aprehensión en contra de Álvarez, en el sur de Ciudad de México, “por el delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos en materia de operaciones con recursos de procedencia ilícita”, dijeron las autoridades. Álvarez era buscado por la Organización Internacional de la Policía Internacional (Interpol) en 196 países por varios delitos, incluidos crimen organizado, lavado de dinero y extorsión. Además, las autoridades aseguran que el empresario, “al estar al frente de una cooperativa” operaba pagos por cantidades millonarias y disponía de los recursos de esa empresa. La Cooperativa La Cruz Azul se fundó en 1881, en Hidalgo, su fábrica insignia, y cuenta con otras tres plantas: en Oaxaca, Aguascalientes y Puebla. Álvarez era el director del conglomerado desde 1988, dos años después de que se convirtiera también en director del club de fútbol del mismo nombre.

Álvarez, buscado por las autoridades desde agosto de 2020, se encontraba en una revisión médica la tarde de este jueves, tras ser detenido, y ha sido puesto a disposición de un juez de Distrito en el Estado de México, para ser llevado al penal de Almoloya de Juárez. En redes sociales se ha compartido un video en el momento en el que el empresario es notificado en su casa sobre la orden de aprehensión, se le leen los derechos y los delitos de los que está acusado y él termina extendiendo sus manos para ser esposado. “Mire, vamos a cumplir una orden de aprehensión, por los delitos de delincuencia organizada, entre otros, girado por un juzgado...”, le explican dos hombres mientras Álvarez sostiene sorprendido los documentos.

El saqueo de la Cruz Azul

De la bonanza que llevó consigo el cemento y el fútbol no queda nada. La ciudad que cambió su nombre, empujada por trabajadores cooperativistas en Hidalgo (a unos 90 kilómetros de Ciudad de México), que pasó de llamarse Jasso a Ciudad Cooperativa Cruz Azul, hoy luce como nunca antes sus habitantes se lo hubieran imaginado. Un centro comercial destruido, el auditorio y cine abandonados; los negocios muertos y los vecinos en alerta constante ante las amenazas que las disputas y la violencia trajeron consigo. El inicio de todo, todos lo recuerdan: agosto de 2020. Cuando las autoridades mexicanas solicitaron la colaboración de la Interpol para localizar y detener a Guillermo Billy Álvarez tras emitir una orden de arresto por delincuencia organizada y lavado de dinero.

En mayo de ese mismo año la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló las cuentas de Álvarez tras una investigación de la Fiscalía para indagar el uso de dinero de la cooperativa para destinarlo a servicios de consultoría de empresas que habían sido señaladas por el fisco mexicano de realizar operaciones simuladas. En ese entonces, se detectaron operaciones irregulares por 1.200 millones de pesos (más de 57 millones de dólares). Unos meses antes, el Consejo de Administración de la cooperativa presentó la denuncia ante la Procuraduría de Justicia de Ciudad de México contra Álvarez y pidió que el empresario se apartara de la empresa y afrontara las consecuencias legales.

En agosto de 2020, un grupo mayoritario de socios cooperativistas respaldaron, con un 70% de sus votos, que las presidencias de los Consejos de Administración y Vigilancia, estuvieran encabezadas por Federico Sarabia y Alberto López, respectivamente. Sin embargo, lo que siguió fue una disputa entre dos grupos dentro de la cooperativa, ya con Álvarez prófugo, que ocasionó el saqueo casi total de la fábrica en Hidalgo, y, lo que es más grave, el uso de presuntos grupos de choque que intentaron, al menos en cinco ocasiones entrar de manera violenta a las instalaciones para despojar a los trabajadores —presuntamente afines al grupo de Álvarez— que seguían dentro, resguardándola, a dejarla. Uno de los episodios más terribles tuvo lugar en abril de 2022, cuando por lo menos ocho personas murieron tras un enfrentamiento entre trabajadores y personas armadas desconocidas que llegaron en autobuses a la ciudad para tratar de romper el cerco de los cooperativistas.

Hace solo unos días, el pasado 12 de enero, a través de un comunicado en la prensa nacional, la Cooperativa La Cruz Azul informó que a partir del 1 de febrero próximo, la empresa suspendería el pago de 2.812 trabajadores que seguían percibiendo su salario, pero que no podían ingresar a las instalaciones de la fábrica. Los destinatarios de esa carta eran la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, entidades de Gobierno que no habían querido intervenir en el conflicto durante los años que llevaba prófugo Álvarez, incluso aún después de las muertes que se dieron tras los hechos violentos.

En un comunicado, después de varias horas de la detención, la Cooperativa agradeció la actuación de las autoridades, y dio por hecho que es la respuesta a su petición de días anteriores: “Este acto refleja el movimiento de transformación que vive el país y sus instituciones de justicia”, dijeron.

Información proporcionada por la propia cooperativa, apunta a que unas 5.000 toneladas diarias de cemento se dejaron de comercializar por cada día que no ha podido funcionar la empresa en Hidalgo.

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