México denuncia el robo de una pintura rupestre de unos 2.000 años de antigüedad
Los ladrones cortaron la piedra con sierras eléctricas y provocaron daños irreversibles en La Cueva Pinta, en el Estado de Coahuila
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha denunciado los daños provocados en La Cueva Pinta, Coahuila, al norte de México, tras el robo de una de sus piezas más famosas: una pintura rupestre con una mano en tonos rojizos que data del 800 a.C aproximadamente. Los ladrones desgajaron con una sierra eléctrica y taladros parte de la pared, causando múltiples destrozos en el lugar y posiblemente, según declara a este diario Francisco Aguilar, director del INAH en Coahuila, la destrucción de toda la imagen.
El INAH ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía General de la República contra quien resulte responsable por la destrucción del patrimonio arqueológico nacional y exhorta a las autoridades a que tomen medidas y encuentren a los responsables. Aguilar cuenta a este diario que fue alertado el fin de semana por varios turoperadores que trabajan en la zona, un lugar de gran valor ecológico, arqueológico y paleontológico. La cueva está ubicada en el municipio de Cuatro Ciénegas, a unos 400 kilómetros de Saltillo, capital del Estado y a unos 70 kilómetros de la cabecera municipal más cercana. Se trata de uno de los enclaves arqueológicos más antiguos de México. Miles de años antes de existir las pirámides, los primeros pobladores del norte del país dejaron sus huellas en aquellas paredes.
La cueva posee una gran relevancia arqueológica y forma parte de múltiples estudios e investigaciones científicas sobre las culturas del desierto en México. Muchas de las figuras de La Cueva Pinta están superpuestas, lo que sugiere que fueron realizadas en diferentes momentos del tiempo, a lo largo de varias generaciones entre 5.000 y 500 años antes de nuestra era, explica Aguilar Moreno. “Eran cazadores y recolectores que vivían en grupo y los dibujos en la piedra eran la manera en la que representaban la época de lluvia, el sistema solar, la temporada del venado o dónde había madrigueras de animales”, explica. El director del INAH en Coahuila comenta que en la cueva también existían figuras antropomorfas, como la representación de un chamán o curandero y que desafortunadamente esta imagen fue dañada durante el asalto. “Estoy consternado. Nos arrancaron un libro en piedra de la historia de Coahuila”, dice el arqueólogo.
La mano desaparecida formaba parte de un panel de unos cinco metros de ancho y tres metros de alto con otras pinturas rupestres. Junto a esta pieza, se extrajeron otras dos figuras más, de las 150 que hay en la cueva. Todas están pintadas en colores rojo, amarillo, blanco, negro y naranja. Durante estos días, un grupo de arqueólogos acreditados se ha desplazado hasta la zona para evaluar los destrozos. “Las acciones perpetradas han ocasionado un daño irreparable en términos arqueológicos, históricos y culturales; hemos encontrado fragmentos de estas pinturas en el suelo como consecuencia de la maquinaria que utilizaron”, dice el director del INAH.
El sitio afectado se encuentra en la Sierra de Australia, un lugar donde se encuentran algunos de los vestigios más antiguos de los primeros habitantes del norte de México. Estas culturas tuvieron un papel fundamental para el desarrollo de la agricultura en Mesoamérica. “El daño causado constituye una grave afectación al patrimonio arqueológico tanto en su conservación como en su valor histórico y cultural”, aseguran desde la Secretaría de Cultura federal. El Estado de Coahuila cuenta con más de 3.000 sitios arqueológicos a lo largo de sus 150.000 kilómetros, muchos de ellos se encuentran en terrenos alejados o en propiedades privadas, como es el caso de La Cueva Pinta.
El arte rupestre en México está ligado a la historia de los flujos migratorios más antiguos de Norteamérica. Algunos de los mejores ejemplos del país se encuentran precisamente en los Estados más al norte en Sonora, Sinaloa, Chihuahua, la península de Baja California, Nuevo León y Coahuila. “Esas pinturas nos hablan de nuestros antepasados, gente que venció al desierto 2.000 años antes de que existieran otras culturas”, advierte Aguilar.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el INAH y el Centro INAH Coahuila han condenado las lamentables acciones y hacen un llamado a las autoridades para que tomen medidas y encuentren a los ladrones. “Se busca castigar con todo el peso de la ley a quienes perpetraron esta falta de respeto hacia los antiguos pobladores del desierto”, señalan en el comunicado. También piden a la población que proteja los sitios arqueológicos y valore el patrimonio que pertenece a toda la sociedad. “El patrimonio arqueológico nacional está protegido por la Ley Federal de Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y es responsabilidad de todos los mexicanos y mexicanas respetarlo, conservarlo y protegerlo”, subrayan desde el INAH. “Lo que más coraje da es que le han quitado el privilegio de conocer su cultura a las generaciones futuras”, se lamenta Francisco Aguilar.