Pepa Bueno: “No se puede ser neutral ante grupos que limitan los derechos o discriminan”

El periodista tiene que estar dispuesto a contrastar su mirada personal con la realidad. Para Pepa Bueno, directora de EL PAÍS, este es uno de los puntos clave que distingue al oficio periodístico de la literatura. Bueno ha participado este jueves en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en la charla Cruce de caminos: Periodismo y literatura, al lado del escritor, catedrático y crítico literario Jordi Gracia, y que ha sido moderada por el periodista cultural Winston Manrique Sabogal. Ha sido Manrique quien ha abierto la conversación planteando las diferencias entre el periodismo y la ficción basada en historias reales. “La diferencia entre la literatura y el periodismo es el método y la aproximación”, ha defendido Bueno.

La directora de EL PAÍS ha explicado a los asistentes que los periodistas cuentan con un método de trabajo que busca acercarse a la realidad, incluso cuando el resultado llega a contradecir el punto de vista del profesional. “La evidencia de que el periodismo no es activismo es que a veces tu aproximación de la realidad contradice tu mirada. Y hay que ser valientes para contarlo”, ha señalado. Bueno ha apuntado que la literatura y el periodismo son “perfectamente compatibles”, pero que la forma de contar la realidad es un factor diferencial entre los dos.

Gracia, quien es adjunto a la directora de EL PAÍS, ha recordado la obra literaria de Javier Cercas –como Soldados de Salamina y Anatomía de un instante– para explicar que las ficciones basadas en hechos reales tienen un acercamiento distinto al periodismo para enhebrar sus historias. “Es posible mantener la lealtad al presente y conseguir la emoción de lo literario”, ha asegurado. El catedrático de literatura y codirector de la revista TintaLibre, ha insistido en que en las obras de ficción, como en el periodismo, también existen momentos en los que el autor confronta a su lector para obligarlo a entrar en contradicción consigo mismo. “Poner contra las cuerdas al lector es una de las cualidades de la literatura”, ha añadido.

Bueno ha apuntado también hacia la actualidad y los giros que las democracias han dado en los últimos años en el mundo. Ante ello, asegura que los periodistas deben ser conscientes de que existen “burbujas de confort ideológico” y que para contar la realidad no solo pueden acercarse a aquellas que corroboren sus hipótesis. Sin embargo, señala que es vital una base de principios y valores para el enfoque de las historias. “No se puede ser neutral ante grupos que limitan los derechos o discriminan”, ha dicho. La periodista ha recordado que a lo largo de su trayectoria, en la radio y en la prensa, ha tenido la posibilidad de conocer de forma inmediata la opinión y la reacción de sus oyentes y lectores. Esos comentarios no han sido siempre amables o agradables, pero le han servido para comprender que los periodistas deben proteger su independencia a toda costa: “Tenemos que defender nuestra independencia también frente a aquellos que te eligen para informarse”.

La directora de EL PAÍS ha explicado que el ejercicio periodístico actualmente debe estar acompañado por un triple ejercicio de transparencia: la transparencia profesional, para contarle a las audiencias cómo hacen los periodistas su trabajo; la transparencia editorial, para dejar en claro cuáles son los valores que defiende el medio de comunicación; y la transparencia financiera, para explicar el origen de los recursos con los que los periodistas hacen su trabajo. Bueno ha defendido el periodismo que utiliza el contexto “como parte esencial” y ha insistido en que hay principios que son inamovibles en el ejercicio de una profesión que cuenta la realidad.