La violencia machista en México obliga a 24.000 mujeres y sus hijos a vivir en refugios
La Red Nacional de Refugios advierte que sus usuarias han aumentado un 75% en lo que va de año
Unas 24.000 mujeres y sus hijos e hijas se han visto obligados a vivir en un refugio huyendo de la violencia machista en México. Así lo atestiguan las cifras recientes que acaba de publicar la Red Nacional de Refugios (RNR), una de las instituciones más consolidadas en la atención de la violencia contra las mujeres en el país. La organización advierte en su último informe que en lo que va de año sus usuarias han aumentado un 75% respecto al mismo periodo del año anterior.
La violencia se ha convertido en uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres en México. El 39,9% de ellas dice haber vivido violencia de pareja y el 10,3%, de parte de algún familiar. Son datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en el Hogar (ENDIREH), elaborada en 2021 por el Instituto de Estadística (Inegi). Estos números demuestran que la violencia familiar sigue siendo el tipo de violencia más común dentro de los hogares mexicanos. Sin embargo, los golpes, las amenazas y los abusos en el entorno familiar suelen ser los menos denunciados por miedo a represalias y por falta de recursos. En muchas ocasiones estos malos tratos se convierten en la antesala de algo peor. Cada día, entre 10 y 11 mujeres son asesinadas en el país. Muchas de ellas, por razones de género.
Las pocas que logran escapar de este ciclo de la violencia, llegan a refugios como el de la RNR que brindan a las víctimas y sus hijos un lugar en el que poder sanar y donde emprender un proceso legal contra sus maltratadores. La violencia machista no solo afecta a las mujeres, víctimas del maltrato; afecta a las infancias, víctimas directas o indirectas de lo que sucede en los hogares. El 70,1% de las mujeres de 15 años o más en México asegura haber sufrido, al menos, un incidente violento en su vida, bien de carácter psicológico, económico, patrimonial, físico, sexual o por discriminación. De hecho, el 84% de las mujeres que ingresaron a un refugio vivieron violencia física y el 53% violencia sexual, señalan desde la red.
Entre enero y julio de 2024, la RNR atendió a unas 8.000 familias en sus 77 centros, algunos de ellos con una ocupación que supera el 100%. La mayoría de las mujeres se comunicaron con los refugios a través de las redes sociales o por llamadas telefónicas. En esas llamadas el 91% aseguró vivir violencia familiar, violencia física, psicológica y violencia económica.
En lo que va de año la RNR ha impulsado no solo la prevención y atención de la violencia, sino ha asesorado de manera gratuita a unas 6.000 mujeres a través de atención psicológica, acompañamiento legal, atención médica, emprendimiento social y acceso a la educación. “Mi vida ha cambiado bastante desde mi estancia en el refugio en varios aspectos: principalmente mi perspectiva de la vida, a través de los talleres y sesiones individuales pude reconocer mi esencia…a gestionar mis emociones…a convivir y entender a mis hijos; trabajé mi autoestima, la responsabilidad afectiva…Ahora miro la vida de una manera diferente, ahora entiendo que sí hay personas que pueden ayudarte y que se interesan por ti y tu bienestar”, comenta Lizbeth, de 23 años, una usuaria de Durango.
Pese a los avances que existen para que las mujeres accedan a este tipo de espacios seguros, desde la red señalan que es necesario revisar los requisitos y el seguimiento de la protección a las víctimas de violencia familiar para evitar agresiones o intentos de feminicidio después de haber salido del hogar. Existen numerosos casos de mujeres que pese a tener órdenes de alejamiento, han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. En muchos casos aunque existen órdenes de protección, su implementación enfrenta deficiencias que no garantizan la seguridad. Muchas mujeres han señalado obstáculos, como la inoperancia de los botones de pánico que les entregan o de exigencias imposibles de cumplir para renovar las órdenes de alejamiento.
Si vives una situación de violencia familiar, comunícate con la Red Nacional de Refugios en el teléfono: 800 822 44 60 o si vives en el Área Metropolitana de Ciudad de México y el Estado de México puedes contactar a través del: 55 56 74 96 95 o en el 55 52 43 64 32.
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