La FGR pide información al gobernador de Sinaloa sobre su presunta reunión con ‘El Mayo’ Zambada
La instancia federal ha solicitado atraer “con carácter urgente” el asesinato del exalcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén
La Fiscalía General de la República (FGR) ha anunciado este domingo que se ha puesto en contacto con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, para solicitarle información sobre su relación con Ismael El Mayo Zambada. Esta petición llega un día después de que el capo mexicano afirmara en una carta que fue secuestrado y trasladado a Estados Unidos cuando iba a una reunión con el mandatario morenista. Rocha dijo el sábado que no había ningún elemento para vincularlo y pidió a la instancia federal que investigara el asunto. La FGR ha solicitado atraer “con carácter urgente” el asesinato del exalcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén.
Rubén Rocha apareció el sábado junto al presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum en la inauguración de un hospital en Sinaloa, unas horas después de la publicación de la carta del Mayo. “No tiene nadie del crimen organizado que citarme a una reunión para resolver un problema, no hay por qué. Los problemas del gobierno los resolvemos en las instituciones, no tenemos complicidad con el crimen”, dijo el gobernador justo antes del evento, “no hay absolutamente nada, nada que pueda vincularme con ese asunto, nada, lo digo de manera tajante, contundente”. El mandatario ha asegurado que él estaba fuera de Sinaloa el 25 de julio: “Todo me lo estuvieron informando durante el día y durante la noche. Regresé el siguiente día muy tempranito”.
Dos semanas después del arresto de El Mayo en suelo estadounidense, el puzzle de su detención sigue sin completarse. El poderoso fundador del Cartel de Sinaloa, quien nunca había pisado la cárcel y vivía escondido en la sierra de Sinaloa, fue atrapado por las autoridades de EE UU, cuando bajó de un avión en Santa Teresa, Nuevo México, acompañado de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo Guzmán, conocido como El Güero. Desde ese 25 de julio se han multiplicado las versiones sobre cómo había llegado el capo, de 76 años, a ser servido en bandeja a los agentes estadounidense.
El Mayo, que va a ser juzgado en la misma corte de Nueva York que condenó a El Chapo, está acusado de conspiración para traficar cocaína y marihuana, conspiración para lavado de dinero, posesión ilegal de armas de fuego y el asesinato de al menos cuatro narcotraficantes. En ese marco, el líder del grupo criminal difundió el sábado una carta a través de su abogado en la que daba a conocer los detalles de su detención.
Según esta versión, Zambada iba a reunirse con Rubén Rocha y Héctor Melesio Cuén para “ayudar a resolver diferencias” entre ambos políticos. “Yo sabía de la disputa abierta entre ellos (...) sobre quién debería dirigir la Universidad Autónoma de Sinaloa”, escribe el capo. El encuentro había sido preparado por Joaquín Guzmán López, sobre quien El Mayo afirma que confiaba porque lo “conocía desde niño”.
La reunión iba a ser a las 11 de la mañana del 25 de julio en un rancho y centro de eventos llamado Huertos del Pedregal, justo a las afueras de Culiacán. Al llegar ahí, Zambada afirma que fue llevado a una habitación, golpeado y obligado a subir en un coche, y después en un avión con El Güero. Unas tres horas después, la aeronave aterrizó en Santa Teresa, una localidad cercana a El Paso, Texas, donde ya esperaban las autoridades estadounidenses, quienes detuvieron a ambos. “Fui llevado a este país a la fuerza y bajo coacción, sin mi consentimiento y en contra de mi voluntad”, apunta.
En la carta, Zambada niega la versión de la Fiscalía de Sinaloa de que Héctor Cuén fue asesinado en un asalto en una gasolinera esa tarde, sino que afirma que lo mataron en Huertos de Pedregal, en el mismo momento que él fue secuestrado. Esta información ha desencadenado que la FGR pida a la instancia estatal llevarse el caso del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
El documento del capo ya ha sido incorporado a la carpeta de investigación que la FGR abrió el 26 de julio tras conocer el arresto. Tanto Zambada como Guzmán López están siendo investigados por vuelo ilícito, uso ilícito de instalaciones aéreas, violación a la legislación migratoria y aduanera, secuestro, traición a la patria “y lo que resulte”. “A todo lo cual se están agregando otros delitos como lo son homicidio, privación ilegal de la libertad, y las coparticipaciones que se deriven”, ha informado este domingo la dependencia.
La FGR asegura que ya han llevado a cabo más de 100 diligencias, las primeras en el aeropuerto de Santa Teresa y también ahora en Huertos del Pedregal y en la pista de Sinaloa desde donde despegó el avión. También se ha solicitado documentación sobre navegación aérea e información entre México y Estados Unidos. “Se están integrando los elementos que permitan solicitar ante las autoridades judiciales las órdenes de aprehensión que correspondan”, afirma la dependencia federal.
Desde que salió a la luz, el operativo de detención del capo ha estado plagado de preguntas. Especialmente para la Administración mexicana. Andrés Manuel López Obrador afirmó que su Gobierno no tuvo nada que ver con el arresto. Ni se le consultó, ni se le avisó, ni participó. Esta falta de colaboración ha abierto grietas en la confianza entre los dos países, para quienes la seguridad se ha convertido en uno de los asuntos más delicados de su relación bilateral.
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