Atacado a balazos el diario ‘Adiscusión’ en Sinaloa, cuyo fundador fue secuestrado y asesinado en 2011

La noche de este jueves, dos hombres armados en una motocicleta dispararon en al menos ocho ocasiones hacia el edificio donde está la redacción del medio, fundado hace casi 30 años por Humberto Millán Salazar

Hombres armados disparan contra la fachada de la sede del diario Adiscusión, en Culiacán (Sinaloa), este 13 de junio. Foto: RR SS | Vídeo: RR SS

El ataque a balazos de la noche de este jueves al periódico Adiscusión, en Culiacán, la capital del Estado de Sinaloa, ha dejado una imagen simbólica para la historia del diario y también de la larga lista de ataques que ha sufrido la prensa mexicana en los últimos años: justo en la fachada del edificio que alberga la redacción se alza el nombre y un retrato gigante de su fundador, el periodista Humberto Millán Salazar, secuestrado y asesinado de un tiro en el cuello en agosto de 2011, justo en e...

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El ataque a balazos de la noche de este jueves al periódico Adiscusión, en Culiacán, la capital del Estado de Sinaloa, ha dejado una imagen simbólica para la historia del diario y también de la larga lista de ataques que ha sufrido la prensa mexicana en los últimos años: justo en la fachada del edificio que alberga la redacción se alza el nombre y un retrato gigante de su fundador, el periodista Humberto Millán Salazar, secuestrado y asesinado de un tiro en el cuello en agosto de 2011, justo en ese muro donde dos hombres en una motocicleta han disparado por lo menos en cinco ocasiones. Debajo del retrato de Millán también se puede leer en letras grandes de color rojo: “12 años sin respuesta”, una referencia a la impunidad que ha reinado en torno al caso del reportero. De fondo, otras dos caras familiares enmarcan el edificio: las de Javier Valdez y de Luis Enrique Ramírez, dos periodistas sinaloenses asesinados.

Un policía acude la noche del jueves a la sede del diario Adiscusión. En la fachada, un mural con el rostro del fundador, Humberto Millán Salazar, asesinado en Culiacán en 2011.

La silueta de una persona con una venda en los ojos y una cinta adhesiva en la boca enmarca una de las esquinas del edificio en el que se levanta la redacción de Adiscusión, un diario que Millán Salazar fundó como un semanario impreso en 1996 y que en 2007 migró a ser solo un medio digital. En 2011, justo en medio del agravamiento de la violencia en México, su fundador fue secuestrado y asesinado sin que los motivos de su homicidio hayan sido esclarecidos. Del otro lado de los muros de ese edificio, el dibujo de unas manos atadas con gruesas cadenas completa una composición de petición de justicia por Millán. Esa es la fachada a la que un hombre ha disparado en repetidas ocasiones sin haber herido a nadie.

En una entrevista solo un par de horas después del ataque, Jaír Flores Téllez, director de información del periódico, ha declarado que al interior del diario había solo una persona, que resultó ilesa: “Por fortuna a esa hora no estábamos presentes en el interior, un compañero escuchó las detonaciones y luego, ya viendo las imágenes, se lograron apreciar los hechos. Ambos sujetos nunca detuvieron su marcha; simplemente pasaron y dispararon”, dijo la noche del jueves a Milenio.

Aunque Flores Téllez negó que hayan recibido alguna amenaza, recordó que a Millán Salazar lo asesinaron hace 13 años, y que desde entonces no ha dejado de pedir justicia. Una muestra es justamente el dibujo de su imagen, en la fachada de la redacción que hace solo un año pintaron para pedir que su caso sea resuelto. El director de información ha dicho que están revisando lo publicado publicada en las últimas dos o tres semanas dpara tratar de ver “qué pudo haber provocado que alguien reaccionara de esta manera”. “Es un tema que sí inquieta mucho, por cómo ocurrieron los hechos. Pasan por enfrente del diario y disparan hasta en ocho ocasiones en la marquesina, lo interpretamos como un acto de intimidación.”, dijo.

Además, Flores Téllez ha dicho que la línea editorial de Adiscusión es política y no incluye temas de seguridad, como muchos medios cuyas agresiones vienen del crimen organizado. “Un delito como este que no se castiga sirve para que otros hagan lo mismo en contra del gremio periodístico”, dijo.

En una nota periodística publicada por el propio medio, aseguran que la Fiscalía del Estado ha iniciado ya la investigación por este ataque, pero hasta la mañana de este viernes no han tenido avances. Además, el gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya, se ha comunicado con los directivos para reprobar la agresión y mostrar su apoyo, según han contado en su sitio: “Los senadores por Sinaloa, Imelda Castro y Mario Zamora, se sumaron a la ola de condena de estos hechos, solidarizándose con Adiscusión y exigiendo esclarecimiento de lo ocurrido”. Además de varias organizaciones de derechos humanos y de protección a periodistas nacionales e internacionales que han mostrado públicamente su apoyo.

La revista Espejo, de Culiacán, también ha publicado, desde su sitio, un pronunciamiento en apoyo a sus colegas, en una ciudad y un Estado como Sinaloa, en la que la violencia arremete cada vez con más fuerza contra sus periodistas: “Es de vida o muerte, así literalmente, saber quién o quiénes reinciden en la agresión al periodismo, ya sean embozados detrás de la actividad delictiva, la función pública o la acción política, clarificando el móvil para que los organismos y protocolos de protección sean ajustados a circunstancias que saltan de la nada.”

El asesinato de Humberto Millán Salazar

La mañana del 24 de agosto de 2011, un grupo armado secuestró a Millán Salazar en Sinaloa cuando se dirigía a la estación de radio desde la que colaboraba con Radio Fórmula. Dos camionetas interceptaron el coche en el que Millán viajaba junto con su hermano y lo secuestraron. Los reportes policiales apuntan a que el periodista fue asesinado 30 minutos después de su captura. Su cadáver fue encontrado a las afueras de la ciudad al día siguiente, con un impacto de bala en el cuello.

El contenido que Millán Salazar publicaba era político. La investigación apuntó a la presunta participación de actores políticos en su asesinato. Varios políticos del Estado de Sinaloa fueron llamados a declarar, y luego, la entonces Procuraduría Federal de Justicia (PGR) —hoy Fiscalía General— atrajo el caso.

Millán Salazar era crítico en cuanto al contexto político del Estado —entonces gobernado por el panista Mario López Valdez— y las autoridades aceptaron que estaba revisando sus trabajos periodísticos desde enero de 2010 y hasta el momento de su muerte.

En septiembre de 2011, unas semanas después del asesinato de Millán, la familia del comunicador entregó a la PGR una caja fuerte con un disco que el periodista había dejado junto con instrucciones que debía seguir quien lo hallara, en caso de que algo le sucediera. Todavía no se sabe el contenido de ese material.

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