La jirafa Benito llega al parque Africam Safari en Puebla
El animal se incorporará a una manada de otras siete jirafas africanas como nuevo semental
El reto era enorme. Casi tan grande como transportar una jirafa de 4,5 metros y casi dos toneladas de peso por todo México. La odisea de la jirafa Benito de Ciudad Juárez a Puebla ha sido la buena noticia de la semana, en un país que no suele estar acostumbrado a las buenas noticias. Después de vivir ocho meses en condiciones deplorables, el animal ha llegado al parque de vida salvaje Africam Safari, en Puebla, donde se incorporará a un...
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El reto era enorme. Casi tan grande como transportar una jirafa de 4,5 metros y casi dos toneladas de peso por todo México. La odisea de la jirafa Benito de Ciudad Juárez a Puebla ha sido la buena noticia de la semana, en un país que no suele estar acostumbrado a las buenas noticias. Después de vivir ocho meses en condiciones deplorables, el animal ha llegado al parque de vida salvaje Africam Safari, en Puebla, donde se incorporará a una manada de siete jirafas como semental. Su traslado es una victoria para los movimientos animalistas que denunciaron el maltrato de las autoridades de Chihuahua y exigían unas mejores condiciones de vida para Benito.
En torno a las 4.35 de la madrugada el convoy con la jirafa llegaba a las instalaciones de Africam Safari, tras más de 30 horas de viaje. “Después de una larguísima travesía Benito ya bajó”, se escucha decir a Frank Carlos Camacho, director del parque. “Lo vemos en muy buen estado, ya comió un poco, tomó agua. Está muy curioso por los olores y las cosas nuevas que hay aquí”, agrega en un video difundido a través de redes sociales. Junto a él, puede verse a la jirafa comiendo zanahorias en una habitación especial para jirafas, equipada con paja y arena en el suelo y calefacción para combatir las bajas temperaturas. El animal estará en observación dos días y después se integrará a la manada. “Va a estar aquí hoy y mañana y después va a salir al campo para acercarse a las otras jirafas, donde empezará a socializar”.
Miles de personas han seguido la travesía de Benito y sus cuidadores a lo largo de 1.900 kilómetros y 11 Estados de la República. Resguardados por la Guardia Nacional y policías estatales, personal de Africam Safari estuvo a cargo del traslado de la jirafa en un remolque acondicionado para evitar el frío y la lluvia. “Está muy bien, ya empezó a tener contacto con los cuidadores en Africam que lo van a estar atendiendo por mucho tiempo. Los cuidadores tienen mucha experiencia con jirafas, son apasionados de los animales, saben cómo manejarlos, leerlos y entenderlos”, ha señalado Camacho.
El traslado de la jirafa no hubiera sido posible sin la presión de un grupo de ciudadanos que llevaba denunciando desde hace meses la situación deplorable en la que se encontraba el animal. El grupo conocido en redes como ‘Salvemos a Benito’ emprendió una batalla judicial para sacarlo de ahí cuanto antes, aunque la burocracia entre el Gobierno de Chihuahua y el Gobierno Federal postergaron la agonía de Benito. “Estamos agradecidos con la gente de Juárez, agradecidos con la gente del Estado de Chihuahua (...) A pesar de que ha sido un animal que ha estado en condiciones un poco difíciles va a llegar a ser el semental de este grupo maravilloso y de esta nueva familia donde va a estar”, agrega Camacho.
La jirafa, criada en cautividad, llegó el pasado mayo al Parque Central de Ciudad Juárez, un espacio público que depende del Gobierno del Estado. Fue encerrado en un terreno polvoriento donde solo había una caseta de cemento y una pequeña sombrilla para protegerse. La preocupación de los activistas creció cuando llegaron las bajas temperaturas del invierno y el animal empezó a desarrollar comportamientos compulsivos, signo de un fuerte estrés.
Frank Carlos Camacho ha explicado que los siguientes pasos serán muy importantes para que la jirafa se acostumbre a su nuevo hábitat. “Lo iremos convirtiendo a una nueva dieta poco a poco para que no sea un impacto muy fuerte en su sistema digestivo. En Ciudad Juárez tenía un tipo de alimentación y acá le vamos a dar otra completamente distinta”. El nuevo menú incluye ramas de acacias africanas, árboles que las jirafas suelen comer en África y que Benito no había visto nunca. “Benito no las conoce, pero estoy seguro de que le van a gustar, porque a sus primos africanos les encantan”.
El caso de Benito pone el foco en las condiciones desastrosas en las que se encuentras muchos zoológicos en México y la incompetencia de las autoridades para mantener lugares dignos. De hecho, la legislación mexicana permite comprar un animal salvaje sin apenas restricciones, lo que ha provocado la proliferación de criaderos de estas especies.
Como respuesta, también ha aumentado en el país la conciencia ciudadana sobre los derechos de los animales, articulando un movimiento social cada vez mayor que busca liberar a otros animales que viven en condiciones parecidas a las de Benito. Este es el caso de la elefanta Ely, del Zoológico San Juan de Aragón, en Ciudad de México, o el resto de animales que eran compañeros de Benito y que todavía permanecen en el Parque Central de Ciudad Juárez.
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