Los diputados aplazan hasta 2024 la reducción de la jornada laboral de 40 horas en México
Frente al rechazo de la mayoría de los empresarios y después de los dichos del presidente López Obrador, quien aboga por una discusión más exhaustiva sobre el tema, los legisladores acordaron discutir la reforma hasta febrero próximo
La discusión de la reforma que permitirá a los mexicanos trabajar máximo 40 horas a la semana o descansar dos días, tendrá que esperar hasta 2024. La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados decidió en una reunión extraordinaria la tarde de este jueves devolver el dictamen a la Mesa Directiva sin incorporar los puntos de vista expuestos en los parlamentos abiertos. A siete días ...
La discusión de la reforma que permitirá a los mexicanos trabajar máximo 40 horas a la semana o descansar dos días, tendrá que esperar hasta 2024. La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados decidió en una reunión extraordinaria la tarde de este jueves devolver el dictamen a la Mesa Directiva sin incorporar los puntos de vista expuestos en los parlamentos abiertos. A siete días de que cierre este periodo de sesiones en el Palacio de San Lázaro, el presidente de la Comisión de Puntos, Juan Ramiro Robledo, reconoció que ante esta fecha límite ya es muy complicado su avance y por ende el debate de la reforma comenzará en el próximo periodo de sesiones, en febrero del próximo año. La iniciativa supone un cambio sustancial para los trabajadores que actualmente laboran 48 horas a la semana y tienen, al menos, un día de descanso por seis días trabajados.
El diputado de Morena reconoció que en el aplazamiento de la aprobación de la reforma para la reducción de la jornada laboral tomó en cuenta la opinión del presidente López Obrador esta semana, quien abogó por una discusión más amplia del tema y en el que fuesen escuchadas todas las voces. “Desde luego que tiene que ver para el grupo parlamentario de Morena lo que opine el presidente, pertenecemos al mismo movimiento, al mismo proyecto de país”, declaró. A inicios de esta semana, López Obrador se expresó a favor de “escuchar a todas las voces” involucradas: trabajadores y empresarios y, por ello, se mostró a favor de extender el debate hasta 2024, el último año de su mandato.
La decisión de los legisladores de aplazar esta discusión también ocurre horas después de que los empresarios alzaran la voz en conjunto para frenar su avance en el Poder Legislativo. Los líderes empresariales de las 59 empresas más importantes del país pidieron al presidente López Obrador analizar a detalle la iniciativa. El presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Rolando Vega Sáenz, declaró este jueves tras una comida con el presidente que se tiene que estudiar muy a fondo el dictamen. “Es muy importante la creación de empleos, la creación de empleos formales. Continuar con la productividad, que una iniciativa de estas podría ir al revés”, dijo al salir de la comida que tuvieron los hombres y mujeres de negocios con el Ejecutivo.
Desde que se presentó la iniciativa en octubre de 2022, los empresarios han sido firmes en rechazar esta reducción de la jornada laboral bajo los argumentos de que elevará los costos de las empresas, restará competitiva al país e inhibirá la llegada de nuevos capitales. En medio de este debate, la iniciativa privada ha propuesto que su implementación sea gradual, no a bocajarro. Desde la trinchera de los trabajadores, algunos colectivos han salido a las calles para exigir que sea avalada la reforma y se permita al empleado descansar por ley y con sueldo íntegro dos días a la semana.
México es uno de los países donde se trabaja más. De acuerdo con los datos más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un mexicano labora 2.226 horas al año, una cifra que solo supera Colombia, con 2.405 horas, pero está por encima de lo que reúne un trabajador en Chile, Israel o Rusia, países donde las personas laboran menos de 1.900 horas al año.
Al ser una reforma constitucional, la reducción de la reforma laboral debe transitar por un sinuoso proceso para convertirse en ley. Una vez que el documento sea votado en la Cámara de Diputados pasará al Senado para su discusión y votación, si en esta instancia es aprobada se turnará a los congresos locales, donde el 51% de ellos, equivalente a 17 Estados, deberán dar el sí. Así finalmente ser publicada en el Diario Oficial de la Federación.
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