La Guardia Nacional de EE UU desaloja un campamento de 300 migrantes en la frontera de Ciudad Juárez
Los migrantes instalados en el lecho del río Bravo afirman que fueron encañonados por las autoridades estadounidenses
La Guardia Nacional de Estados Unidos desalojó este martes a un grupo de 300 migrantes que se habían instalado en un campamento a pocos metros del muro que hace de frontera entre Ciudad Juárez, en el Estado mexicano de Chihuahua, y El Paso, en la región estadounidense de Texas. Varios migrantes afirmaron a Efe que fueron encañonados por agentes de la Guardia Nacional y removidos del asentamiento que instalaron hace dos dí...
La Guardia Nacional de Estados Unidos desalojó este martes a un grupo de 300 migrantes que se habían instalado en un campamento a pocos metros del muro que hace de frontera entre Ciudad Juárez, en el Estado mexicano de Chihuahua, y El Paso, en la región estadounidense de Texas. Varios migrantes afirmaron a Efe que fueron encañonados por agentes de la Guardia Nacional y removidos del asentamiento que instalaron hace dos días en el lecho del río Bravo.
Los migrantes denuncian que se han sentido amenazados en ambos lados de la frontera. El desalojo en el lado estadounidense viene precedido de la amenaza que suponen para los migrantes las bandas criminales en México, que hicieron que los migrantes instalaran el campamento en el cauce del río Bravo. “En el lado mexicano a veces llegan camionetas raras y lo amenazan a uno”, explicó a Efe el migrante venezolano Pedro Enríquez. La instalación de estos asentamientos también viene motivada por la saturación de los albergues de Ciudad Juárez, que admitió a principios de septiembre el presidente municipal de la localidad, Cruz Pérez Cuéllar.
Muchas de las personas que esperan en los campamentos de la frontera intentar ingresar a Estados Unidos de manera legal con el trámite CBP One, que permite solicitar asilo mediante una aplicación móvil, aunque muchos de ellos llevan meses de espera. Otros cruzan las barreras de alambres con navajas instaladas en el lecho del río Bravo, que por la sequía baja con un caudal de unos dos metros de ancho. Los migrantes buscan pasar la frontera de manera ilegal, ser detenidos y procesados en territorio estadounidense. La ausencia agentes estadounidenses en la frontera en los días anteriores provocó que se formaran filas de decenas de personas que esperaban a ser detenidas por agentes de la Guardia Nacional estadounidense.
Un abogado de la organización de protección a refugiados HIAS, que no ha querido revelar su identidad, afirma que los agentes fronterizos de Estados Unidos devuelven a los migrantes a territorio mexicano en un proceso “muy rápido”.
El consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez se remite a que los agentes fronterizos pueden aplicar a los migrantes que traten de cruzar de manera ilegal a su territorio el Título 8, que permite a los agentes hacer una deportación acelerada. Esta norma fue endurecida por el Gobierno estadounidense en mayo de este año y, ahora, prohíbe entrar a Estados Unidos durante cinco años a los migrantes deportados.
La afluencia de migrantes que intentan cruzar la frontera de Ciudad Juárez a El Paso desde México ha aumentado considerablemente en las últimas semanas. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ha compartido que la semana pasada se detuvo a 1.209 migrantes, lo que contrasta con los 969 detenidos en los primeros días de septiembre. La llegada de personas que intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos ha aumentado tras la extinción en mayo del Título 42, creado por el expresidente Donald Trump en la pandemia de la covid-19 para expulsar de manera rápida a los migrantes. Ahora, como antes de 2020, el Título 8 endurecido vuelve a regir la política de migración.
México se enfrenta a una gran presión migratoria que se nota en diferentes puntos del país. El lunes se registraron altercados con migrantes que esperaban a resolver sus trámites en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados de Tapachula, en el Estado de Chiapas, al sur del país. Este martes Ferromex decidió detener sus trenes después de que más de 4.000 inmigrantes los abordaran para tratar de llegar a la frontera con Estados Unidos. A esta presión se le suman desgracias como el incendio de un albergue migrante de Ciudad Juárez en marzo, que dejó 40 migrantes muertos. El Instituto Nacional de Migración de México tuvo que indemnizar con 140 millones de pesos a sus familias.
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