Lactancia materna: qué dice la ley al respecto en México
La Semana Mundial de la Lactancia Materna se lleva a cabo en agosto y busca promover iniciativas y buenas prácticas en las empresas, para que las mujeres que trabajan no tengan que dejar de amamantar a sus hijos
Aunque la tasa de lactancia materna exclusiva (LME) en México ha incrementado en los últimos años, el país sigue teniendo uno de los porcentajes más bajos del mundo. De acuerdo a estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), solo el 28.6% de los menores de seis meses consume leche materna en su totalidad, mientras que el 43% de los menores de un año es alimentado...
Aunque la tasa de lactancia materna exclusiva (LME) en México ha incrementado en los últimos años, el país sigue teniendo uno de los porcentajes más bajos del mundo. De acuerdo a estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), solo el 28.6% de los menores de seis meses consume leche materna en su totalidad, mientras que el 43% de los menores de un año es alimentado con fórmula.
En muchos casos, esto se debe al complicado panorama que enfrentan las madres mexicanas, quienes tienen que elegir entre regresar a trabajar o seguir amamantando a sus pequeños. Por su contexto social, la mayoría ni siquiera se puede dar el lujo de considerar la lactancia exclusiva como una opción. Es por ello que en la primera semana de agosto se lleva a cabo la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023, que busca informar y mejorar la colaboración y el apoyo a la lactancia en los espacios de trabajo.
Los beneficios de la lactancia materna exclusiva
La nutrición en los primeros seis meses de vida de un bebé puede definir su salud en los próximos años. Especialistas del sector afirman que los niños que son alimentados con leche materna tienen menos riesgo de padecer diabetes tipo 2 y leucemia. Además, la lactancia materna protege contra el síndrome de muerte súbita infantil hasta en un 60%. Otro factor importante es el apego entre madre e hijo. En México, las mamás que trabajan tienen que dejar a sus bebés a muy temprana edad por la fecha límite de la incapacidad por maternidad —aproximadamente seis o siete semanas después del parto— por lo que la lactancia puede ser una forma de seguir fomentando esta conexión, aunque más adelante sea necesario introducir alimentos complementarios.
¿Qué dice la ley en México?
El Artículo 123 de la Constitución Mexicana establece que en el periodo de lactancia las mujeres “tendrán dos descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para amamantar a sus hijos”. Además, en el Artículo 170 de la Ley Federal de Trabajo se determina que estos reposos se deben llevar a cabo en un “lugar adecuado e higiénico que designe la empresa, o bien, cuando esto no sea posible, previo acuerdo con el patrón se reducirá en una hora su jornada de trabajo durante el periodo señalado”.
Si bien estos decretos ofrecen un poco de flexibilidad para las mujeres que tienen la intención de seguir amamantando, la cantidad de tiempo que ofrece se queda corto con las necesidades fisiológicas que este proceso implica, ya que en promedio se debe alimentar al bebé o extraerse leche cada tres horas. Considerando que la jornada laboral es de ocho horas diarias, las mujeres tienen que malabarear sus funciones para poder completar las tomas. Esto sin mencionar los casos en los que la acumulación de leche sucede más frecuentemente, o en los que el tiempo de traslado del trabajo al hogar es muy extenso.
Otra problemática es la falta de salas de lactancia en los espacios públicos y oficinas. Al tratarse del alimento de sus hijos, para las madres es preocupante tener que hacerlo en lugares poco higiénicos como el baño, además, las mujeres que se animan a hacerlo en el exterior tienen que lidiar con los prejuicios que aún prevalecen en la sociedad mexicana y el acoso de algunos hombres.
Para asegurar la prevalencia de la lactancia materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recalcado que es necesaria la colaboración de los gobiernos, empresas, lugares de trabajo, especialistas de salud y sociedad en general, para que se le dé prioridad a las madres y sus hijos, sobre todo en esta etapa que es esencial para su desarrollo y puede hacer la diferencia en las condiciones de salud de los niños mexicanos.
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