Aeroméxico supera la turbulencia económica y renueva su flota de aviones
La aerolínea bandera de México desembolsará unos 5.000 millones de dólares durante los próximos cinco años en nuevos aviones y desarrollo de tecnología
A poco más de un año de salir del proceso de quiebra en EE UU, la aerolínea mexicana Aeroméxico redobla su apuesta para sacudirse la debacle económica que por poco lo lleva a la bancarrota. Para atender más rutas domésticas e internacionales en Europa, Asia y Sudamérica, la empresa ha puesto en marcha un ambicioso plan de renovación de flota para cerrar este año con 150 aeronaves, de las cuales 20 serán aviones de largo alcance Boeing 787 Dreamliner y 50 a...
A poco más de un año de salir del proceso de quiebra en EE UU, la aerolínea mexicana Aeroméxico redobla su apuesta para sacudirse la debacle económica que por poco lo lleva a la bancarrota. Para atender más rutas domésticas e internacionales en Europa, Asia y Sudamérica, la empresa ha puesto en marcha un ambicioso plan de renovación de flota para cerrar este año con 150 aeronaves, de las cuales 20 serán aviones de largo alcance Boeing 787 Dreamliner y 50 aeronaves 737 Max. En el arrendamiento y compra de estos aviones, así como en el desarrollo de productos y tecnología, la empresa planea desembolsar unos 5.000 millones de dólares durante los próximos cinco años.
Aeroméxico, como todas las aerolíneas en el mundo, padeció el batacazo de la pandemia. En el momento más álgido de la crisis del coronavirus, unos 90 aviones de la compañía estaban prácticamente aparcados. El silencio de aquellos momentos ha dado paso ahora al rugir de las turbinas y al aullar del montacargas en el hangar Oriente de Aeroméxico, a un costado del aeropuerto de Ciudad de México. En este centro de operaciones, alrededor de 1.200 empleados siguen el rumbo de una de las flotas más nuevas en los cielos.
A bordo de uno de los Dreamliners 787-9, que acaba de recibir la empresa, el ingeniero de mantenimiento senior de Aeroméxico, Gustavo Peláez Navarrete, explica que este tipo de aeronave es única en su tipo porque más del 50% de su manufactura es de materiales compuestos, una característica que lo hace más ligero y, por ende, más eficiente en su consumo de combustible. “El fuselaje y las alas están fabricadas en fibra de carbono y fibra de vidrio, principalmente. Se mantienen algunos elementos de titanio y aluminio, como en versiones anteriores, pero la novedad de este avión es el material compuesto. Al estar construido con materiales mucho más ligeros y esto nos genera que al ser un avión tan ligero gastamos menos combustible, se reduce hasta un 20% el consumo de combustible en comparación con aviones de su misma línea o su mismo tamaño, esto también produce hasta un 25% menos de contaminación al medio ambiente”, dice.
La empresa cuenta con una flota de 20 aviones Dreamliners 787. En México es la única aerolínea que opera aeronaves de este tipo. “La manufactura de este tipo de aviones se hace en diferentes partes del mundo, pero todo se ensambla en Carolina del Sur, Estados Unidos, en la fábrica de Boeing en Charleston y algunas secciones se hacen en Washington. También hay algunas partes que se hacen en Italia, Japón y Europa central, pero son mínimas. Hay algunos equipos que son arrendados y algunos que son propios”, específica Pelaez Navarrete. El ingeniero abunda que estas máquinas se utilizan para rutas internacionales debido a que cuenta con un alcance de hasta 15.000 kilómetros y una capacidad de 274 pasajeros. Así, estas aeronaves bajo el logo de Aeroméxico ya surcan los cielos de Japón, Corea del Sur, España, Francia, Brasil, Argentina, entre otros.
Justo Gutiérrez, ingeniero de mantenimiento para los aviones Boeing 737 Max que opera Aeroméxico, añade que las nuevas versiones de este tipo de aeronaves también son más eficientes en su consumo de combustible debido a las innovaciones en el motor. Estos equipos se usarán principalmente en Latinoamérica, Canadá y algunas rutas de mayor distancia en México, por ejemplo, Ciudad de México-Tijuana. Dependiendo el modelo, tiene una capacidad de 166 y 181 pasajeros. Los Boeing 737 padecieron en 2019 una pérdida de confiabilidad en el mundo tras dos accidentes fatales en Indonesia y Etiopía, sin embargo, el ingeniero refiere que el fabricante en todos estos años ya ha subsanado los problemas de seguridad y estas nuevas versiones tienen un grado de confiabilidad por encima del 99%. “Aeroméxico es la cuarta aerolínea a nivel global con mayor flota de Max y la confiabilidad no baja de 99%, es un avión seguro para seguir volando”, menciona. La empresa cuenta con 50 aviones de este tipo y en las próximas tres semanas se prevé la llegada de una nueva aeronave.
La renovación de la flota aérea de la empresa va en línea con la recuperación de demanda que poco a poco ha registrado la aerolínea. En el primer trimestre de 2023, Aeroméxico elevó su transporte de pasajeros en un 39%, respecto al mismo periodo del año pasado. De enero a marzo se subieron a sus aviones más de 5,7 millones de viajeros nacionales e internacionales.
La base de mantenimiento de Aeroméxico, al oriente de la capital, ha ido recuperando un dinamismo que hasta hace un año aún estaba en vilo. Desde sus inicios, en 1934, como Aeronaves de México, hasta la icónica imagen del papa Juan Pablo II bajando de una aeronave de fuselaje metálico y con letras naranjas en su primera visita al país en 1979, dan cuenta de su trayectoria de casi 90 años, una historia que por poco se trunca hace unos meses ante una severa turbulencia financiera, pero que ahora prevén dejar atrás de la mano de estos nuevos equipos.
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