El impacto de la inflación agita a la industria cervecera en México
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, que agrupa a 85.000 negocios, afirma que las condiciones para que los aumentos lleguen a todas las empresas de estas bebidas alcohólicas “están dadas”
Juan Manuel Morales cuelga unas luces entre la puerta de su local y un techado bajo el que se encuentran las sillas de la terraza. En el establecimiento de la Alcaldía Cuauhtémoc, Roma 57, Morales se rodea de decenas de cervezas artesanales. “La hiperinflación afecta a todos los mercados. El de la cerveza no es la excepción”, asegura. Los precios en México han aumentado, en especial, en el último año. En noviembre, la subida fue del 7,8% respecto al año anterior. La situación ha llevado a que, en la última semana, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), que agrupa alrededor de 85...
Juan Manuel Morales cuelga unas luces entre la puerta de su local y un techado bajo el que se encuentran las sillas de la terraza. En el establecimiento de la Alcaldía Cuauhtémoc, Roma 57, Morales se rodea de decenas de cervezas artesanales. “La hiperinflación afecta a todos los mercados. El de la cerveza no es la excepción”, asegura. Los precios en México han aumentado, en especial, en el último año. En noviembre, la subida fue del 7,8% respecto al año anterior. La situación ha llevado a que, en la última semana, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), que agrupa alrededor de 85.000 negocios, haya anunciado un incremento del coste de las cervezas del Grupo Modelo. El presidente de la asociación, Cuauhtémoc Rivera, defiende la probabilidad de que este aumento se extienda al resto de las marcas industriales. “Las condiciones están dadas”, sentencia.
Rivera cuenta que esta subida de precios se ha traducido en un peso por botellín (0,96 concretamente). De este modo, el coste actual de un paquete de seis botellines de cervezas de Corona Extra o de Victoria ha pasado a costar 79,5 pesos, 5,76 pesos más respecto a los 73,74 anteriores. “Lo que ha afectado a la industria cervecera este año son los efectos de la pospandemia. Temas como el vidrio, el cartón, el aluminio o el agua por la sequía. Todo han sido obstáculos”, explica.
A Roma 57 llega el primer cliente de la tarde. Son las cuatro, y pide una de las más de 80 cervezas que lucen sobre las estanterías y que sustituyen a la carta tradicional. “Aunque han aumentado el coste de los dos tipos de cerveza, el incremento en las industriales es mínimo en comparación al de la artesanal”, defiende Morales. “La demanda que ha habido en insumos ha afectado al precio de la materia prima y, por ende, al producto final”, añade.
Rivera considera que hay que “dar contexto” al anuncio de la asociación. “En diciembre, muchas cadenas productivas [empresas] aprovechan el momento para actualizar los precios y llegar así al otro mes con nuevos precios”, asegura. Esa “actualización”, indica, se ha traducido en un incremento del 8% (el peso de más en cada botellín) en las presentaciones “más populares”, afirma en relación a las del Grupo Modelo, la mayor compañía cervecera del país. Junto a Heineken, las dos cerveceras fueron denunciadas por un grupo de empresas independientes del sector por prácticas monopólicas en la comercialización y distribución.
Morales prepara una segunda ronda para su cliente. “Esta cerveza es belga. Es muy distinta a la otra, que era más templada”, le explica mientras rellena un vaso. Para el presidente de la ANPEC, la cerveza no es un producto esencial para los mexicanos, pero si “preferencial”. En 2019 —última cifra recogida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)— los mexicanos consumieron una media de 68 litros de cerveza per capita, una cantidad que aumentó desde el 2014, cuando la cifra fue de 53 litros per capita. En cuanto a producción, en 2021, se elaboraron 134 millones de hectolitros de cerveza, 50 millones de hectolitros más que 10 años antes (cuando fue de 84,7 millones), según refleja la Cámara Nacional de la Cerveza y de la Malta.
Pero el aumento del coste de la cerveza no ha sido exclusivo entre las bebidas alcohólicas. El Inegi recoge en su último informe que los costes del “tabaco y las bebidas alcohólicas” aumentaron un 9,27% en noviembre respecto al año anterior. Helking Aguilar, presidente de la Asociación de Ocio Nocturno (Anidice), cuenta que este incremento de los costes de la cerveza termina de “rematar” y “desgarrar” el año. “Por supuesto que nos va a afectar el aumento de los precios de la cerveza, como nos ha venido afectando a lo largo de todo el año el incremento de los precios, casi de manera mensual, de los vinos y licores”, critica el presidente de Anidice, que agrupa en torno a 16.000 negocios por los que pasan, cada semana, unos ocho millones de clientes.
La recuperación para el ocio nocturno, cuenta, ha sido complicada desde la llegada de la covid. “[Hasta el momento,] la industria no se ha recuperado al 100%, pero a nivel nacional estamos al 75% o el 80% en términos de flujo de gente”, indica Aguilar. El presidente de Anidice ve el problema en que, sin querer, al salir de un problema (en referencia a los efectos de la pandemia) se meten en otro (los de la inflación).
La inflación mostró una tendencia a la baja durante el último mes. El crecimiento interanual del 7,8% de noviembre fue el menor nivel desde el mes de mayo. Pese a ello, Rivera considera los datos del Inegi representan una “contradicción” en este caso. “Por un lado, la inflación general baja y la inflación que nosotros hemos llamado alimentaria o esencial se mantiene y a ratos sube”, indica. La inflación subyacente —que no tiene en cuenta los factores más volátiles como los alimentos o la electricidad— se elevó hasta el 8,51% interanual en noviembre, un 0,9% más respecto al 8,42% de octubre.
El presidente de la asociación asegura que el aumento de los precios no es exclusivo de este año. “Ha sido una tendencia de incremento muy brutal, sin exagerar. En la época de la covid, el consumidor mexicano perdió, en general, 30 centavos de un peso que tenía en la bolsa”, afirma. Para Rivera, el aumento de los precios afecta de dos formas a los comerciantes: “Nos golpea como consumidores y como comerciantes”, una afirmación respaldada por Morales.
A pesar de la situación, Juan Manuel Morales, sentado en una de las sillas de la terraza de su pequeño local ubicado en la Alcaldía Cuauhtémoc, ve con esperanza el futuro para la cerveza artesanal. “Creo que en México ya se está formando una economía local. Se puede ver en esta zona de la ciudad, donde ya hay restaurantes orgánicos, cosas artesanas... La propia gente dice ‘vale, la cerveza artesanal está cara’, pero la experiencia no es la misma que te brinda una cerveza industrial”, reflexiona. Rivera es más escéptico. De cara a 2023, ve “un factor adicional” negativo que llega desde la política. “El asunto de la sucesión presidencial va a ser un ingrediente que va a presionar a la economía mexicana”, ultima Rivera.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país