Lilly Téllez: “Me inspira la vida de Hernán Cortés y Margaret Thatcher”
La senadora se dice “una líder nata con el carácter forjado” y consciente de lo dura que será la campaña en la que se postula para presidenta de la República
La senadora panista Lilly Téllez (Hermosillo, 55 años) ha decidido postularse para presidenta de México, un paso adelante en su carrera política y un paso atrás en su vida privada. Consciente de ello, abre la casa a los reporteros para esta entrevista, una vivienda de grandes dimensiones que se articula alrededor de un jardín cuadrado de impecable césped por donde pasean dos perritos yorkshire a los que llaman T Rex y Lady Lady. E...
La senadora panista Lilly Téllez (Hermosillo, 55 años) ha decidido postularse para presidenta de México, un paso adelante en su carrera política y un paso atrás en su vida privada. Consciente de ello, abre la casa a los reporteros para esta entrevista, una vivienda de grandes dimensiones que se articula alrededor de un jardín cuadrado de impecable césped por donde pasean dos perritos yorkshire a los que llaman T Rex y Lady Lady. Espejos y orquídeas blancas, una mesa para 10 comensales con sus mantelitos individuales de motivos navideños. Toda la casa está ya de Navidad, bolas, velas, árboles, belenes. Una colección de teteras y otra de nautilus, frente a la que posa paciente para las fotos. Siempre fue periodista y usa las mejores artes del oficio para la política: una dicción bien silabeada, inflexiones de voz ajustadas al discurso y medida presencia ante la cámara. Pero su fama no se debe al cómo lo dice, sino a lo que dice: un incansable fustigar al partido mayoritario, con el que empezó su andadura en política hace unos cinco años, cuando tenía 50, y del que emigró pronto hacia el lado contrario, el de los panistas. “Soy de derecha, pero no de ultraderecha”, advierte. Ha colocado todas las baterías de guerra apuntando a López Obrador, porque, dice, aunque finalmente la candidata de Morena sea Claudia Sheinbaum, ella “no es más que un títere”. La oposición en bloque tendrá que definir un candidato para el 2024 y ella, que confía en ser la aspirante del PAN, empieza a ganar terreno en las encuestas en la formación conservadora: “Yo soy la más competitiva”.
Pregunta. No hace mucho rechazaba la idea de ser política, casi la despreciaba. Ahora quiere ser presidenta.
Respuesta. En nuestro país hay un gran desprecio a la clase política porque ha sido muy corrupta. Ya no puedo decir eso, estoy metida de lleno en política y voy a buscar la presidencia. Soy una outsider, una recién llegada, pero no por ello valgo menos, al contrario, es una cualidad venir de fuera de esa caja.
P. Primero debe ganar la candidatura entre sus colegas de partido, después pelear para encabezar el cartel del bloque opositor, Va por México. ¿Cómo preferiría que se articulara ese sistema de elección?
R. Se trata de ganar la elección y el candidato debe ser el más competitivo, el que pueda echar a Morena. Yo soy la más competitiva. Espero que sea un método que elija al más competitivo y no por trayectoria política o consideraciones ilógicas. Peleamos contra un líder social, que es el presidente, quien ya nos dijo que va a hacer todas las trampas habidas y por haber, que está apoyado por el crimen organizado y con una militarización brutal del país. Yo todavía no empiezo una campaña y ya soy la más competitiva.
P. ¿Por qué?
R. Por eso, porque apenas entré a la política y traigo la ciudadanía a flor de piel y soy periodista y me llevé toda una vida denunciando la corrupción del gobierno, la injusticia y el crimen organizado, porque sé ser voz de los ciudadanos, soy una líder nata, tengo el carácter forjado y la conciencia de lo dura que va a ser esta campaña. A los ciudadanos hay que quitarles el miedo a Morena.
P. Ha dicho que si López Obrador hubiera contado lo que iba a hacer en el Gobierno no habría ganado las elecciones, ¿usted utilizará la misma estrategia?
R. No, no, mi palabra sí vale, haré lo contrario de López Obrador, estoy armando las propuestas con un equipo para hacer un proyecto de nación, obviamente basado en los ejes más importantes para los mexicanos, Estado de derecho, sistema de salud, educación, prosperidad. Lo que estoy diciendo no es una lista de Navidad, son asuntos que quiero cumplir.
P. Pero son proyectos muy generales, que cualquiera suscribiría, ¿hay alguna medida concreta contra la corrupción, contra el crimen, que quiera contar aquí a los ciudadanos?
R. No voy a hacer pacto de impunidad ni con los políticos corruptos, como hizo López Obrador, ni con el crimen organizado; el dinero no se irá a capricho a obras faraónicas, sino al sistema de salud. Estoy buscando y ya tengo algunos profesionales de excelencia que van a diseñar el cómo. Por mi formación periodística trabajo así, consultando a los expertos, eso voy a hacer como presidente de este país. En el equipo que formé hay expertos en políticas públicas, seguridad y en cada ámbito.
P. ¿Tiene algún nombre?
R. Ahorita no quisiera darlos.
P. ¿Ni uno solo?
R. No, sé escuchar y trabajar, y tengo experiencia en la iniciativa privada. Me voy a desempeñar con eficiencia, capacidad de escuchar a los expertos, capacidad y humildad para aceptar errores, reconocerlos y corregirlos. Sobre el crimen, pues que no debe haber pacto, no tomar dinero del crimen, nada del fin justifica los medios, como hizo López Obrador pactando con el crimen. Se trata de que las autoridades no estén coludidas con los delincuentes. El presidente empoderó a los cárteles. Del 35% al 40% de nuestro país está en manos del crimen organizado, y lo dijo Christopher Landau, exembajador de Estados Unidos en México. Hay que ir desarmando esos pactos, sí se puede hacer, ahora el crimen está metido descaradamente a las elecciones.
P. ¿Ahora?
R. Se ha agudizado al grado de que desde Palacio Nacional el presidente pregunta, ¿y qué los narcos no tienen derecho a votar? Se ha radicalizado hasta el punto de que se ha prácticamente institucionalizado. Los mexicanos ya no aguantan más. No aguantan las madres que lloran a sus hijos enterrados.
P. Tiene todas las baterías enfocadas hacia López Obrador, que no se presenta a las elecciones. ¿Esa será su estrategia?
R. El que está jugando esta elección que sigue es López Obrador, solo que juega a través de Claudia Sheinbaum, la sumisa Juanita. López Obrador sabe que Sheinbaum como candidata es pésima, entonces él está en campaña por ella. El mensaje es: reelíjanme a mí a través de Claudia Sheimbaun. Nada más la trae como un títere.
P. La oposición necesitará ir unida para combatir a Morena.
R. Sí, tenemos que ir todos en una gran coalición, todos. Yo tengo enorme confianza en mi persona para lograrlo.
P. Hay postulantes de peso en esa coalición opositora, como Beatriz Paredes o Claudia Ruiz Massieu, por el PRI.
R. La diferencia es que ellas tienen dedicada toda su vida a la política, mi carrera política ha sido vertiginosa, yo misma me he sentido rebasada y me he tenido que reinventar muy rápido, bajo mucha presión. Yo las respeto mucho y tienen grandes cualidades.
P. ¿Quiere decir que ellas tienen un pasado político que les pesa?
R. Sí, yo no lo tengo, no formé parte de los gobiernos que llevaron a México a una situación tan grave que propiciaron la llegada de López Obrador, no tengo muertos en el clóset ni un centavo desviado en mi vida, lo que a mí me caracteriza es no tener las viejas costumbres políticas, eso me ayuda a poderme comunicar con gran eficacia con los ciudadanos.
P. Pero su corta trayectoria política luce algunas curvas pronunciadas: empezó con Morena, y después se fue al PAN. ¿Qué confianza les da eso a los ciudadanos?
R. Creí en López Obrador, fui de las que caí en el engaño de la campaña que hizo para mostrarse moderado; le di el beneficio de la duda, como millones. Vaya decepción, vaya tragedia, yo dejé la bancada de Morena al principio, cuando estaban en la cúspide del poder, los dejé como muestra de dignidad. No me fui por lo del aborto, me fui cuando López Obrador saludó a la mamá del Chapo Guzmán.
P. ¿Ya se ha afiliado al PAN?
R. Estoy por afiliarme, ahora en enero. O es por el PAN o no es por nadie.
P. ¿Y si, finalmente, es el ahora morenista Ricardo Monreal quien encabeza el cartel de Va por México?
R. No, no, no, de ninguna manera, Monreal está en Morena. Yo no apoyo un acuerdo con Monreal para que se haga una gira de reconciliación por el país, no.
P. No solo dependen de la decisión de Monreal. También parece que algunos en otros partidos le buscan.
R. No, Monreal no va a ser el candidato de la oposición, el candidato va a ser un opositor real, probado, competente, y ese opositor soy yo, porque este país ya no aguanta más enfermedad, muerte, miseria y pobreza.
P. Ahora ya dice que es política. ¿Se sitúa a la derecha?
R. Yo soy de derecha, pero no de ultraderecha, es muy importante dejarlo claro, no comulgo con la ultraderecha. Soy de derecha hacia el centro. Creo en la libertad, y el Estado, según mi experiencia de vida, debe ser lo más pequeño posible, un Estado pequeñísimo y eficiente que garantice la seguridad en primer lugar. Creo en la libertad económica, aborrezco el Estado que se erige como empresario. Por ejemplo, Claudia Sheinbaum y López Obrador abogan por introducir en el sisma educativo la enseñanza que lleve a los niños a saber convivir; yo apoyo una enseñanza que lleve a los niños a saber competir para poder vivir.
P. Sí que es de derechas, sí
R. Pero no soy de ultraderecha, eso son campañas sucias. Tan no soy de ultraderecha que rechacé a Vox [el partido de ultraderecha español]. Me engañaron, y firmé la Carta de Madrid y luego la tuve que romper, me habían dicho que no me ligaba a Vox y bla bla bla. Cuando dije que eso no me ligaba a ellos me empezaron a atacar, pues váyanse mucho a la fregada. Luego me decían que soy tibia, váyanse a la fregada, yo de tibia no tengo nada.
P. Le engañó López Obrador, le engañó Vox… ¿no se deja engañar muchas veces?
R. No, no, muchas veces no, pero esas dos fueron extraordinariamente mediáticas. Me di cuenta rápido, pedí perdón y me dediqué a corregir el error.
P. ¿Cuáles son sus referentes políticos?
R. Voy a sonar muy rara, pero, desde jovencita Abraham Lincoln me inspira mucho, empecé a leer biografías de Lincoln como a los 16 años… Churchill, obviamente, soy católica, pero me gusta mucho Bertrand Russell, el filósofo matemático, la vida de Marie Curie, no la admiro solo por su cerebro brillante, sino porque nunca he encontrado en ella el discurso del victimismo feminista que está de moda, no se asumía como víctima, salió adelante como mujer por sus cualidades. Me inspira mucho la vida de Hernán Cortés, el espíritu y el corazón de Hernán Cortés, que ahora [Beatriz] Gutiérrez Muller lo ha señalado como enemigo de los mexicanos, y Junípero Serra, muy similar.
P. ¿Pero Hernán Cortés alguna tropelía sí hizo en México, verdad?
R. Nada que no hayan padecido los mismos españoles en cientos de años, ni otras naciones. No me asusto de las cosas, las entiendo en el ámbito humano. También me gusta Trudeau, en Canadá, Margaret Thatcher, no comulgo con muchas cosas de Macron, pero me gusta su consistencia y su forma de hacerse respetar… Un político mexicano, el que más me gusta, lo veo como un superhéroe y con mucha rabia y dolor, es Manuel Clouthier, sigo pensando que lo mataron, era un hombre extraordinario; valor, sagacidad, astucia, corrección, honestidad, claridad de pensamiento, ideales.
P. México soporta una violencia terrible. ¿Es necesario trasladarla también al Senado, con esos debates tan agrios?
R. El Senado es el espejo de la brutal polarización con la que ha decidido gobernar López Obrador. Yo estoy frente a una bancada de senadores de Morena a quienes les he dicho bola de corruptos, hienas, lacayos, abyectos, agachados, serviles... Nunca una palabra soez, nunca una grosería.
P. No les ha llamado perros, pero les ha dicho que esperen sus croquetas.
R. Usar groserías y palabras soeces me parece detestable, yo no las uso. He buscado las palabras correctas para describirlos, porque necesito transmitirle a los ciudadanos cómo son, cómo me quedo corta con decirles hienas. Me quedo corta cuando les digo abyectos y serviles porque saben que lo que votan destruye vidas. Ya me han pedido varias veces desde esa bancada que si le puedo bajar el tono y les he dicho que de ninguna manera, que lo voy a subir, porque si van a hacer tanto daño tienen que asumir la vergüenza pública. No quieren que los exhiban, porque saben que están haciendo mal. No se lo voy a permitir. Ellos sí han usado el pleno para decirme puta y barbaridades que no voy a repetir. Pero el Senado no es el ateneo de Platón. Y esa forma mía de ser y de hablar es la que me llevó a estar en las encuestas presidenciales. He sido voz de los ciudadanos
P. En su perfil menciona como referente a los hombres de su familia. ¿Qué hay de las mujeres?
R. Hablo de ellos porque hablo en términos muy profesionales. Mi madre y mi abuela eran amas de casa, las tengo presentes en la casa, me gusta mucho ser ama de casa, mamá y esposa. Por ejemplo, tengo un hobby que me encanta y es herencia de ellas, que es poner la mesa, desde los arreglos florales, cosas muy íntimas, del corazón.
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