Pátzcuaro, un destino de vivos y muertos: atractivos turísticos y otras festividades en la región

Pátzcuaro se viste de cempasúchil para recibir a sus muertos el próximo 1 y 2 de noviembre. Y junto a ellos, miles de turistas que, como cada año, se unen a la celebración en estos días de pan, mezcal y feria. Situado en el corazón del Estado mexicano de Michoacán, el poblado de Pátzcuaro se ha caracterizado por ser un destino lleno de folclor no solo durante los festejos de Día de Muertos: la comarca, de 60.000 habita...

Pátzcuaro se viste de cempasúchil para recibir a sus muertos el próximo 1 y 2 de noviembre. Y junto a ellos, miles de turistas que, como cada año, se unen a la celebración en estos días de pan, mezcal y feria. Situado en el corazón del Estado mexicano de Michoacán, el poblado de Pátzcuaro se ha caracterizado por ser un destino lleno de folclor no solo durante los festejos de Día de Muertos: la comarca, de 60.000 habitantes, forma parte del programa turístico federal de Pueblos Mágicos desde 2002, que la convierte en una parada obligada para quien guste del color, la tradición y el bello paisaje.

Desde los muelles del pueblo, a la vista se levanta fastuosa la isla de Janitzio, la más grande de las cinco que presume la laguna. Es aquí, en este enorme montículo poblado, donde se llevan acabo las procesiones de Día de Muertos junto con las demás ceremonias programadas dentro del panteón municipal de la isla. Altares, ofrendas, es lo que el viajante encontrará desde semanas previas a las fechas festivas.

Pátzcuaro, un legado de historia

Pátzcuaro fue fundado hacia el año 1300 por los antiguos purépechas (o conocidos también como tarascos) que comenzaron a poblar los valles deshabitados a cuestas del lago, en el que posteriormente se destacó la pesca como modo de vida y base económica de la región. Por décadas fue un centro ceremonial hasta que, a la llegada de los españoles, se convirtió en una ciudad colonial y por tanto católica. La palabra Pátzcuaro es de origen purépecha y significa “puerta del cielo”.

En el año 1553, la comarca se constituyó formalmente como ciudad adscrita a la otrora Nueva España por la intervención del obispo Don Vasco de Quiroga. Al ser un escudo de armas y, aun en ciernes, una capital para poblados vecinos, la urbe recobró relevancia e influencia junto a otros también periféricos a la entonces hegemónica Valladolid (hoy Morelia). Fueron construidos entonces conventos franciscanos y agustinos, siendo el antiguo Colegio de San Nicolás Obispo una de las primeras escuelas superiores de México.

Día de muertos en Pátzcuaro

Pátzcuaro sostiene tradiciones legendarias de profundo raigambre. La fiesta de tradición indígena de Día de Muertos, por ejemplo, ha sido nombrada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Este reconocimiento fue otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Se distingue por representar una de las expresiones culturales más antiguas y de enorme relevancia entre grupos indígenas en México. Como cada año, el Gobierno local y del Estado invita a los visitantes a cuidar del espacio público y a mantener respeto de las ceremonias preparadas en la ciudad.

Atractivos en Pátzcuaro y otras festividades

Además de tradiciones y mística, la ciudad de Pátzcuaro luce monumentos y plazas históricas imperdibles; marcas del tiempo que todo viajero puede recorrer sin dificultad dentro de todo el valle. De los sitios de mayor relevancia destaca el Antiguo Colegio de San Nicolás, antecedente de la actual Universidad Michoacana. La Plaza Vasco de Quiroga se llena de vendimias de artesanía sobre las faldas de construcciones barrocas. Juguetes, comida, bebida. Otra edificación pletórica es la Basílica de la Virgen de la Salud, cimentada sobre la base de una pirámide purépecha. Fue catedral hasta antes del traslado de la diócesis a Morelia en 1580.

Además de las fiestas de día de muertos, en Pátzcuaro se lleva a cabo una semana cultural en marzo por el aniversario de Don Vasco de Quiroga. Por otro lado, cada 28 de septiembre el pueblo organiza un festival para conmemorar su fundación. El día 7 y 8 de diciembre, una nueva fiesta se alza a nombre del Día de la Virgen de la Salud.

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