Cientos de personas rechazan la militarización de la Guardia Nacional frente al Senado
Los manifestantes comparan a Andrés Manuel López Obrador con el expresidente panista Felipe Calderón
En las paredes de las afueras del Senado mexicano varias personas pegan carteles con la imagen del secretario de Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, sujetando al presidente Andrés Manuel López Obrador. El cartel pretende mostrar que el secretario tiene el control del mandatario, y es una referencia a la última decisión de López Obrador, que pretende militarizar la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad civil, integrándola en la Sedena.
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En las paredes de las afueras del Senado mexicano varias personas pegan carteles con la imagen del secretario de Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, sujetando al presidente Andrés Manuel López Obrador. El cartel pretende mostrar que el secretario tiene el control del mandatario, y es una referencia a la última decisión de López Obrador, que pretende militarizar la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad civil, integrándola en la Sedena.
Unos minutos antes, los cientos de manifestantes comenzaban a juntarse en el Ángel de la Independencia. Claudia Centeno colocaba bajo el monumento dos retratos: uno con la cara del mandatario y otro con la del presidente de Morena, Mario Delgado. En la imagen, los líderes políticos sujetan un cartel con el lema “No a la militarización”. Centeno ha venido desde Xochimilco, al sur de Ciudad de México, y es una de las cientos de personas que este martes han protestado contra la iniciativa de López Obrador.
La propuesta del mandatario mexicano, que supondría la militarización de un cuerpo de seguridad civil, no es nueva. La medida ya fue planteada por López Obrador en 2021, cuando buscaba blindar su agenda de reformas estructurales. El presidente ha defendido en varias ocasiones que el paso del poder al Ejército se lleva a cabo para evitar que el cuerpo “se corrompa”, como pasó, según ha comentado, “con la Policía Federal”.
Entre los manifestantes se encuentra la politóloga Denisse Dresser, que asegura que la marcha, que acabará en los alrededores del Senado, se lleva a cabo por la “incongruencia” del presidente que, según señala, hace solo cuatro años se movilizaba contra la militarización. La propuesta del mandatario, como comenta Dresser, supone un giro respecto a las promesas que el dirigente realizó en campaña y como opositor en 2012. Entonces, López Obrador prometió devolver el Ejército a los cuarteles y profesionalizar la policía para las tareas de seguridad civil. Dresser se muestra desconcertada por la decisión. “Los datos están ahí. Sacar a los militares a la calle no ha ayudado a reducir la violencia”, asegura la politóloga, que se cubre con un sombrero de las primeras gotas de lluvia.
Un grupo de jóvenes universitarios que aseguran haber apoyado a López Obrador señalan que la idea de la militarización “es absurda”. “No supo qué hacer con la situación”, aseguran y apuntan a que el presidente no ha acabado con la violencia en el país. México se ha estancado en cifras elevadas de homicidios desde el inicio del sexenio en 2018. Según los últimos datos anuales publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), en el país hubo 28 por cada 100.000 habitantes en 2021.
Alejandro Orozco asegura que el giro en la posición de López Obrador no le llegó “por sorpresa”. “Es parte de controlar el Ejecutivo”, afirma Orozco, que indica que una decisión como esta dota al Ejército de “impunidad”. “Más Ejército significa menos seguridad y menos derechos humanos”, asegura. La decisión de López Obrador llevaría a fortalecer una vez más la presencia del Ejército en su Gobierno, en línea con la política adoptada hasta el momento, como ocurrió con la entrega del control de la administración
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