Una denuncia por discriminación en Sonora Grill, restaurante de Ciudad de México, reabre el debate del racismo
Supuestos empleados de una sucursal del establecimiento acusan a los dueños de ser racistas y maltratar a los trabajadores
De un lado los clientes de tez clara, del otro los morenos. Esa fue una de las acusaciones dentro de una serie de denuncias anónimas en redes sociales que se hicieron contra un restaurante de la cadena Sonora Grill, ubicado en la lujosa colonia de Polanco. Desde una cuenta bajo el nombre Terror Restaurantes MX publicaron una decena de quejas presuntamente de empleados y extrabajadores del lugar que acusaron a los dueños del sitio de malos tratos y de tener ...
De un lado los clientes de tez clara, del otro los morenos. Esa fue una de las acusaciones dentro de una serie de denuncias anónimas en redes sociales que se hicieron contra un restaurante de la cadena Sonora Grill, ubicado en la lujosa colonia de Polanco. Desde una cuenta bajo el nombre Terror Restaurantes MX publicaron una decena de quejas presuntamente de empleados y extrabajadores del lugar que acusaron a los dueños del sitio de malos tratos y de tener actitudes clasistas y racistas, como obligarles a separar a sus clientes según su color de piel. El grupo empresarial ha rechazado los hechos en un comunicado este martes, mientras que el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la ciudad ha abierto un expediente para evaluar las quejas.
Una primera denuncia anónima fue suficiente para reabrir esta semana el debate del racismo en México. De acuerdo a la acusación que se hizo viral, en la sucursal de esta cadena ubicada sobre la calle Presidente Masaryk, una avenida repleta de exclusivas tiendas y restaurantes, dividen a los clientes en dos grupos. En un área llamada Gandi, según la publicación, colocan a la gente “que no es caucásica”. Del otro lado está el área Mousset, donde sientan a “puras personas caucásicas y el trato es completamente diferente”. “Incluso el director de la marca, llamado Juan Manuel Moreira, se molesta mucho si sientan a alguien que se ve pobre o da mala imagen al restaurante según él”.
Después de esa primera denuncia llegaron una decena más de acusaciones anónimas de supuestos trabajadores o exempleados del lugar que reportan malos tratos, abuso laboral y discriminación. “Se trabaja mucho más de 12 horas [al día] con derecho únicamente a una sola comida”. “Es el peor lugar donde puedes laborar, aquí te puedes encontrar todo tipo de abusos”. “Se tiene la indicación y pleno conocimiento en el departamento de Recursos Humanos de no contratar gente morena”. Otro señalamiento va contra el CEO de la cadena especializada en carne a la parrilla, Ricardo Añorve, a quien le achacan: “No quiere ni a chaparros ni a morenos para el personal de puerta, preferentemente extranjeros, blancos, delgados, agradables a la vista”.
Las quejas se hicieron virales tanto en Instagram como en Twitter, por lo que el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en Ciudad de México anunció este lunes que abrirá una investigación a partir de las denuncias. “Esto podría traducirse en diversas acciones como disculpa pública, cursos de sensibilización a todo su personal, así como la revisión de su normativa, para que se ajuste a los principios y estándares legales de derechos humanos en esta ciudad”, ha dicho la dependencia en un comunicado publicado en Twitter.
El grupo empresarial rechazó las acusaciones este martes. “En Sonora Grill Group negamos cualquier práctica racista o de discriminación. A lo largo de 18 años nos hemos desarrollado como un grupo en el que impera el respeto, la inclusión, el servicio y el amor a nuestro país”. La compañía ha intentado sepultar el tema con un comunicado en el que no aclara si investigará las denuncias o no. Y ha sentenciado: “Trabajamos intensamente para generar un ambiente inclusivo, tanto para nuestros clientes como para nuestro equipo de trabajo”.
La disputa no quedó allí. Las redes sociales se volvieron un hervidero del tema y los usuarios reabrieron un debate que en México persiste. La evasiva respuesta de la compañía alimentó el enojo de los trabajadores que comenzaron a filtrar conversaciones internas de la empresa. En algunas de ellas se lee a jefes amenazar con quitarles las propinas a los empleados o pedirles que no vayan al baño. “Acostumbren a su cuerpo, no pueden estar yendo a cada rato al baño y menos en horarios fuertes”, dice uno de los mensajes. Lejos de apaciguarse, el asunto ha avivado el debate del racismo y el clasismo en el país.
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