Los ‘narcotúneles’ emergen en la relación entre México y EE UU
Las autoridades hallan un pasadizo para el tráfico de drogas en Tijuana, a unos días de que el embajador Ken Salazar asegurara que existen más de 200 túneles en la frontera
Más de 300 metros de largo, 10 metros de profundidad y completamente iluminado. Así es el último narcotúnel que han descubierto las autoridades en Tijuana, en la frontera entre México y Estados Unidos. El corredor subterráneo se utilizaba para traficar drogas hacia San Diego, en California, y ya ha sido clausurado. No es un hallazgo casual. “En esta área hay arriba de 200 túneles p...
Más de 300 metros de largo, 10 metros de profundidad y completamente iluminado. Así es el último narcotúnel que han descubierto las autoridades en Tijuana, en la frontera entre México y Estados Unidos. El corredor subterráneo se utilizaba para traficar drogas hacia San Diego, en California, y ya ha sido clausurado. No es un hallazgo casual. “En esta área hay arriba de 200 túneles por la frontera”, advirtió el embajador estadounidense Ken Salazar, durante una visita la semana pasada a esa ciudad fronteriza.
El túnel fue descubierto el pasado fin de semana tras un operativo conjunto del Ejército mexicano, la Policía de Tijuana y la Fiscalía General de la República. La entrada se ubica debajo de una casa en la colonia Nueva Tijuana, a unos metros del paso fronterizo de Otay, precisamente donde Salazar hizo esas declaraciones. El pasadizo, reforzado con vigas de metal, permanece bajo resguardo de las fuerzas policiales y ministeriales. No se ha identificado qué grupo criminal lo usaba. Se dio a conocer que seis personas fueron detenidas.
Las autoridades mexicanas enfatizaron que la comunicación con sus homólogos estadounidenses había sido “estrecha” y que la colaboración bilateral había sido clave para dar con el túnel. Menos de 48 horas antes, Salazar había subrayado los mismos puntos. “Trabajando con el Gobierno mexicano tenemos una colaboración muy buena en tratar de erradicar estos túneles, que no deberían de estar porque ahí es donde pasa mucha de la criminalidad, mucho sufrimiento que vemos”, dijo el embajador en declaraciones que recoge el semanario Zeta. “Esto se debe de parar”, agregó.
La visita de Salazar a Tijuana incluyó un recorrido por un narcotúnel, descubierto en 2009. El paso es conocido como Gálvez, también a espaldas del muro fronterizo, y tenía 270 metros de longitud y 30 metros de profundidad. La construcción de la estructura fue atribuido al cartel de los Arellano Félix, una organización criminal creada en los años ochenta y que dominó durante décadas el trasiego de drogas a Estados Unidos en esa plaza.
Después del recorrido, Salazar, altos funcionarios antinarcóticos de EE UU y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, celebraron una rueda de prensa en la que se anunció una inversión de 4.200 millones de dólares para reforzar la línea fronteriza. Ebrard urgió a las autoridades de ambos países a “ser más efectivos en la frontera contra el fentanilo, las drogas y armas que van y vienen para ambos lados”.
“[Se pretende] asegurar que esta frontera sea un lugar donde la gente pueda caminar de un lugar a otro con seguridad y donde el comercio siga de una manera mejor de lo que tenemos ahora”, dijo Salazar. El mes pasado, el gobernador de Texas, Greg Abbott presionó con severos controles de seguridad al punto de prácticamente paralizar el comercio trasfronterizo. Más de 2.000 kilómetros de los 3.000 que hay entre ambos países pasan por ese Estado.
Tras el reclamo histórico de la Casa Blanca de frenar el tráfico de drogas desde México, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha llevado a la mesa de negociaciones que Estados Unidos haga lo propio con el contrabando de armas de fuego. Más de 500.000 armas estadounidenses llegan al país latinoamericano, según las autoridades mexicanas, que buscan desde el año pasado llevar a juicio a la industria armamentista de Estados Unidos.
Hace menos de una semana fue noticia otro túnel en Culiacán, el bastión del Cartel de Sinaloa, la organización históricamente liderada por Joaquín El Chapo Guzmán. Un joven que dormía en el sofá de su casa cayó repentinamente, después de que se abriera un socavón en el suelo. El hoyo en el piso fue atribuido a la existencia del pasadizo subterráneo, hallado en 2011.
El Chapo se fugó en julio de 2015 del penal del Altiplano, una cárcel de alta seguridad en el centro de México, a través de un túnel que tomó más de un año de construcción a los miembros de su organización criminal. En los videos que se difundieron desde su celda, se ve al líder criminal desaparecer de un momento a otro tras meterse a un hoyo en el piso. Guzmán recorrió más de un kilómetro bajo tierra en una motocicleta. El capo fue capturado a principios de 2016 y extraditado a Estados Unidos un año más tarde. Antes, Guzmán logró evadir varios operativos de captura a través de redes de pasos por el subsuelo y el primer túnel que se le atribuye data de 1989.
El narcotúnel más largo que se ha descubierto medía más de dos kilómetros y su hallazgo fue dado a conocer en enero de 2020. Tenía rieles, aire acondicionado, un ascensor para bajar al pasadizo y energía eléctrica. La entrada estaba en Tijuana y la salida, en San Diego. “La sofisticación de este túnel demuestra la determinación y los recursos monetarios de los carteles”, señaló en esa ocasión la patrulla fronteriza estadounidense. A pesar de la espectacularidad del anuncio, no hubo detenidos ni información sobre incautaciones.
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