El FMI confirma un crecimiento para México por encima del 6% en 2021
La previsión coincide con el pronóstico del Gobierno tras un desplome del 8,5% en 2020, aunque el organismo proyecta una inflación que casi duplica la meta inicial del banco central
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha confirmado este martes su previsión de crecimiento de la economía mexicana por encima del 6% en 2021. La estimación es del 6,2%, que supone un retroceso de una décima respecto a la de julio, se sitúa en el promedio de América Latina y se produce después de la peor caída registrada desde la Gran Recesión. Los embates de la pandemia de la covid-19 postraron en 2020 el Producto Interno Bruto (...
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha confirmado este martes su previsión de crecimiento de la economía mexicana por encima del 6% en 2021. La estimación es del 6,2%, que supone un retroceso de una décima respecto a la de julio, se sitúa en el promedio de América Latina y se produce después de la peor caída registrada desde la Gran Recesión. Los embates de la pandemia de la covid-19 postraron en 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) de país de un 8,5%. Estos datos conocidos hoy coinciden con el pronóstico que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, esgrimió para defender las medidas adoptadas por su Gobierno para hacer frente a la crisis. La organización financiera, sin embargo, también advierte sobre la inflación, cuya proyección casi duplica el incremento del 3% inicialmente previsto por el Banco de México.
El mandatario comenzó el año con optimismo tras el desplome registrado a escala mundial por el coronavirus, que en el país ha dejado al menos 282.000 muertes y casi cuatro millones de contagios, según las cifras oficiales. Ya en enero, tras unas Navidades de restricciones transcurridas en semáforo rojo en la Ciudad de México y en otros territorios, se mostraba confiado en una reactivación. Entonces habló de una recuperación de entre el 4% y el 5%. López Obrador fue mejorando el horizonte paulatinamente con vistas a las elecciones locales y federales de junio. Después de esos comicios, con ocasión del tercer aniversario de su victoria en 2018, fue más allá y resaltó: “Casi todos los pronósticos para este año coinciden en que la economía crecerá un 6%”. El presidente destacó que eso se debía a que no ordenó una contratación de deuda pública adicional y que no se registró una devaluación del peso. Hace un mes agregó que el consumo se mantuvo en pie gracias a los programas sociales del Ejecutivo y subrayó un “récord histórico” en remesas, inversión extranjera, reservas del regulador y salario mínimo.
A pesar de esta coincidencia, el mismo FMI lanzó la semana pasada algunos serios avisos al Gobierno. Por ejemplo, el sistema de empresas del Estado como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o la petrolera Pemex, que acumula una deuda millonario, supone un riesgo para un crecimiento sostenido. López Obrador no ha renunciado a su reforma energética y hace dos semanas remitió una una propuesta al Congreso para afianzar el protagonismo de la CFE en el mercado eléctrico después de que la justicia paralizara el primer intento. Más allá de las consideraciones políticas -el Gobierno necesita para su aprobación los votos de al menos un sector de la oposición y ha redoblado la presión al Partido Revolucionario Institucional (PRI)-, el Fondo defiende la apertura de las inversiones en el sector que la reforma pone en entredicho.
El organismo urge además a planear una reforma fiscal, una medida que ha dividido al Gobierno y que durante la primera parte del mandato el presidente se ha resistido a debatir por ser un sinónimo de alza de impuestos. Hace meses se avino a abrir ese melón, aunque ha dejado claro que bajo ningún concepto repercutirá en los consumidores -”sin gasolinazos”, suele prometer en referencia a la subida de los precios del combustible- y que una revisión del sistema también tendrá que ver con una reordenación de las finanzas de los Estados.
El FMI presenta en su informe de este año una estimación de crecimiento del 4% para 2022. También en este caso, el dato coincide con el ofrecido por el Gobierno en su plan para el próximo ejercicio, los llamados Criterios Generales de Política Económica. Sin embargo, el paro y la pobreza ensombrecen el panorama. La recuperación de los 13 millones de empleos perdidos en 2020 aún no es plena y sigue vinculada al crecimiento del trabajo informal, que aumentó conforme iban difuminándose las restricciones Y la inflación, que según el Fondo puede acumular un 5,4% a finales de año, supera con creces la previsión del Banco de México. Consciente de la situación, que atribuye al comportamiento global, desde el 1 de octubre la entidad decidió incrementar en 25 puntos la tasa de interés interbancaria, una referencia para varios productos financieros, hasta un nivel de 4.75%.
Con todo, el organismo monetario rebaja las expectativas de aumento de los precios para 2022 hasta la mitad. El informe del FMI concede el mérito de la estabilidad precisamente al banco central, para el que López Obrador designó al exsecretario de Hacienda Arturo Herrera a partir del próximo enero, como ha ocurrido, según la institución, en otros países como Chile y Brasil. El desempeño de México coincide, en cualquier caso, con el promedio del 6,3% de Latinoamérica -donde la caída de la economía alcanzó un 7% el año pasado- y se ubica un punto por encima del otro gigante de la región, Brasil, que además tendrá que afrontar una inflación de casi ocho puntos.
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