Jara llama a la unidad de la izquierda: “Seremos firmes en proteger lo logrado”
La candidata de la izquierda, militante comunista, obtuvo un 41,8% frente al 58,1% del abanderado de las derechas, el republicano José Antonio Kast
La ahora excandidata de la izquierda, la comunista Jeannette Jara, ha ofrecido la noche de este domingo sus primeras palabras tras la segunda vuelta presidencial, en la que se impuso, ampliamente, el abanderado de las derechas, el republicano José Antonio Kast, líder del partido ultra republicanos, que obtuvo un 58,1% frente a su 41,8%. “Es en la derrota donde más se aprende y donde más firme debe ser la convicción democrática”, ha manifestado la exministra de Trabajo de Gabriel Boric antes de entregar un mensaje optimista a sus electores: “Hoy no hay espacio para el desánimo”.
Jara ha hablado flanqueada por la presidenta del Partido Socialista (PS), la senadora Paulina Vodanovic, que fue su jefa de campaña camino al desempate; del líder comunista Lautaro Carmona, y la exministra del Interior del Gobierno de Boric, Carolina Tohá, de la izquierda moderada, con la que compitió en las elecciones primarias de la izquierda en junio. “Quiero agradecer a las miles de personas que confiaron en este proyecto y a quienes trabajaron y movilizaron de norte a sur y a quienes estuvieron incansablemente en esta campaña”, dijo en un escenario ubicado en el centro de Santiago, cerca de su comando y de la sede del PS, antes de dirigirse al comando de Kast para felicitarlo en persona, en el municipio de Las Condes.
La exministra de Boric ha dicho que seguirá trabajando “para que existan más oportunidades y para que el progreso llegue a todos los rincones de Chile”. Y ha dicho: “Nos va a tocar ahora ser oposición y quiero partir diciendo que el camino de la unidad es el único que vale la pena. Construimos una alianza amplia e histórica. Tenemos una alianza política, social y cultural que debemos cuidar, consolidar y hacer crecer”.
Y enfatizó: “Yo no quiero un país dividido, seremos una oposición propositiva y exigente para avanzar en la vida de nuestro pueblo. Y, al mismo tiempo, seremos firmes en proteger lo logrado. En eso no habrá dudas, consistentemente, con los valores democráticos. Nuestro quehacer se canalizará siempre por las vías institucionales, condenando cualquier tipo de violencia, venga de dónde venga”.
Jeannette Jara ha dicho también que “no pueden ponerse en riesgo las conquistas alcanzadas: pensiones, gratuidad [en la educación superios ], [la ley] 40 horas, copago cero [en la salud pública ], derechos de las mujeres y libertad para amar y decidir”. Se trata de los principales logros del Gobierno de Boric, algunos de los cuales ella sacó adelante mientras fue parte del Gabinete, como la reforma previsional que fue aprobada a finales enero por el Congreso.
Y ha dicho también que “por el bien de Chile, debemos dejar atrás las asperezas, la desinformación y la odiosidad que existió en este proceso electoral”. Y entregó un mensaje al líder de Republicanos: “Presidente electo José Antonio Kast: en todo lo que sea bueno para Chile encontrará mi apoyo; [pero] en todo lo que pueda hacernos retroceder, encontrará una oposición firme, democrática y responsable“.
Poco antes, a las siete y media de la tarde, Jara había contado por sus redes sociales que ya se había comunicado con Kast “para desearle éxito por el bien de Chile” y ha subrayado que “la democracia habló fuerte y claro”. También se dirigió por escrito a sus votantes: “A quienes nos apoyaron y fueron convocados por nuestra candidatura, tengan claro que seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida en nuestra patria. Juntos y de pie, como siempre lo hemos hecho”, escribió prontamente, cuando ya el triunfo de Kast era irremontable.
Los resultados de Jara implican una gran derrota para la izquierda: el frenteamplista Gabriel Boric entregará el próximo 11 de marzo la banda presidencial al ultra Kast. Con ello, el país sudamericano enfrenta nuevamente el llamado péndulo político chileno, pues fue hace 20 años que un presidente no le entrega el poder a un sucesor de su mismo color político. Ricardo Lagos, socialista, fue el último, cuando en 2006 le sucedió en La Moneda Michelle Bachelet, socialista también. Desde entonces, izquierda y derecha han gobernado Chile intercaladamente.
La mochila del comunismo
La campaña de Jara, quien fue apoyada por nueve partidos, fue compleja. En primera vuelta obtuvo el 26,8% y, aunque subió al 41,8% en el desempate, Kast la superó ampliamente. Jara ha obtenido el peor porcentaje que haya alcanzado la izquierda en una segunda vuelta. En 2017, Alejandro Guiller alcanzó un 45,2% frente a Sebastián Piñera, de la derecha, que se convirtió en presidente por segunda vez con un 54,8%. Era el resultado más bajo del progresismo, hasta ahora.
Durante su carrera a La Moneda, en busca de ampliar a sus electores, en especial a los del centro político, Jara intentó moverse al centro. Sin embargo, le pesó mucho su militancia en el Partido Comunista (PC), al que entró tenía 14 años. Tanto es así que había anunciado que, de llegar a La Moneda, o renunciaría o congelaría su adhesión. No se lo hizo fácil la propia dirigencia de su partido.
La exministra del Trabajo de Boric, que tuvo el respaldo de nueve partidos, tras votar en el liceo Poeta Federico García Lorca de la comuna de Conchalí, por la mañana había hecho un llamado a la ciudadanía a no votar nulo. Y, ante el escenario de una derrota, como lo habían adelantado todas encuestas, dijo: “Es importante la unidad para mantener un proyecto político que tenga vocación de mayoría” y que “la unidad es absolutamente indispensable”. “Esa unidad no es solamente política, también debe ser social. Pero yo estoy en política por convicciones, así que eso no va a cambiar ni con uno ni con otro resultado. Seguiré jugando el rol que me asignen los vecinos”, aseguró al ejercer su voto.