A propósito de las recientes elecciones chilenas: ¿de dónde vinieron los votos de Franco Parisi?
El candidato, junto a sus colaboradores más cercanos en el PDG, ha logrado desplegar un estilo de comunicación y contacto con sus adherentes y electores que supera con creces la capacidad de vinculación hasta ahora mostrada por los partidos tradicionales
Contrario a lo que proyectaron la mayoría de las encuestas, con excepción de Pulso Ciudadano, en los recientes comicios presidenciales del pasado domingo 16 de noviembre el candidato Franco Parisi logró ubicarse en el tercer lugar, después de Jeannette Jara y José Antonio Kast, al recibir el 19,7% de las preferencias.
A su vez, el Partido de la Gente (PDG), colectividad formada en 2021 en base a su figura, obtuvo 14 diputados en la elección parlamentaria realizada el mismo día 16. De un total de 18 partidos que quedaron representados en la Cámara de Diputados, el PDG se ubicó en el cuarto lugar, después del Partido Republicano (PRCh), la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el Frente Amplio (FA). Considerando la votación obtenida, y por la dependencia que ha existido entre el PDG y su liderazgo, Parisi se transformó en la gran sorpresa para buena parte de los analistas y de quienes comentaron las recientes elecciones.
El economista Franco Parisi ya había sorprendido en las elecciones presidenciales de noviembre de 2021. En esa ocasión también alcanzó el tercer lugar, con el 12,8% de las preferencias, pese a encontrarse fuera de Chile por una orden de arraigo interpuesta por el no pago de pensión alimenticia. Asimismo, en esa elección había debutado por primera vez el PDG, integrado por adherentes a la figura de Parisi, logrando un número no despreciable de seis diputados. Sin embargo, tras esos importantes logros, en el lapso de poco más de un año los éxitos alcanzados tanto por Parisi como por el PDG se parecieron esfumar.
En efecto, el PDG tuvo un paupérrimo resultado en las elecciones del Consejo Constitucional, efectuadas en mayo de 2023, pese a que se esperaba algo muy distinto. En ellas, el PDG obtuvo tan solo el 5,4% de los votos, quedando sin poder elegir representantes al Consejo Constitucional. De manera casi consecutiva, se produjeron distanciamientos entre los parlamentarios del PDG y el propio Parisi, quienes optaron por renunciar a sus filas, pasar a integrar partidos del oficialismo, o mantener la condición de diputados independientes. Las elecciones de gobernadores, consejeros regionales, alcaldes y concejales de noviembre de 2024 significaron una nueva merma para el PDG, dando la impresión de que --tal como había ocurrido con tantos otros partidos emergentes-- se trataría de una efímera existencia.
A raíz de lo anterior, resulta comprensible que se haya subestimado el aporte electoral del PDG y el potencial de liderazgo construido por el mencionado economista. Es por eso que tras lo ocurrido el pasado domingo 16, y tomando en consideración la segunda vuelta programada para el 14 de diciembre, creemos pertinente preguntar por el origen de la votación obtenida por Parisi. Para ello, se analizan los resultados de las elecciones municipales de 2024, dado que ellas cubren el grueso del territorio nacional, con lo obtenido por Franco Parisi en los recientes comicios presidenciales. El análisis fue realizado utilizando el método “vottrans” disponible en el software libre R, con datos a nivel de distritos electorales.
De acuerdo a lo que muestran los datos de los resultados de las elecciones, Parisi logra obtener votos de todos los bloques políticos, incluyendo las candidaturas independientes. A diferencia del resto de los postulantes a la Moneda, es la candidatura de Parisi la que logra atraer --en mayor volumen-- un caudal de votos provenientes de los distintos bloques en competencia en las elecciones de 2024. Comparado con las elecciones municipales de 2024, Parisi obtuvo el 62,3% de la votación del Partido Social Cristiano (PSC), el 43% del PDG, 24,3% de Independientes, 19,9% de Chile Mejor (centro-izquierda), y el 10,2 de Chile Vamos (centro-derecha). Un hecho notable a destacar es que, según los resultados, Parisi no obtuvo preferencias del electorado abstencionista de 2024.
El gráfico circular que se presenta a continuación nos muestra que el voto de Parisi ha ido dejando de ser apolítico. En su mayoría se ha inclinado por opciones políticas claras. De hecho, el 47,5% de los votantes de Parisi se inclinó por candidaturas independientes. El 27,4% lo hizo por candidatos de centro-izquierda e izquierda del bloque oficialista, el 12,4% por candidatos de Chile Vamos (integrado por Renovación Nacional, la UDI y Evopoli) y el 9,4% por el PSC.
Cabe recordar que durante la campaña electoral, Parisi recibió fuertes críticas por parte de representantes del oficialismo que tendieron a denostar su capacidad de liderazgo. Candidaturas alternativas, como la de Marco Enriquez-Ominami, revivieron con Parisi disputas personales ya manifestadas en elecciones anteriores. Aunque con menor intensidad, las críticas también surgieron desde las candidaturas de la derecha. En todas esas críticas hubo algo en común que es el hecho de desconocer que la figura de Parisi, en conjunto al éxito obtenido por el PDG, ponen en evidencia que se configura una opción distinta que sobrepasa las clasificaciones tradicionales ubicadas en la distribución espacial del eje izquierda-derecha.
No es casual que, tras conocidos los resultados del pasado domingo 16 de noviembre, se haya iniciado una verdadera disputa por los votos de Parisi y los del PDG. Disputa, sobre todo, avivada por la candidata del oficialismo. Es probable que los votos de Parisi se distribuyan entre las dos opciones en pugna para la segunda vuelta, aunque con mayor proporción hacia el candidato de derecha, así como entre un todavía difícil proyectable número de votos nulos y blancos.
Parisi ha sido toda una revelación por el hecho de ser la del pasado domingo 16 su tercera incursión presidencial, en la cual se registró un importante avance electoral, en comparación a las contiendas de 2013 y de 2021. También es un avance significativo el que experimenta el PDG, al que se le consideraba extinto después de lo ocurrido entre 2023 y 2024. Parisi, junto a sus colaboradores más cercanos en el PDG, han logrado desplegar un estilo de comunicación y contacto, con sus adherentes y electores, que supera con creces la capacidad de vinculación hasta ahora mostrada por los partidos tradicionales y por muchos de los partidos emergentes. Ha ido transitando de ser una expresión antipolítica y antipartido a una opción política alternativa. Al mismo tiempo, pasa a tener una expresión orgánica propia con un partido al que el tiempo dirá si podrá, o no, avanzar en términos de institucionalización.