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Isabel Allende: “Por amor uno hace cosas que no haría por miedo”

La escritora chilena reflexiona sobre las emociones que nos mueven para sortear las complejidades de la vida

[Esta pieza es una versión de uno de los envíos de la newsletter semanal de Chile, que se envía todos los jueves. Si quiere suscribirse, puede hacerloa través de este enlace].

Muy buen jueves, queridos lectores:‌

Esta semana tenemos en Chile a la escritora Isabel Allende después de seis años de ausencia. Su primera entrevista la concedió el martes a Rocío Montes, jefa de información de EL PAÍS Chile, y a la conductora de radio Futuro Andrea Moletto, de Prisa Media Chile. Fue una conversación que no tiene desprecio y que los invito a leer y ver en este link. Supongo que por deformación profesional, mientras escuchaba hablar a la Premio Nacional de Literatura, pensaba ‘esta frase da para titular’. ‘Y esta otra’. ‘Y esta’. Unas eran profundas, otras agudas y otras desternillantes -como que sería fantástico que tanto Pedro Pascal como Antonio Banderas le hicieran el favor-, pero hay una que me quedó rondando: “Por amor uno hace cosas que no haría por miedo”.

Allende está promocionando su último libro Yo soy Emilia del Valle (Sudamericana), donde la protagonista, proveniente de Estados Unidos, llega a Chile a trabajar de reportera en medio de la Guerra Civil de 1891. A propósito del conflicto reflexiona que “el amor puede ser más determinante que el horror”. Consultada sobre esta suerte de declaración de principios, la escritora chilena reconoció que en su segundo libro, De amor y de sombra, escribió una frase de la que se arrepiente: que la emoción más fuerte, el sentimiento más poderoso, es el miedo. “Pero yo creo que es el amor”, aclaró a sus 83 años. “Por amor uno hace cosas que no haría por miedo. Y el amor más impresionante para mí, siempre, es el de las mamás en todas las especies. No existiríamos como especie si no fuera por esa increíble capacidad de amar de las madres”.

En estos tiempos convulsos, de guerras e incertidumbres, Allende defiende el amor como la fuente y motor para sortear las complejidades. Es una invitación al lector a pensar qué lo está movilizando hoy, por qué hace lo que hace. A qué sentimiento le está dando el poder de sus decisiones. Puede aplicarse desde la elección más nimia hasta una verdad incómoda. También se puede llevar a la contingencia. Con las presidenciales y parlamentarias a la vuelta de la esquina, los politólogos hablan de que los votantes eligen a sus gobernantes cada vez más motivados por las emociones. Siguiendo el ejemplo de Allende, no estaría de más sopesar cuál es la emoción que está definiendo nuestra decisión. Y, al igual que la escritora, darse el espacio para reflexionar y, quizá, hasta cambiar de opinión.

Mis recomendaciones

Los invito a leer algunas de las mejores crónicas, reportajes, entrevistas y columnas que hemos publicado en la última semana en EL PAÍS desde la redacción de Santiago de Chile.

  • Les recomiendo mucho esta pieza de la periodista Ana María Sanhueza que relata la secretaria que se convirtió en agente de Pinochet. Tenía 20 años cuando en 1974 entró a la DINA, la policía secreta de la dictadura y empezó una doble vida. Detenida en Australia, donde huyó hace más de una década, en Chile es requerida por el secuestro de siete militantes comunistas.

  • Esta semana escribí sobre el conflicto judicial por las 30 piernas varadas desde hace un año en el aeropuerto de Santiago de Chile. Se trata de un material cadavérico, comprado en Estados Unidos para utilizarse en un centro educativo de profesionales de la salud, que no puede ingresar porque la normativa solo se refiere a las donaciones en esta materia.

  • En nuestra ya tradicional sección de los 10 lugares favoritos de un personaje, que se publica cada viernes, mi compañera Maolis Castro conversó con el bajista de Los Jaivas, Mario Mutis. Le contó sobre sus travesuras de la infancia y adolescencia con su amigo y exintegrante de la banda de rock, Gabriel Parra. También habló de su primera presentación, en un colegio: “La fortuna que nos pagaron en nuestro primer concierto era convertible en completos”.

  • Alfredo Joignant, en su columna Objetos perdidos: la mercantilización de la memoria, relata que hace unos días se enteró de que varias cartas de su padre, escritas en prisión durante la dictadura militar y que no llegaron nunca a destino, estaban siendo puestas en venta a través de la plataforma Instagram: “Lo relevante de este episodio es que se trata de soportes de memoria que fueron puestos en venta”.

Muchas gracias, queridos lectores. En una semana, el próximo jueves, una nueva newsletter de EL PAÍS en sus buzones.

¡Hasta muy pronto!

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