Osvaldo Ossandón, el fiscal que investiga el megaincendio en Valparaíso: “Estamos abiertos a encontrar más involucrados”

El funcionario del Ministerio Público, a cargo de la indagatoria de la tragedia que causó 136 muertes en febrero y que acaba de formalizar a cuatro de los siete detenidos por el caso, pide no convertir a las víctimas en cifras

Un conjunto de casas arde durante un incendio forestal en Valparaiso, Chile, el 2 de febrero de 2024.Lucas Aguayo Araos (Getty Images)

Osvaldo Ossandón Sermeño (Copiapó, 53 años), fiscal chileno especializado en la investigación de incendios forestales, sospechó que se avecinaba una tragedia cuando el 2 de febrero contempló unas columnas de humo que se elevaban interminablemente hasta teñir de lo que consideró un “extraño” tono naranja el cielo de la región de Valparaíso, en el centro sur de Chile. Conducía su automóvil y, mientras presenciaba cómo en pleno mediodía las nubes se ennegrecían, pensó que no había visto una escena parecida en los últimos 15 años. “Se veía que era algo demasiado grande lo que venía”, recuerda.

Lamentablemente, no se equivocó, porque las 136 muertes, 16 mil damnificados y nueve mil hectáreas —incluyendo las del Jardín Botánico de Viña del Mar—arrasadas por el fuego en las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, confirmaron sus sospechas: Chile vivía su peor catástrofe en 30 años. Las investigaciones, a cargo de Ossandón, han resultado en la captura de siete presuntos responsables durante los últimos 10 meses, de las cuales cuatro fueron detenidos y formalizados a fines de noviembre por su posible participación en 20 siniestros entre 2021 y 2024, impulsados por razones económicas: el cobro de horas extras y la extensión de contratos laborales.

Todos los imputados se desempeñaron como funcionarios en instituciones encargadas de prevenir y combatir incendios: cuerpos de Bomberos, y los organismos estatales Corporación Nacional Forestal (Conaf) y Servicio Nacional de Respuestas de Prevención y Respuestas ante Desastres (Senapred).

El fiscal Osvaldo Ossandón Sermeño, en marzo de 2022.

Ossandón, quien tiene 23 años en el Ministerio Público, cuatro de ellos en la investigación de incendios forestales, asegura que el grupo actúa como una célula delictiva, de forma independiente y sin un liderazgo aún identificado. No descarta nuevos implicados, dado que cada detención ha llevado a otra en este caso: “Estamos abiertos a la posibilidad de encontrar más involucrados”.

Recuerda que, al inicio de las averiguaciones, hubo escepticismo: “Todos pensaron que esto sería un incendio más, una tragedia más, que no iba a tener un rostro [culpable], que quedaría solamente en sospechas de conspiraciones”.

La incredulidad en relación con conseguir a los responsables obedece a la alta impunidad en estos casos: “Es difícil hablar de grandes resultados si uno piensa en la gran cantidad incendios frente a las pocas condenas de estos”. Un informe del Ministerio Público, mencionado por el medio DF MAS en febrero, muestra que en los años 2022 y 2023, hubo 9.940 causas ingresadas por delitos asociados a incendios forestales, de los cuales solo 805 imputados fueron identificados y el resto no. Además, solo 203 de esos casos obtuvo una condena definitiva.

Bomberos trabajan en la extinción de un incendio en Valparaíso, el 14 de marzo de 2024.ADRIANA THOMASA (EFE)

“La pérdida de escrúpulos”

Para Ossandón, los detenidos “tienen en común la pérdida de escrúpulos, pues pertenecían a instituciones que tenían un fin totalmente contrario a lo que estaban haciendo. Eso le da un cariz grave, porque un bombero está capacitado para apagar incendios, proteger la vida”.

Los mensajes que se intercambiaron los exfuncionarios fueron revelados por el Ministerio Público en la audiencia de formalización de cargos de los últimos cuatro detenidos, el 29 de noviembre. “Estoy aburrido”, le dice uno de los sospechosos a otro para pedirle la quema de una zona.

Al fiscal no le sorprendió que los involucrados participaran en organismos relacionados con la prevención y combate de incendios: “Las personas que estaban haciendo esto tenían conocimiento. Es un cliché pensar que tiene que haber 30 grados de temperatura, con 30 kilómetros por hora de viento, con menos de 30 de humedad de ambiente, para que haya un incendio. Son condiciones ideales, pero la verdad es que un viento fuerte de 20 o 15 kilómetros por hora junto a una pendiente más o menos determinada de grados y con suficiente combustible es suficiente para iniciar unas llamas”.

La declaración de un testigo que presenció cómo la candela consumía un arbusto, fue determinante para hallar el sitio exacto donde había empezado uno de los focos del gran incendio y obtener la primera evidencia: un artefacto elaborado con cigarrillos y fósforos. El objeto, ya conocido por los investigadores debido a que encontraron uno similar en un siniestro en 2022, demora cerca de siete minutos en propagar las llamas, según los expertos. “Es un tiempo suficiente para quemar una gran cantidad de combustible muerto: hojas seca”, dice el fiscal.

En las audiencias de formalizaciones de cargos, Ossandón ha mencionado a cada uno de los 136 fallecidos, cree que las víctimas no deben convertirse en un número: “No hay que olvidar que las víctimas de Valparaíso tenían nombres y familias”.

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