El jefe de la policía de Chile renuncia previo a una imputación por su responsabilidad de mando en el estallido social

El Gobierno de Gabriel Boric designa a Marcelo Araya como nuevo general director de Carabineros tras la esperada dimisión de Ricardo Yáñez, quien será formalizado por la Fiscalía por omisión de delitos durante las protestas de 2019

Ricardo Yáñez director general de Carabineros de Chile durante una reunión en La Paz (Bolivia). En agosto de 2023.LUIS GANDARILLAS (EFE)

El general Ricardo Yáñez Reveco ha renunciado este viernes a la jefatura de Carabineros de Chile mientras se prepara para enfrentar un proceso de formalización de cargos el próximo 1 de octubre por su presunta responsabilidad en el delito de omisión de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves y homicidio en el contexto de las manifestaciones durante el estallido social a fines de 2019, cuando dirigía el departamento de Orden y Seguridad. La audiencia implica que la Fiscalía le comunica la apertura de una investigación en su contra.

En reemplazo de Yáñez, el presidente Gabriel Boric ha designado a Marcelo Araya Zapata. El nuevo general director de Carabineros se desempeñaba como general subdirector de la institución policial, donde tiene una trayectoria de 36 años y ha ejercido cargos como jefe de drogas de la zona norte del país sudamericano y encargado de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad entre 2020 y 2022.

La dimisión del jefe de la policía, quien culminaba su periodo en noviembre, era esperada, pues se produce en el contexto de un criterio que había establecido hace unos meses la ministra del Interior de la Administración del mandatario Gabriel Boric, Carolina Tohá: se refiere a que si un funcionario gubernamental o de instituciones que dependan de la presidencia, como es el caso de Carabineros, enfrenta un proceso de formalización de cargos ante la Fiscalía, debe renunciar.

Este martes, desde el Palacio de La Moneda, donde se reunió con Boric para presentar su dimisión, Yáñez ha señalado que su renuncia obedece a un asunto de convicción: “Esta decisión duele, pero es un deber cumplirla porque este uniforme se debe honrar y dignificar. No me presentaré a una audiencia de formalización como general director en servicio activo”.

La salida de Yáñez se produce en medio de una crisis de violencia en Chile, lo que ha desatado las críticas de la oposición hacia las autoridades encargadas de la seguridad. La principal carta presidencial de la derecha tradicional y alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, escribió en X: “El mundo al revés. El que hace la pega [trabajo] en seguridad renuncia y los que fracasan en ella, siguen ahí”. También se pronunció el presidente del Senado, José García Ruminot, de Renovación Nacional, de la derecha tradicional: “Que la máxima autoridad de Carabineros de Chile se vea forzada a renunciar debido a un criterio político adoptado por el gobierno, es una señal manifiestamente errónea”, dijo en un comunicado.

En los días previos a oficializar la salida de su cargo, el abogado de Yáñez había intentado postergar la formalización, que estaba prevista inicialmente para el 7 de mayo. Pero se pospuso hasta octubre por el asesinato de tres agentes de la policía, el 27 de abril, en Cañete, región del Biobío, con la venia del Gobierno de Boric. La defensa quiso una nueva prórroga de la audiencia, pero este viernes la Corte de Apelaciones de Santiago declaró inadmisible el recurso.

Yáñez tenía más experiencia en funciones de calles que en cargos administrativos. Antes de asumir como jefe de Carabineros estuvo casi 30 años en la comisaría de Viña del Mar, y después prestó servicios entre 2015 y 2016 como comisionado de la embajada chilena en Argentina. Cuando retornó a Chile ejerció como prefecto en Colchagua, en la región de O’Higgins. Luego, fue ascendido a general y trasladado como jefe de Tarapacá, en el norte chileno, desde donde asumió como jefe de Orden y Seguridad.


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