La sombra de Bachelet sobre la nueva izquierda chilena

La expresidenta socialista, la favorita de la centrozquierda según los sondeos para competir contra Evelyn Matthei, de la derecha tradicional, deja en evidencia la falta de nuevos liderazgos en su sector

La expresidenta chilena, Michelle Bachelet, durante una visita a Bogotá (Colombia), en diciembre de 2023.Chelo Camacho

La socialista Michelle Bachelet, presidenta de Chile por dos periodos (2006-2010 y 2014-2018) ha insistido que no está en la carrera presidencial de 2025, sin embargo, semana a semana su nombre sube como la espuma en las preferencias espontáneas de los chilenos. En las últimas encuestas ya aparece en segundo lugar, a pasos de Evelyn Matthei, la principal carta de la derecha tradicional (Cadem, Criteria y Centro de Estudios Públicos). El potente respaldo a su figura deja en evidencia la falta de nuevos liderazgos cosechados en la izquierda de recambio desde que llegó a La Moneda con Gabriel Boric en 2022. Pero no solo del Frente Amplio, la formación del mandatario chileno, sino también de la generación de la centroizquierda que hoy tiene 50 y 60 años, que nunca ha llegado a la presidencia.

Bachelet ha descartado querer aparecer por tercera vez en la papeleta. Dice que está “en otra en la vida” y que a la democracia le hace bien tener rostros nuevos. “No quiere decir que rostros jóvenes necesariamente, pero sí rostros nuevos”, ha señalado. El sociólogo y politólogo Alfredo Joignant plantea que el efecto político que genera la exmandataria supone un problema para la centroizquierda. “Nada crece en torno a ella por su propio protagonismo”, apunta. “La función ordenadora que busca cumplir, opaca otros liderazgos. Lo que ella haga no es inocuo respecto a los nuevos, produce consecuencias. Al mismo tiempo, comparto ese rol, es correcto. Es el típico doble efecto”, añade.

Esa ‘función ordenadora’ se vio clara cuando Bachelet organizó un almuerzo con los presidentes de todos los partidos de su sector y llamó a la unidad en medio de las tensiones en la coalición gobernante con el Partido Comunista, piedra angular de la Administración de Boric. Además, su fundación Horizonte Ciudadano presentó hace unas semanas el documento “Diagnóstico y estrategias para la próxima elección de alcaldes y gobernadores”, donde analiza las claves que pueden influir en los comicios de octubre. Y en las últimas semanas ha participado en diversos actos políticos, lo que ha sacado ronchas en las derechas chilenas. La libertad y autonomía que tiene, precisamente por no ser candidata, son atributos que los especialistas en política atribuyen a su alza en los sondeos.

Al sociólogo, ensayista y consultor Eugenio Tironi, no le gusta el planteamiento que hacen algunos de que Bachelet “se hunda para no opacar” otras figuras. “Ese tipo de cálculos no funciona. Ella tiene hoy un espacio, está contenta con lo que está haciendo. Tiene un efecto en la derecha y le da fuerza al Gobierno y ya se verá cómo se ajustan las piezas más adelante”, sostiene. Tironi no ve la figura de la expresidenta como un fracaso de la nueva generación de izquierda, “sino una señal de los tiempos”. Las visiones utópicas, dice, se fueron cayendo y la ola conservadora creció, aunque ahora parecen estar retrocediendo. “Eso hace que se revaloricen figuras probadas, que generan confianza. No están los tiempos para un nuevo ensayo o una opción muy romántica”, apunta.

Desde el entorno de Bachelet, quien también fue alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos entre 2018 y 2022, les parece bien que marque, pero les preocupa que se prolongue demasiado tiempo la ausencia de una candidatura de la izquierda. Aunque tampoco dicen que tiene que ser este año, donde las energías están concentradas en los comicios de octubre en los que se elegirán alcaldes y gobernadores, un termómetro clave de cara a las presidenciales. Para la socióloga Pierina Ferretti, directora ejecutiva de la Fundación Nodo XXI, un centro ligado al Frente Amplio, la irrupción de Bachelet en las encuestas pone presión “a la necesaria discusión al interior del Socialismo Democrático” sobre cuál será su carta presidencial en una posible primaria de las izquierdas.

El presidente Gabriel Boric llega junto a la Ministra Carolina Tohá al evento de Cuenta Pública 2023, en el Congreso Nacional de Valparaíso, en junio de 2023. Cristian Soto Quiroz

Una figura que suena fuerte para ser la candidata de la izquierda es Carolina Tohá, del Socialismo Democrático, actual ministra del Interior de Boric. En los sondeos, eso sí, apenas obtiene un 1% (Cadem). Los expertos le achacan que su cartera, responsable de la seguridad del país, la principal preocupación de los chilenos, le impide brillar. Ella es parte de la generación más joven de la Concertación, la coalición entre democristianos y socialistas que gobernó Chile durante dos décadas (1990-2010). Pertenece a lo que algunos han llamado la generación perdida a escala presidencial. El grupo más jóvenes de la Concertación, que tuvo incidencia en cargos importantes en los cuatro gobiernos, pero no protagonizó las dos décadas en La Moneda.

“El hecho de que sea Bachelet la que suene más fuerte”, apunta Ferretti, “por cierto es síntoma de la ausencia de figuras de la llamada generación perdida que tengan la capacidad que ella tuvo en su momento de articular distintas voluntades políticas y de hablarle al país. Ahora, más que un problema de figuras individuales, diría que se trata de un problema de proyecto histórico y ningún sector político lo tiene completamente resuelto ”, sostiene.

Joignant augura que el problema de los liderazgos presidenciales lo tiene la centroizquierda y no el Frente Amplio, porque ellos cuentan con Boric, quien una vez que deje el mandato, siempre será un factor dentro del debate. Sobre la expresidenta socialista, asegura que es “el perfecto engranaje” que permite pasar entre ambos mundos. “Es un agente de tránsito que es lo que no podía ser Tohá porque no llegó a tener el estatus de Bachelet”, señala.

La comparación de Carolina Tohá con la candidata estadounidense de los demócratas, Kamala Harris, ha agarrado fuerza en los últimos días. Su papel como ministra del Interior le impide cosechar popularidad ahora, como en su momento la vicepresidencia a Harris. “Parte de la popularidad del presidente Boric tiene que ver con la gestión de Tohá, pero es difícil que mientras esté en esa posición pueda brillar”, dice Tironi. “Tiene el tiempo. El timing es todo. Hay que aprender de Kamala. De pronto puede aparecer otra figura en el speed final y, con el respaldo de una figura emblemática [Bachelet], se vuelva competitiva”, agrega.

Para las elecciones presidenciales de 2021, Bachelet dio su apoyo a la socialista Paula Narváez, quien fue su ministra en su segundo mandato y hoy es embajadora de Chile en la Misión Permanente de Chile ante las Naciones Unidas. Pero su voto de confianza fue insuficiente. En las primarias de la centroizquierda, Narváez obtuvo un 26,4% de los votos, quedando en segundo lugar detrás de la senadora democristiana Yasna Provoste. Sobre este punto, Tironi remarca que “no se puede inventar una figura de la nada”. “Tiene que tener un peso específico, que tenga kilometraje. El traspaso no es automático”, afirma.

Una figura del sector que Joignant dice que hay que mirar con atención es el Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego. Aclara que la candidata natural, a pesar de las encuestas, es Tohá, pero que el exmilitante de la Democracia Cristiana, que va por su segundo periodo como independiente, pero arropado por las formaciones de izquierda, es “el otro candidato post natural”. “Podría ser un fenómeno más electoral que de cultura política. Primero, no tiene partido, cuando los independientes puros la llevan. Luchó contra la dictadura, fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica y en las elecciones de octubre va a sacar más de dos millones de votos. Eso es mucha gente, no es ya solo una encuesta, no puedes obviar a dos millones de electores”, advierte.

El único nombre de la nueva generación de la izquierda de Boric que asoma la cabeza en los sondeos es la comunista Camila Vallejo, portavoz del Gobierno. Ella, sin embargo, ya ha descartado su postulación. El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, del FA, empezó a sonar hace unas semanas, pero también desechó la idea. Ferretti sostiene que para el partido del mandatario, el protagonismo que ha ido tomando Bachelet implica como desafíos el plantearse su propia carta presidencial para unas primarias, y el reconocimiento y balance con el legado de los gobiernos de la expresidenta.

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