Las razones de la inesperada remontada de la popularidad de Boric

El presidente chileno encadena ocho semanas de alza en su respaldo (36%), de la mano de una inyección de optimismo entre los ciudadanos que, por primera vez en un año, superan a los pesimistas

Gabriel Boric en París (Francia), el 17 de junio.Telmo Pinto (Getty Images)

Desde la resaca de los primeros Juegos Panamericanos celebrados en Chile en octubre de 2023, un evento deportivo mayúsculo que se celebró como una fiesta nacional, donde destacó la buena organización, que la aprobación del presidente Gabriel Boric no gozaba de tan buena salud. Este domingo encadenó su octava alza semanal, según la encuesta Cadem, llegando al 36%. La desaprobación, a su vez, ha ido retrocediendo hasta tocar el 57%, la cifra más baja de los últimos ocho meses y medio. En las cuatro administraciones anteriores, lideradas por Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, ningún mandatario registró tales niveles de apoyo en el mismo periodo (casi dos años y medios de gestión). El nuevo escenario se presenta, además, cuando quienes se sienten optimistas con respecto al futuro de Chile (38%) superan a los que están más pesimistas (36%), después de más de un año.

El tanque de oxígeno tras un primer tiempo complejo llega en la antesala de las elecciones municipales del próximo octubre, un termómetro clave para las presidenciales de 2025. Para Roberto Izikson, director de la encuestadora Cadem, los dos meses de alza en la aprobación se debe a tres factores. El principal, a su juicio, es que la relación del Gobierno de Boric con la opinión pública, a diferencia de cualquier otro, está anclada a la dimensión electoral. “Este Gobierno tuvo un clivaje, el plebiscito de salida del primer proceso constituyente [en septiembre de 2022], donde un 38% votó apruebo y un 56% rechazo”. Izikson apunta a que aquellos comicios ocurrieron a los siete meses de mandato, cuando las Administraciones anteriores, en general, se enfrentan a una elección en el tercero de los cuatro años. Diferentes crisis como la económica, los indultos, el caso Convenios o el asesinato a tres carabineros provocaron que sus adherentes le quitaran apoyo, pero ese piso estructural está volviendo a alinearse con el Gobierno.

La base de fieles ha sido cuantificada de forma diferente por especialistas. El analista Roberto Méndez, por ejemplo, en octubre del año pasado se mostraba sorprendido con la incondicionalidad de un segmento de votantes con el presidente: “El Gobierno se está jugando por su 30%, por esa izquierda dura que se ha consolidado”, dijo a EL PAIS. “Boric se ha mantenido con un 30% a pesar de todo. Es inmune”.

La segunda razón para explicar la buena racha apunta a que las condiciones macro y microeconómicas, según Izikson, son objetivamente mejores que en los últimos cinco años (desde el estallido social de 2019) y eso ha inyectado optimismo en la ciudadanía que, si bien todavía tiene el bolsillo apretado, ahora cuenta con más posibilidades de gastar en bienes y servicios, como se ha visto. Un 38% de los encuestados considera que Chile va por un buen camino, la cifra más alta en dos años.

La economía es una de las principales preocupaciones de los chilenos y en las últimas semanas se ha registrado un aumento en el precio del cobre (4,5 dólares la libra, 15% de alza en lo que va del año), lo que ha mejorado el ánimo del empresariado. Y a pesar de que el Banco Central subió la semana pasada las proyecciones de inflación, que alcanzaría un 4,2% al cierre de 2024, Chile ha mejorado sus expectativas de crecimiento: se espera que el PIB crezca entre 2,25 y 3,0% este año. La aprobación del ministro de Hacienda Mario Marcel (57%) y la del de Economía, Nicolás Grau (43%), escalaron 10 puntos en comparación a la Cadem de abril.

Por último, argumenta Izikson, los chilenos han empezado a aceptar y a adaptarse a las circunstancias. “Hay un proceso de que nada puede ser peor a lo que vivimos antes: las incertidumbres constitucionales quedaron en el pasado, hay una estabilidad económica con tendencia positiva…”. ¿Y la delincuencia, el narcotráfico y la inmigración? “Ese es el gran dolor, pero lleva demasiado tiempo y hay un proceso de adaptación. Ha tendido a moderarse, se han aprobado una serie de proyectos que van en la línea correcta desde hace un año. No digo que esté para nada bajo control, pero aceptamos esta nueva realidad y nos adaptamos a ella”, sostiene el especialista en opinión pública, que añade que igualmente un 57% de los chilenos desaprueba al Gobierno.

Una “inflexión” anímica

Cristián Valdivieso, director de la encuestadora Criteria, escribió una columna en Ex Ante en la que señalaba que la deriva política de esta inflexión anímica es que la ciudadanía “ya no se contenta con culpar de todo al Gobierno y se cuestiona la idea de que otros gobernantes lograrían un cambio radical”. “Mientras, la ciudadanía mira a la oposición y, aunque quiere creerle, no le tiene mucha fe. La evalúa mal, incluso peor que al Gobierno. La ve desorientada y dividida, peleando por la hegemonía y, sobre todo, hambrienta de poder, esperando su turno”, asegura el analista en su columna.

Las giras presidenciales, además, suelen ser bien recibidas por la ciudadanía. Un 73% considera que fortalecen la imagen de Chile en el extranjero. Y el presidente Boric viene llegando de un viaje a Europa en el que participó en la Cumbre por la Paz en Ucrania, realizada en Suiza, y sostuvo encuentros con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el Canciller alemán, Olaf Scholz, para incentivar la inversión en energías renovables no convencionales. Eso, en paralelo a una seguidilla de declaraciones firmes en cuestiones internacionales que parecen haber identificado a la ciudadanía.

En las últimas semanas, el Gobierno de Boric ha hecho noticia por advertir a la Administración argentina de Javier Milei que si no sacaban ellos unos paneles solares instalados en la Patagonia chilena, lo haría el Ejecutivo (ya los retiró el país vecino). También por el tono firme frente a los insultos del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro en el marco del secuestro y homicidio en Santiago, hace cuatro meses, del disidente chavista, Ronald Ojeda.

Sobre el posible impacto que puede tener este nuevo escenario de aprobación del Gobierno de Boric en las elecciones municipales, desde el entorno presidencial descartan estar haciendo una lectura lineal. Sí creen que al oficialismo le comenzará a ir mejor que lo que hasta ahora refleja la opinión pública, pero que un triunfo del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, del Frente Amplio, por ejemplo, no va a responder al alza del apoyo al Ejecutivo en las últimas ocho semanas. Para Izikson, el alza progresiva de la aprobación arroja –si es que se mantiene y no hay una crisis entremedio– que las elecciones municipales no están garantizadas para la derecha y que necesitan llevar a los mejores candidatos y tener una buena estrategia. Si Mario Desbordes, candidato a alcalde por Santiago de la coalición de la derecha tradicional Chile Vamos, es derrotado por la líder comunal Irací Hassler, del Partido Comunista, “va a afectar la candidatura presidencial de Evelyn Matthei”, advierte el analista sobre la favorita del sector para llegar a La Moneda en 2025.

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