Los enormes y desconocidos rivales de Santiago 2036

Las remotas Nusantara y Ahmedabad postularán, al igual que la capital chilena, a organizar los Juegos Olímpicos. Un desafío enorme y oneroso donde se unen la historia, la política y la economía

Santiago de Chile en una fotografía de archivo.Pablo Rogat`s Photostream (Getty Images)

Nusantara ni siquiera existe y ya es rival de Santiago de Chile para organizar los Juegos Olímpicos del 2036. El gobierno de Indonesia quiso adelantarse postulando a su futura capital -que recién comenzó a construirse este año- para así planificar urbanísticamente los escenarios deportivos de una ciudad que estará lista recién en el 2045, cuando se cumplan cien años desde que Yakarta es el centro político del país.

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Nusantara ni siquiera existe y ya es rival de Santiago de Chile para organizar los Juegos Olímpicos del 2036. El gobierno de Indonesia quiso adelantarse postulando a su futura capital -que recién comenzó a construirse este año- para así planificar urbanísticamente los escenarios deportivos de una ciudad que estará lista recién en el 2045, cuando se cumplan cien años desde que Yakarta es el centro político del país.

Se estima que la urbe tendrá un costo final de 50 mil millones de dólares y su construcción servirá para acercar las decisiones gubernamentales al centro del país, reduciendo la importancia de Java con respecto al resto del archipiélago, el más grande del mundo. El cuarto país más poblado del planeta registra desigualdades sociales importantes, y llevar la capital a la isla de Borneo significa no sólo empleos y desarrollo, sino también una oportunidad para abrirse al mundo. Eso, claro, sin considerar que Yakarta se está “hundiendo” aceleradamente. El gran problema de Nusantara es que hay problemas de financiamiento serio para el proyecto.

“La India no dejará piedra sin remover en nuestros esfuerzos para organizar los Juegos Olímpicos del 2036 en nuestro país”, dijo el primer ministro Narandra Modi ante la Asamblea General del Comité Olímpico reunido en Mumbay. La sorpresa es que los Juegos se otorgar a ciudades, y no a países, y que esta vez la apuesta del país es por Ahmedabad, la ciudad natal de Modi, donde ya existe el estadio más grande del planeta, con capacidad para 200 mil personas y que lleva el nombre del…primer ministro.

El río Sabarmati en el horizonte de Ahmedabad, la séptima ciudad más poblada de la India. Dinodia Photo (Getty Images)

Conocida como “la Manchester de la India”, por su crecimiento industrial y su fuerte economía textil, la ciudad es conocida también como Karnavati. El debate interno determinará si gana la carrera interna contra ciudades más desarrolladas en la actualidad, pero la idea también es potenciar el crecimiento interior para reducir las desigualdades en inversión.

En rigor, los Juegos del 2036 deberían corresponder a Asia por tradición. París, Los Angeles y Brisbane llevarán la competencia a Europa, América y Oceanía. Debería ser el turno de Africa, pro no hay postulaciones de ese continente. Por eso la opción de Doha es la favorita hasta el momento. Los jeques de Qatar han movilizado toda su influencia para prometer los Juegos más grandiosos de la historia, y llevan la delantera en los pronósticos. Sus ventajas son instalaciones que en su mayoría ya están construidas o planificadas. Su desventaja: el calor extremo, la misma del Mundial ganado por la Argentina de Messi.

Muy por sobre Madrid y Estambul, que ya han presentado candidaturas que fueron derrotadas, pero que pretenden insistir con nuevos planes. Aunque en la carrera europea Varsovia pisa fuerte y también Berlín, con un plan especial: celebrar el centenario de los Juegos de 1936, aquellos donde Hitler estuvo en la tribuna presenciando la consagración de Jesse Owens.

También Ciudad de México quiere entrar en la disputa, aunque la cercanía con los Juegos de Los Angeles en el 2028 la hacen muy remota. Chile deberá entonces elaborar aceleradamente sus planes si quiere entrar en carrera, por la inversión, se estima, será diez veces más grande que la realizada para los Panamericanos, ya que buena parte de la infraestructura construida para el año pasado no podría ser utilizada en la cita planetaria.

A la espera del balance definitivo de los Juegos del 2023 y en medio de constantes requerimientos parlamentarios y de la Contraloría por el costo final del certamen y los sueldos de los funcionarios que aún continúan trabajando, las chances de Santiago para el 2036 son, como las definió el mismo presidente Gabriel Boric, “una invitación a soñar alto”.

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