Qué es chinche del arce, el insecto que invade los hogares de Chile durante el otoño
La especie fue detectada por primera vez en 2020. Desde entonces se han reportado varios avistamientos en municipios de la capital Santiago
Chile ha entrado oficialmente al otoño, una estación que llega acompañada con un descenso en las temperaturas y la aparición de un insecto invasor que causa la molestia de los hogares de la zona central del país sudamericano. El chinche del arce —cuyo nombre científico es Boisea trivittata— se ha transformado en un invitado no deseado en las casas, los jardines y en las áreas verdes de los distintos municipios de la capital ...
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Chile ha entrado oficialmente al otoño, una estación que llega acompañada con un descenso en las temperaturas y la aparición de un insecto invasor que causa la molestia de los hogares de la zona central del país sudamericano. El chinche del arce —cuyo nombre científico es Boisea trivittata— se ha transformado en un invitado no deseado en las casas, los jardines y en las áreas verdes de los distintos municipios de la capital Santiago de Chile.
El insecto es inofensivo, aunque en situaciones específicas, podría afectar directamente a las personas. Las autoridades locales han informado de algunas acciones frente a la aparición de algún ejemplar, las pueden mitigar los efectos de una plaga cuyo control parece complejo y lejano en el tiempo.
Cómo es el insecto
El chinche del arce, también conocido como el chinche del maple, es un insecto hemíptero de color rojo, que se alimenta principalmente de plantas y semillas, en específico las del arce (Acer) y del jaboncillo (Sapindus). Es originario de América del Norte y sus hábitat preferido son los árboles. Su presencia es casi imperceptible durante los meses de primavera y verano, pero en el otoño y el invierno —cuando las hojas se secan y caen—, el insecto busca otros lugares para hibernar. Ahí es cuando comienza a invadir el interior de las casas.
La llegada a Chile y la expansión
Los primeros reportes sobre la presencia del insecto surgieron en marzo de 2020 en el municipio de Pudahuel, el mismo en donde se ubica el Aeropuerto Internacional de Santiago. La cercanía del lugar del hallazgo con el terminal aéreo hizo pensar a las autoridades de que su llegada ocurrió en medio de algún traslado desde México o Estados Unidos. Durante los meses y años siguientes se han reportado avistamientos en Ñuñoa y Las Condes, en el sector oriente de Santiago de Chile. Las autoridades creen que existen colonias entre la región de Coquimbo hasta la región Metropolitana.
Los efectos en las personas y el medio ambiente
La especie no es dañina para la vegetación ni para la fauna urbana. En cuanto a su comportamiento frente a los seres humanos, el chinche del arce es prácticamente inofensivo, aunque en algunas ocasiones —en especial cuando están deshidratados— puede generar picaduras al sentirse atacado. Las personas afectadas con este ataque suelen quedar con una leve irritación en la piel y un pequeños dolor, síntomas que se extienden por unos pocos minutos. No existen evidencias que vinculen a este insecto con la transmisión de alguna enfermedad. En Chile no cuenta con un depredador natural, por lo que puede circular libremente sin barreras. Las principales molestias provocadas por el chinche del arce son las visuales —con su propagación masiva— y las secreciones que dejan un olor característico.
Las medidas para evitar la plaga
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el organismo a cargo del control de los animales y de la actividad agrícola de Chile, ha enfatizado que la especie no representa un peligro para las personas o para la botánica de las casas. Aun así, y frente a los trastornos provocados por su llegada a los hogares, la entidad ha entregado algunos consejos para evitar una expansión. En primer lugar, se sugiere sellar las aberturas de puertas, ventanas o ventilaciones de las casas; remover los insectos con una aspiradora y depositarlos en una bolsa plástica; plantar árboles nativos o reemplazar los arces infestados; y eliminar las semillas de arce que se encuentren en el suelo. También se puede eliminar rociando una solución compuesta por 10 centímetros cúbicos de detergente líquido y 10 centímetros cúbicos de aceite mineral, diluidos en un litro de agua.
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